Twenty-seven

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El cielo ya estaba muy oscuro. Era casi medianoche, y Spider-Man todavía no había llegado. La ventana de Loren estaba abierta, y ella deambulaba por su habitación como un alma en pena. Estaba alterada. Más alterada de lo normal. ¿De qué iba ese plan que había tramado Peter? ¿Y qué tendría que hacer ella? Le había dicho que tendría que ayudar a Spider-Man a prepararlo todo. ¿De qué se trataba?

- Dios –susurró ella al ver lo nerviosa que estaba-. Quizás no debería haber bebido tanto café.

Con esas tres tazas que se había tomado esa tarde en la cafetería de siempre, le costaría mucho dormirse. Se sentó en su cama y se dejó caer hacia atrás. Intentó cerrar los ojos y relajarse un poco, pero no podía. Estaba muy nerviosa.

- Loren –dijo entonces una voz desde su ventana.

Loren se incorporó y miró a Spider-Man, que entraba en su habitación con una mochila negra colgada al hombro.

- Spider-Man –se levantó y dio unos pasos hacia él.

- Hola, bonita –el superhéroe, sin más, caminó hasta ella y besó su frente. Como las veces anteriores-. ¿Cómo estás? ¿Te duele la mejilla? –dijo refiriéndose al puñetazo que le había dado su padre la noche anterior.

- Oh. ¿Qué? ¿Esto? –Loren rozó su pómulo hinchado con los dedos-. Ya no me duele tanto.

- Genial. ¿Te ha dicho Peter algo sobre el plan?

- Me ha dicho que me lo contarías tú.

- Así es –dijo él-. Siéntate. Te voy a explicar lo que vamos a hacer.

***

- No lo entiendo –dijo Loren con el ceño fruncido.

- Lo he explicado muy rápido, ¿verdad? –ella asintió-. Lo siento, es que no hay tiempo que perder. Empezaré de nuevo. Lo que pretenden tus padres y ese hombre que vi en el holograma es que tú desarrolles, o actives, algo de unos poderes que tienes. Creo que no tienen ni idea de lo que hablan, pero lo qué se con certeza es que planean hacerte algo malo con tal de que conseguir esos poderes.

- De acuerdo –dijo ella asintiendo con la cabeza, dándole a entender que por ahora lo entendía.

- Puedo protegerte de lo que sea que quieran hacerte, ¿vale? Pero el problema es que yo no paso el cien por cien de mi tiempo contigo. Así que no tengo manera de saber cuándo pretenden atacarte.

- Entiendo.

- A Peter se le ha ocurrido una idea para saber lo que hacen tus padres en todo momento, y así, cuando decidan hacerte algo malo, lo sabré.

- ¿Micrófonos? –preguntó ella pensando en los métodos de espionaje que había visto en las películas policíacas.

- Micros, sí. Y cámaras, y sensores de movimiento.

- ¿Todo eso?

- Sí.

- ¿De dónde lo habéis sacado? Pensaba que eso solo existía en la televisión.

- Bueno, no. Peter los ha fabricado en el instituto esta tarde.

- ¿Peter los ha fabricado? –repitió ella sin poder creérselo.

- Sí, Loren –Spider-Man soltó una risita al ver lo asombrada que estaba.

- Vale, ¿dónde quieres ponerlos?

Euforia - Peter Parker [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora