Twenty-nine

322 37 6
                                    

Cuando Loren abrió los ojos, tuvo que esforzarse por averiguar qué era lo que tenía alrededor. Estaba oscuro, y hacía frío. Sabía que seguía agarrada a Spider-Man, que todavía la sujetaba con fuerza.

- ¿Dónde estamos? –preguntó mirando a su alrededor, por encima del hombro de Spider-Man. Intentó ver algo conocido, pero nada le resultaba familiar.

- No tengas miedo. Aquí no hay nadie además de nosotros dos –explicó él-. Es una vieja estación de tren.

Loren se fue soltando de su agarre lentamente, mirando a su alrededor como una niña asustada.

- ¿Por qué estamos aquí? –preguntó cogiendo el brazo del superhéroe. Estar en un sitio tan oscuro como ese solo podía recordarle al... sótano de su casa.

- Loren, tranquila. Déjame explicártelo –Spider-Man se colocó frente a ella y le cogió la mano-. Estás conmigo, no te va a pasar nada. ¿De acuerdo? ¿Me dejas que te cuente por qué te he traído aquí?

Loren asintió lentamente, mirándolo. Sintió un leve escalofrío, parecido a los que sentía cuando estaba con Peter, cuando el superhéroe cogió su mano e intentó tranquilizarla.

- Ven, te lo mostraré.

Spider-Man tiró suavemente de su mano para que lo siguiera. Después, ambos se adentraron en la oscuridad.

***

- Como te he dicho, es una vieja estación de tren. Está abandonada. Hace unos años unos obreros comunicaron al ayuntamiento que era peligroso que los trenes pasaran por aquí a altas velocidades porque justo debajo hay una mina.

- ¿Una mina? ¿Es peligroso? –preguntó Loren, que empezaba a ponerse paranoica.

- No, rubita. No te va a pasar nada. La mina no tiene nada de peligroso –prosiguió-, pero la estructura está mal diseñada y puede que no soporte mucho peso. Estoy hablando de toneladas, Loren. No va a pasar nada si nosotros caminamos sobre ella –dijo, anticipándose a otra de sus preguntas-. Pero el problema eran los trenes, que pesan mucho más. Así que la cerraron. Esta estación era la última parada de la línea, así que se cerró por completo. De hecho, la entrada principal está vallada. Nadie viene nunca por aquí.

- Vale... Y... ¿qué tiene que ver eso con nosotros?

- Me alegra que preguntes eso, bonita –le dijo Spider-Man tocándole la punta de la nariz con un movimiento rápido, cosa que sonrojó de sobremanera a Loren-. Esta va a ser nuestra base.

- ¿Nuestra qué?

Spider-Man llegó hasta una pared de ladrillo. Loren, que iba justo detrás, agarrando su mano, se detuvo junto a él. Entonces, Spider-Man se agachó sin soltarla ni un momento y abrió una especie de trampilla secreta que había en la esquina.

- ¿Te acuerdas de las cámaras y los micros que pusimos en tu casa anoche?

- Claro.

- Bueno, lo que graban tiene que ir a alguna parte, ¿no?

- ¿A qué te refieres?

- Ven.

- ¿Quieres que me meta ahí? –preguntó ella agachándose a su lado.

- Solo huele un poco mal. Pero es lógico, hace años que no se limpia. Iré yo primero, ¿de acuerdo?

- Pero...

- Todo está bien. Te prometo que nuestra base estará mucho más limpia –dijo él pensando que eso era lo que le preocupaba a la chica.

Euforia - Peter Parker [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora