Thirty-six

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Loren se había hecho a un lado en su cama del hospital para que Spider-Man pudiera sentarse junto a ella. Era una cama estrecha y casi no cabían, pero le gustaba tenerlo cerca.

- Dime cómo te encuentras. ¿Qué te duele? ¿La comida es muy mala? Mañana podría traerte algo rico para que no sigas comiendo esta comida de hospital –decía Spider-Man.

Loren lo miraba con brillo en los ojos.

Sorprendentemente, no le dolía nada. Hacía apenas cuatro horas que había ingresado en ese hospital con una muñeca fracturada y cinco costillas rotas, pero no le dolía nada en absoluto. Es más, sentía que tenía mucha energía. Era muy raro, pero confió en Spider-Man y se lo contó.

- Eso es raro –dijo él-. Aunque, teniendo en cuenta lo que acaba de pasar, no me parece tan extraño.

- ¿Qué tiene que ver lo que acaba de pasar con que no me duela nada?

- ¿Cómo que qué tiene que ver? –preguntó el superhéroe atónito.

- Mis padres me han encerrado en una habitación secreta y me han dado una paliza. No es nada nuevo para mí. No entiendo cómo puede influir eso en el hecho de no tener dolor.

- No, Loren. No me refiero a eso. Me refiero a lo que ocurrió durante la... paliza –dijo Peter. Ella frunció el ceño sin comprender-. Pasó algo, Loren. Algo raro ocurrió cuando tus padres estaban atrapados en las paredes y no paraban de jugar con tu mente.

Loren comenzó a recordar. Dijeron que se habían enterado de que mantenía el contacto con Ariel, persona que estaba a cientos de quilómetros de ellos, persona a la que habían asesinado sin ningún motivo. Además, habían amenazado de muerte a Spider-Man y a Peter Parker. Recordó la enorme ira que sintió cuando oyó lo que decían, y recordó una energía muy intensa fluyendo por sus venas.

- Bueno, sí. Algo ocurrió. Pero solo fue una sensación –explicó-. Sentía ira y rencor hacia mis padres, especialmente después de oír lo que habían hecho con... -cerró los ojos con fuerza al recordar de nuevo lo de Ariel.

- No hace falta que lo digas –dijo él intentando ahorrarle algo de sufrimiento.

- Y cuando... te amenazaron a ti... y a Peter... -hizo una pausa y respiró hondo-. Sentí algo muy intenso en mi interior. Era como una energía muy potente. Por eso grité. Sé que grité muy fuerte para intentar sacar esa energía de mi cuerpo. Pero después de eso, solo recuerdo despertarme en esta cama.

Peter hizo un gesto de compasión bajo la máscara y cogió su mano para después acariciarla suavemente. La miró a los ojos y decidió decírselo.

- Loren, no fue solo eso. Algo más ocurrió, pero no lo sabes porque te desmayaste.

La chica frunció el ceño y apretó inconscientemente la mano con la que Spider-Man agarraba la suya. Él se acercó más a ella.

- Si no quieres que te lo diga, solo dímelo.

- Quiero saberlo –dijo ella algo asustada.

Peter mantuvo sus ojos fijos en los de ella y comenzó a hablar.

- Desde donde yo estaba, todo era tan extraño que llegué a pensar que no saldríamos de esta. Cuando empezaron a decir esas cosas... tu cuerpo cambió. Me refiero a la sensación que percibí gracias a mis sentidos arácnidos. Nunca antes había percibido algo así, ni de ti ni de nadie más.

- ¿Qué percibiste exactamente?

- Calor. Y energía. Luz. Era algo muy intenso y potente, justo como lo has descrito tú. Sentí que algo dentro de ti se... encendía. Se activaba, mejor dicho.

Euforia - Peter Parker [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora