Two

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Nada más acabar su primera clase en su nuevo instituto, Loren recogió sus cosas y huyó de allí evadiendo cualquier contacto visual con todos los alumnos que la rodeaban. Odiaba el primer día de clase. Y aquel primer día, mucho más que otros que ya había tenido. Y solo había pasado una hora.

La chica, prácticamente, corrió hacia la taquilla que le había asignado el director. Decenas de alumnos salían de las clases y se acercaban a sus taquillas también. Los pasillos empezaban a llenarse de gente, y Loren empezaba a agobiarse. Aquel lugar estaba demasiado lleno para su gusto.

- Hola, Loren.

Un chico se había acercado a ella. Sus ojos estaban fijos en la chica, no paraba de mirarla.

- ¿M-me conoces? -preguntó ella deseando poder meterse en su taquilla y no salir nunca de ella.

- Bueno, el profesor acaba de presentarte como la alumna nueva. Loren Fleming. ¿Sabías que tienes el apellido de uno de los mejores científicos de la historia?

Técicamente, no era el mismo apellido. Faltaba una "m". No obstante, por supuesto que lo sabía. Loren era mucho más lista de lo que parecía. 

Pero simplemente no respondió. Se quedó mirándolo, intentando averiguar por qué se había acercado. Tal vez quisiera burlarse de ella. La verdad, no le extrañaría. Ese chico tenía pinta de abusón.

- ¿No lo sabías? Suerte que me tenías aquí para contártelo. Habrías vivido en la ignorancia para siempre -dijo con sobervia.

La chica estaba cada vez más ansiosa. Aquel lugar estaba repleto de gente. Algunos alumnos que pasaban muy cerca de ella acababan empujándola contra su taquilla sin querer. Y aquel chico no paraba de decir  estupideces sobre su apellido. Siempre se burlaban de eso.

- Escucha, guapa. Aquí todos me conocen pero, como eres nueva, supongo que no sabrás nada de mí. Me llaman Flash, es un placer compartir mi clase de física contigo, Loren -hizo una especie de reverencia mal hecha y le guiñó un ojo-. Ya nos veremos por ahí, Fleming -se dio la vuelta y se marchó por donde había venido.

Loren suspiró y enterró el rostro en su taquilla, deseando que todas las personas que tenía cerca simplemente desaparecieran. Sabía que pronto tendría otro de sus frecuentes ataques de ansiedad. Simplemente era capaz de notarlo. Y querría estar sola si ocurría. No quería que nadie la viera así. Sería muy humillante.

Desde el otro lado del pasillo, Peter Parker la observaba en silencio. Tenía dibujada una sonrisa en el rostro que no se podría quitar por mucho que lo intentase. No le había gustado para nada que Flash se acercara a ella, pues sabía que ese chico solo estaba haciendo de las suyas. No pretendía ser amable, de eso estaba completamente seguro. Pero él sí. Por alguna extraña razón, Peter solo quería acercarse más a ella.

Así que lo hizo.

- Um... Ho-hola... -tartamudeó.

Loren respiró hondo antes de darse la vuelta para encarar a quien le había hablado esta vez. Creía que se trataba de otro chico como el anterior, o alguien que se burlaría del numerito que había montado en clase al llegar tarde. Pero el chico que estaba a un metro de distancia de ella era el mismo del tren. Ese tal Parker.

Loren volvió a respirar hondo intentando calmar sus nervios. Se armó de valor y lo miró por unos segundos.

- S-siento lo de... lo de esta m-mañana -consiguió decir mientras sacaba el libro de inglés de la taquilla.

- ¿Qué? ¿Lo del... tren? -ella asintió-. Oh... tranquila. No es nada... ¿P-puedo preguntarte algo?

La chica bajó la mirada al suelo y deseó con todo su ser que el chico no se burlara de ella por haber llegado tarde en su primer día.

Euforia - Peter Parker [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora