Epílogo T

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Pito varias veces la bocina del coche para que Mel venga. Me dijo que no hacía falta que la buscara a su casa, que podríamos quedar donde sea, pero prefiero ir yo mismo.

La veo salir rápidamente de su casa, se nota que está nerviosa ya que todos sus movimientos se ven acelerados. Va con el pelo suelto, pero no creo que tarde mucho en recogérselo si sigue así de nerviosa.

Mira hacia mi dirección y me sonríe ampliamente, proporcionandome un chute de energía tremendo.

Viene rápidamente hacia el coche  y se sube.

-Hola hermoso- me dice mientras me da un piquito- que feo me parece que no me hayas abierto la puerta...

-Quieres que lo haga para la próxima- le digo siguiéndole la broma.

-Lo haces y salgo corriendo.

Aquí la tengo, a mi niña tonta.

-Como estás?- le pregunto aunque sé su respuesta.

-Nerviosa, no sé si esto que vamos a hacer va a salir bien.

-Oh vamos, has hecho cosas mucho más complicadas.

Y es verdad, poca gente se adaptaría como ella lo ha hecho a lo que le tocó vivir hasta hace dos semanas. No deja de sorprenderme la capacidad de adaptación que tiene esta muchacha.

-Si pero no es lo mismo enfrentarse a un loko que ir a conocer a tu familia perdida la cual seguramente su sabe de tu existencia.

La mención hacia el psicópata hace que los recuerdos vuelvan a la mi mente. Ahora mismo ese muchacho está en un psiquiatra, con la esperanza de mejorar o evolucionar.

-Osea que prefieres que te secuestren y te peguen una paliza a conocer a tus familiares.

Mel se gira para mirarme y me pone un puchero con la cara.

-Sabes que no...- dice con tono de niña pequeña.

Yo me río y sigo conduciendo, el viaje es poco más de una hora.

-Lo que es raro- continúa Mel- es que ni Nate y Jerry hayan podido venir.

-Al parecer estaban ocupados- me limito a contestar.

MENTIRA! Me encargué personalmente de que no vinieran a este viaje. Cedieron rápidamente porque mucha gente pendiente de Mel no es algo que a esta muchacha le guste. Además se estuvieron burlando de mí y a reírse a mi costa, porque al parecer he empezado a demostrar lo loko que me tiene mi amiga de la infancia. Al parecer echarme una novia de tal calibre es algo para reírse de mí. Vaya, paradojas de la vida.

Que tontos, no sé como no se han dado cuenta antes de mis sentimientos. Ni ellos, ni Mel. Era algo evidente.

-Que piensas?- me pregunta Mel.

-Que no entiendo como nadie se dió cuenta que estaba colaito por tí

Mi respuesta le pilla de sorpresa porque abre fuertemente los ojos para luego reírse.

-No era evidente Tom. Las últimas semanas casi ni hablábamos, estabas siempre por ahí.

-Me dirás que no se notaba cuando no quería que te fueses con Sam.

Ese dia... Tendría que haberla convencido, así no hubiera pasado esa catástrofe. Además no quería que estuviese con ese idiota.

-No te metas con Sam, me da verguenza mirarle a la cara despues de lo que le solté...

Me río al ver como se pone roja.

-Una pena que no me estuvieses diciendo a mí directamente esas palabras. Me hubiese encantado recibir directamente tu declaración.

Siempre Estaré Ahí ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora