Euforia - Peter Parker [Completa]

Prologue

Solo dolor. Dolor era lo único que Loren sentía. Todo estaba negro. Caminaba a tientas en la oscuridad mientras sentía los dolores más desgarradores que se pueden imaginar. Sentía como si  alguien le arrancara todos los miembros lentamente, como si alguien le tirara de su piel hasta desgarrarla, como si sus órganos se desintegraran en su interior hasta desaparecer. Experimentaba fuertes dolores punzantes en el cerebro, como si alguien le atravesara la cabeza con una larga barra de metal. Era inimaginable sufrir todo eso al mismo tiempo. Nadie era capaz de soportar lo que ella estaba sintiendo. Le dolía tanto que pensó que en algún momento su cuerpo no lo resistiría más y simplemente explotaría. 

Pero, ocurrió lo contrario.Todo el dolor que padecía comenzó a disminuir hasta desaparecer por completo.

Cayó al suelo de rodillas, hiperventilando. Grandes gotas de sudor frío caían por su frente. Estaba exhausta.

<<Vaya. Estás destrozada>>.

Todos los músculos de Loren se tensaron en un gesto rápido. Se había quedado rígida por completo. Creía haber oído la grave voz de un hombre en su cabeza, pero eso no era posible. Nadie podía oír voces en su cabeza. Ella no estaba loca.

<<Oh, pequeña. Soy tan real como el dolor que estabas sintiendo>>.

La chica cerró los ojos con fuerza, intentando evitar que las lágrimas salieran de ellos. Ya no le dolía nada, pero lo que aquel hombre le había dicho en su cabeza le hizo creer que él era el responsable de tal dolor. Rápidamente, la ansiedad inundó su cuerpo. Comenzó a respirar cada vez más rápido.Intentó levantarse del suelo. Quería escapar, huir de aquella oscuridad y que la voz desapareciera para siempre. Las sensaciones que le provocaban esas palabras eran inimaginables. Sentía como si la sangre se le congelara dentro del cuerpo. No quería volver a sentir eso. Otra vez no. No más sufrimiento. No creía poder soportarlo de nuevo.

Consiguió levantarse por fin. Las piernas le temblaban, pero no le importó. La sangre seguía congelada en su interior, pero no le importó. Comenzó a correr tan rápido como su cuerpo le permitía, cegada por la oscuridad a su alrededor, con los brazos inclinados hacia adelante por si chocaba con algo.

<<Cariño, no puedes escapar de mí. Estás diseñada para soportar tanto dolor como el que has sentido hace segundos, incluso más. Con el tiempo te darás cuenta de todo lo que puedes llegar a sufrir, y permanecer intacta al mismo tiempo>>.

Loren dejó de correr e intentó taparse los oídos para no volver a oír al hombre en su cabeza, pero fue en vano. Se agachó y rodeó sus rodillas con los brazos. Comenzó a llorar. <<Sal de mi cabeza>>, pensaba. Pero el hombre no paraba de hablar.

<<No te preocupes, al final todo pasará y dejarás de sentir dolor. Volverás conmigo, a casa. Todo será como siempre he deseado. Serás mi mejor creación, mi arma más letal. Aún así, primero debes entrenarte para ser digna de mi aprobación y venir junto a mí. Pero recuerda: si me decepcionas, pequeña niña, el dolor que acabas de sentir será una caricia comparado con el que te haré sufrir hasta el último día de tu vida>>.

Entonces, Loren se despertó.