Thirteen

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Segundos después, los sentidos arácnidos de Peter se activaron de repente. Le estaban avisando de algo. Fue entonces cuando oyó a su espalda el pomo de la puerta de la habitación de Loren girándose lentamente. Alguien estaba a punto de entrar.

***

Spider-Man se separó de Loren en unas milésimas de segundo. Volvió a salir por la ventana, agradeciendo que ésta estuviera abierta, y se pegó a la pared del exterior del edificio. El cuerpo de Loren se desestabilizó cuando el hombre araña se fue de su lado, haciéndola perder el equilibrio. Su espalda se inclinó hacia un lado y el torso de la chica tocó el suelo justo cuando la puerta se abría completamente.

Se oyeron unas pisadas que caminaban hacia Loren.

- ¿Qué coño haces en el suelo? –preguntó su madre con un grito.

Su hija ni siquiera la oía. Antes de que su madre entrara en la habitación, Loren había comenzado a sufrir un ataque de ansiedad. Lloraba sin parar. En ese momento no se estaba dando cuenta de lo que estaba pasando. No entendía lo que su madre le había preguntado. Solo sabía que ella estaba de pie junto a ella, mirándola. Burlándose, como siempre hacía.

- ¿No me oyes? Pareces una cría, ahí llorando –la mujer suspiró y rodó los ojos-. En fin. Venía a decirte que ya hemos terminado, si quieres puedes bajar a cenar. Pero si prefieres seguir ahí tirada ahogándote en tu miseria, por mí no hay problema –la mujer sonrió de lado y se dio la vuelta. Puso la mano en el pomo de la puerta y se detuvo una última vez-. Que lo pases bien –dijo antes de salir de la habitación.

Peter, que lo había escuchado todo, volvió a entrar rápidamente y llegó hasta Loren. La sostuvo entre sus brazos. Ahora el cuerpo de la chica estaba apoyado sobre el del hombre araña, las manos de él la abrazaban con desesperación, las de ella se cerraban en un puño haciéndose daño en las palmas con sus uñas.

Peter estaba atónito. Era imposible que ese monstruo que acababa de entrar en la habitación de Loren fuera su madre. Era simplemente imposible. Quizás era su tía. Quizás vivía con más gente además de sus padres.

Sin embargo, gracias a que había conseguido ver de quién se trataba, Peter había descubierto que era la misma mujer a la que había visto dos noches atrás desde otra ventana de la casa. La que hablaba con un hombre de una tercera persona: él. Aquel que preocupaba a Peter cada vez que éste intentaba averiguar quién era y qué relación tendría con Loren.

Pero una cosa estaba clara: fuera o no fuese su madre la que acababa de entrar en la habitación, se comportaba como un monstruo con ella. Y sabiendo esto, Peter conseguía entender por qué Loren evitaba hablar sobre su familia. O sobre cualquier cosa que tuviera que ver con su vida personal. Por lo que el chico había visto, esta no era la primera vez que esa mujer trataba así a Loren. Y le asustaba enormemente pensar desde cuándo la chica estaba viviendo esa situación.

- Lo s-siento –susurró Loren minutos después, cuando se hubo calmado un poco.

Peter abrió los ojos en grande debajo de la máscara.

- Soy yo el que lo siente, Loren. Por mi culpa estás sufriendo este ataque... y encima esa mujer... yo... -dijo el hombre araña realmente avergonzado.

- N-no –cortó ella incorporándose, esta vez con éxito. Tenía los ojos rojos, y las mejillas empapadas en lágrimas-. N-no ha sido c-culpa tuya. ¿Has... o-oído lo que ha d-dicho? –preguntó frotándose los ojos.

- Sí, lo he oído. Perdona que me haya ido de repente, pero nadie puede saber que yo vengo a visitarte. Y también siento haber entrado en tu habitación aunque me has dicho que no lo hiciera –volvió a disculparse bajando la cabeza.

Euforia - Peter Parker [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora