Thirty-nine

329 31 2
                                    

- Verás... -empezó a decir Loren.

Peter la miraba fijamente. Estaba muy nerviosa. Jugaba con la tela de su pijama mientras esquivaba al máximo su mirada. Respiró hondo un par de veces, aunque eso no parecía calmarla.

- Loren, sigo aquí.

- Lo sé, lo siento. Es que... intento pensar en las palabras adecuadas –contestó ella aún sin mirarlo.

- Tú solo... di lo que piensas. Te prometo que no te juzgaré.

- Es que es más difícil que simplemente decir lo que pienso, porque realmente no logro entenderlo. No sé si lo que me pasa está bien o está mal. Nunca había pensado en que esto podría pasar.

Peter abrió mucho los ojos sin comprender ni una palabra.

- Loren, cielo. No me estoy enterando.

- Vale, lo diré de otra manera –dijo ella apretándose las sienes-. Desde hace unos días siento... cosas en mi interior. Cosas que no sé explicar. Cuando estaba con Spider-Man... o sea, contigo –hizo una pausa-, cuando dormías en mi cama o cuando me abrazabas... yo sentía algo dentro de mí que aún no entiendo del todo. Era como un cosquilleo en el estómago. Se me aceleraba el corazón de repente. A veces, incluso, me temblaban las piernas. Llegué a pensar que estaba enferma o que no estaba comiendo lo suficiente, o algo así –se apartó el pelo de la cara y siguió hablando-. Pero, después pude entenderlo mejor. Busqué información y recordé las... escenas románticas de todos los libros que he leído. Pensé que quizás eso podría estarme pasando a mí. Quizás me... gustaba Spider-Man. Nunca había pensado en que eso podría pasarme a mí. Ni siquiera el hecho de que un superhéroe me atraiga, sino de que cualquier persona me atraiga. Nunca pensé que yo tuviera derecho a eso –admitió.

- Loren... Eso es lo que tus padres te hicieron pensar... -dijo Peter, que no terminaba de creer lo que acababa de escuchar.

- Lo sé. Pero todavía me cuesta aceptarlo –dijo-. Con el paso de los días empecé a asimilar poco a poco que algo ocurría en mi interior cada vez que tú estabas cerca. No solo... Spider-Man. También tú. Es decir, Peter. Ahí fue cuando creí volverme loca.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Pues... Porque también empezaba a sentir cosas cuando estaba contigo. En el tren, en clase, en nuestra cafetería, cuando hablamos por teléfono... Incluso, cuando pensaba en ti, sentía como que me dolía el corazón. No me dolía exactamente, pero era una sensación parecida –explicó-. Volví a pensar que estaba enferma. Volví a buscar información sobre eso, pero no encontré nada sobre querer a dos personas de la misma manera. Yo nunca he leído nada sobre eso. En ninguno de los clásicos de los autores más famosos vas a encontrar a una protagonista que empieza a tener sentimientos por dos personas diferentes.

- Pero no somos personas diferentes –sonrió Peter-. Soy la misma persona.

- Lo sé, pero en aquel momento no era consciente de eso. Y empecé a preocuparme de verdad. Me preocupé hasta que llegué al punto de pensar que tendría que elegir a uno. Pensé que no era normal sentir algo por dos personas, eso no podía ser lo correcto. No sabía muy bien por qué, pero tenía la sensación de que debía elegir. Y eso me dolió muchísimo, porque... -Loren giró la cabeza hacia Peter por primera vez desde que empezó a hablar. Lo miró fijamente a los ojos durante segundos hasta que sus labios se movieron de nuevo-. Porque quería a las dos personas por igual –susurró-. Cuando me ponía a pensar en Spider-Man, siempre sonreía. Porque él se estaba esforzando por ayudarme y por salvarme. Siempre parecía tener un plan, siempre parecía tenerlo todo bajo control. Y aunque algunas veces perdía los nervios, siempre se mantenía fuerte. Esa es una de las cosas que más admiro de él. O-o sea, de ti –dijo nerviosa-. Y luego pensaba en Peter Parker, y en cómo sonreía cada vez que me miraba –Loren cogió la mano de Peter entre las suyas mientras él la miraba con esperanza-. Siempre estabas feliz, y eso me encantaba. Siempre tenías una actitud positiva. Al menos, siempre que estabas conmigo. Luego entendí por qué –sonrió de lado e hizo una mueca-. Quise ser como tú. Quise sonreírle a la vida igual que tú hacías, pero no pude hacerlo.

Euforia - Peter Parker [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora