Twenty-three

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Los ojos verdes de Loren estaban concentrados en las rayas del suelo, fingía estar contándolas para intentar distraerse y no prestar atención a lo que Spider-Man le estaba contando sobre sus padres. Sin éxito.

En realidad, esta vez no le sorprendió tanto oír lo que estaba oyendo. No como la última vez, cuando Spider-Man le dijo que era adoptada y que sus padres trabajaban para un hombre misterioso. Aquella vez le impactó tanto esa noticia que echó al superhéroe de su casa sin ni siquiera terminar de escuchar. Sin darle otra oportunidad para explicarse mejor, sin permitirse a sí misma creer lo que estaba oyendo. Pero después de oír lo que el hombre araña le estaba contando en este momento, simplemente no le sorprendía.

Parecía estar indiferente, como si realmente no estuviera prestando atención a lo que estaba escuchando, o como si en realidad no le importara.

No era eso. Sí que le importaba. Temía por su vida y por la de cualquier persona que pudiera salir herida en toda esta situación. Pero, simplemente, no le sorprendía.

- ¿Estás... bien? –preguntó Peter al ver que Loren no movía ni un músculo. Su expresión era neutra, como si estuviera en otro mundo. Pero de vez en cuando pestañeaba varias veces seguidas y suspiraba en silencio. Peter estaba preocupado.

- Sí.

- Loren, lo siento. Sé que no querías oír esto, pero tenías que saberlo. No quise contarte nada cuando estabas con... Peter, porque...

Pero, entonces, Loren alzó la vista hacia él. Sus ojos estaban apagados, tristes. Como si esa noticia le hubiera roto el alma. Pero, a la vez, estaba muy calmada. Era escalofriante.

- No te preocupes. Has hecho lo correcto.

Loren había mejorado mucho en cuanto a sus tartamudeos. La compañía de Peter y Ned ayudaba mucho, y cada vez se sentía más segura en las diferentes situaciones de su vida. Antes, por el miedo que les tenía a sus padres, se sentía asustada de cualquier cosa que pudiera pasar fuera de su casa. Ya fuera por algo que alguien le dijera o simplemente por una mirada que ella malinterpretara. Pero con los días entendió que no todo el mundo es un monstruo, al igual que sus padres. Y la disminución de la inseguridad también disminuyó los tartamudeos.

Esto provocó algo en Peter. Si antes su voz le parecía bonita, ahora le parecía una melodía. Cuando Loren no se trababa entre las palabras, su voz se oía de manera diferente. Le encantaba. Y eso lo hacía enormemente feliz.

Pero, en este momento, la fluidez de sus palabras no era precisamente bonita ni melodiosa. Parecía estar destrozada, pero como si quisiera disimularlo con todas sus fuerzas.

Peter, conmovido por su mirada, se agachó y se puso de rodillas frente a ella. Loren lo miró desde la cama, sentada. Él cogió su mano y la apretó suavemente.

- Estoy bien, Spider-Man. Es solo que... no me sorprende.

Ahora sí parecía ella. Al principio parecía como si hubiera una especie de barrera o escudo invisible que daba a entender que Loren estaba totalmente indiferente a la situación. Pero cuando Peter se acercó a ella y le tocó la mano, esa barrera se rompió. Loren comenzó a decir más palabras y su tono normal reapareció. Como si su mente estuviera divagando y Peter la hubiera traído de vuelta a su habitación.

- ¿De verdad? –Loren asintió. Con la mano que Peter no estaba agarrando, se apartó el pelo de la cara y suspiró.

Peter quería decir que entendía por qué no le sorprendía. Pero la verdad era que no, no lo entendía. Solo que le daba vergüenza preguntar.

Loren pareció leer su mente.

- Cuando me dijiste algo malo sobre mis padres por primera vez, sí me sorprendió. Pero mi manera de reaccionar... diciéndote que te fueras y evitándote todo el rato... Eso no estuvo bien. No quiero que vuelva a ocurrir. Pero te creo. Me llevó algunos días al principio, pero te creo. No estarías diciéndome esto si no estuvieras ayudándome, y no habrías venido a esta casa para descubrir lo que tramaban mis padres si realmente no quisieras ayudarme. Así que, te creo.

Euforia - Peter Parker [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora