Nineteen - maratón 1/3

399 39 15
                                    

- Al principio, todo era genial. Vivía con mis padres en California. En un lugar tranquilo, cerca de la costa. Ellos me querían, y yo los quería –comenzó a explicar Loren-. Pero, cuando tenía seis años, ocurrió algo que aún no consigo explicarme.

>> Jugaba en el jardín de nuestra casa, cuando mi madre me llamó para cenar. Cuando entré por la puerta trasera de la cocina, mis padres estaban de pie, uno frente al otro, susurrando algo. Al verme, mi madre me sonrió. Me sonrió como siempre lo hacía. Mi padre, en cambio, tenía una expresión más... tenebrosa. Me miraba con rabia, como si estuviera enfadado conmigo. Al menos, eso fue lo que pensé cuando ocurrió lo que voy a explicar. Mi madre, entonces, le susurró algo al oído. Lo siguiente que recuerdo es un dolor intenso en el estómago.

>>Mi padre me había pegado una patada que me había tirado al suelo. Cuando lo hizo, vi que su expresión cambiaba. Después de hacerlo, estaba más tranquilo. Como si se sintiera satisfecho. Pero pareció no ser suficiente porque me siguió pegando hasta que me desmayé.

- Dios, Loren. Eras una niña –susurró Peter con la voz rota.

- Siguieron haciéndome esas cosas hasta el día de hoy. Nunca entendí por qué lo hacían, no sé qué les hice para que cambiaran de esa manera. Antes de esa primera vez, todo era genial. Éramos felices los tres juntos. Pero todo cambió de repente. Cuando habían pasado unos meses desde la primera vez que mi padre me pegó, una vecina amiga de mi madre empezó a sospechar algo. Yo quería pedirle ayuda, pero mis padres amenazaron con hacerle daño si le decía lo que me estaban haciendo.

>>Semanas después, nos mudamos. No recuerdo a donde fuimos. Solo sé que en ese nuevo lugar, mis padres intentaron volver a empezar de cero. Seguían haciéndome todas esas cosas, pero tenían más cuidado. Vigilaban todo el rato para cerciorarse de que nadie sospechaba nada. Pero siempre había algún entrometido. Y siempre volvíamos a mudarnos –seguía diciendo Loren, que no había tartamudeado ni una vez debido a que no estaba mirando a Spider-Man directamente. Tenía la mirada perdida en el suelo, rememorando sus años de miseria.

>> La excusa oficial para quien pregunta es que nos mudamos por el trabajo de mis padres, pero la verdad es que no tengo ni idea de en qué trabajan. No sé de qué vivimos. No sé de dónde sacan el dinero. No sé lo que hacen cuando yo no estoy con ellos. Prácticamente no sé nada de ellos. Aunque tampoco quiero saberlo.

- ¿No les has preguntado? –preguntó Peter, que comenzaba a sentir escalofríos.

Loren guardó silencio durante unos segundos.

- Mis padres me ponen muchas normas. Una de ellas es no hacer preguntas. Si incumplo las normas, mi padre me pega. Siempre que puede, me lleva al sótano. Es su sitio favorito porque ahí nadie puede escucharme si grito.

- El sótano... -dijo él-. La noche que vine a verte, cuando no estabas aquí. Dijiste que...

- Estaba en el sótano. Llegué tarde a casa. Esa es otra de las normas de mis padres. Tengo que llegar a casa antes del anochecer para hacerles la cena. Es una norma un poco ridícula, en mi opinión. Ese día llegué muy tarde. Y mi padre me llevó al sótano y me... encerró en un congelador toda la noche.

Peter no podía más. Se levantó de la cama y fue hasta la ventana. De espaldas a ella, se levantó un poco la máscara y se secó una lágrima.

- ¿Cuántas veces hace tu padre esas cosas? –preguntó no queriendo saber la respuesta.

- Siempre que incumplo una norma.

- ¿Y tu madre?

- Ella nunca me ha pegado –dijo-. Pero también me maltrata. Psicológicamente. Como aquella noche, cuando entró en mi habitación. Siempre me dice cosas... que no me sientan bien.

Euforia - Peter Parker [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora