James Miller o mejor conocido como el Rey, es uno de los más grandes, poderosos, respetados y temidos mafiosos, a decir verdad es el peor. Es muy frívolo con todos y no se tienta el corazón para nada, pues es un bloque de hielo; no conoce el amor po...
Sus miradas desafiantes me ponían los pelos de punta.
-Préstame a MI novia - me tomó de la mano llevándome con él a su oficina.
-Yo le dije a Liz que no me ibas a dejar - fui interrumpida por sus labios sobre los míos, tarde unos segundos en responderle.
-Me gusta hacerla enojar - respondió a escasos centímetros de mis labios - Sé que ella te cuidará, pero aun así, no quiero que salgas si no va contigo Evan, tus hermanos o yo. Es por seguridad.
Por cierto - me soltó y fue a sacar algo del cajón de su escritorio - Esto es para ti - me extendió una caja de regalo - Ábrelo.
Abrí la caja emocionada.
-James, no puedo aceptarlas.
El regalo consistía en tarjetas de crédito y un celular nuevo.
-Le diré a mi papá...
-Alex - me cortó - Lo mío es tuyo - declaró - Pronto nos casaremos, con mayor razón deberías aceptarlas.
De las tres tarjetas de crédito, dos son de mi parte y la otra la manda tu padre a cambio de la que perdiste. El celular también es de mi parte, pero eso sí, estarás muy vigilada por mí a través de él.
-¿Tan protector eres?
-Tengo motivos.
-¿Ah sí?, ¿Cuáles? - cuestione con una ceja elevada cruzándome de brazos.
-Sabré dónde estarás y con quién, así si estás con otro chico lo mataré porque solo eres mía Alexandra Coleman.
Acortó toda distancia que nos separaba y me besó con pasión.
Literalmente nos estábamos devorando la boca a medida que caminábamos al sillón y me recostaba en éste.
-Perdón la interrupción - gritó Liz tocando la puerta - ¡Quiero salir james!, Si pierdo más tiempo aquí y no puedo comprar a gusto te voy a matar.
No contuve la risa, James se levantó a abrir.
-¿Matarás a tu hermano más guapo?
-Idiota - frunció el ceño - Eres el más feo.
-El más guapo, sí, ya lo sabía.
Comenzaron a reír, me limitaba a observarlos sonriente. Me recuerdan tanto a Kyle y yo.
-Ya te puedes ir y solo por esta vez te presto a mi reina. Pero, yo iré con ustedes.
-¡James! - resopló Liz.
-Vámonos, se nos hace tarde.
Evan no quiso ir porque esperará a mis hermanos.
-¿Sabes a dónde fue mi papá?
-Viaje de negocios - se limitó a responder James - Descuida, estará aquí para tu presentación.
No respondí nada. Continuamos en camino en silencio.
James, Liz y yo íbamos en una camioneta mientras otra venía detrás con los hombres de James. En el centro comercial iba de la mano de James y Liz iba al frente de nosotros.
-Mi reina, olvide mencionar que las tarjetas que te di aún no puedes usarlas hasta estar casados.
-No te preocupes - le sonreí.
-Eres una dulzura - me dio un beso - Todo lo que vayas a comprar yo lo pago.
-Gracias mi rey.
-Hey - carraspeo Liz - Sigo aquí, luego se demuestran su amor. Vinimos a comprar, no a noviar.
-Si Liz - reí rodando los ojos - ¿A dónde quieres ir primero?
-Por ropa - respondió obvia - Entremos ahí - señaló una boutique y me jaló haciéndome soltar a James. El susodicho nos seguía sonriendo divertido.
Estaba viendo un vestido muy lindo, voltee a buscar la opinión de James, pero lo que vi no me gustó para nada. Se encontraba platicando muy animadamente con una chica y ella estaba muy, MUY cerca de él.
-Él es mío - gruñí celosa en mis adentros.
Me quedé mirando lo que hacían, pero cuando ella lo agarró del brazo, me acerqué rápidamente parándome a lado de la tipeja.
-¿Interrumpo algo?
Interiormente me sorprendí por mi actitud frívola e inclusive juraría que James se puso nervioso.
-Sí, le estaba haciendo compañía. Puedes creer que su estúpida novia lo dejó solo, ¿cómo se atreve? - entrelazó su brazo al de él. James intentaba zafarse, pero ella no lo dejaba.
Esto es el colmo.
-¿Lo estás acompañando? - levanté una ceja mirándolos con una sonrisa irónica - Pues su maldita novia dice que lo sueltes.
Yo recuerdo que él estaba conmigo hasta que una perra se lo llevó, ASÍ QUE SUELTA A MI NOVIO YA.
La chica no lo pensó dos veces ante mi tono intimidante, su cara lo decía todo antes de salir corriendo. James sonrió encantador, pero yo seguía enfadada.
-¿Celosa? - Gire la cara ignorándolo - Lo estabas - aseveró orgulloso - Me encanta que reclames lo que es tuyo.
-¿Reclamar?, ¡Estás loco!, Por mí vete con ella.
Di media vuelta dejándolo solo.
-Alex - me detuvo sosteniéndome del brazo, obligándome a verlo - Te quiero a ti, tu eres mi reina.
-Eso no parecía hace unos minutos, te veías a gusto con ella.
-Claro que no, solo contigo.
Iba a besarme, pero corrí la cara soltándome de su agarre y me marché con Liz quién supongo, miró toda la escena.
-Lo vi todo - murmulló - Esa tipa se lo merecía. Ahora me caes mucho mejor - sonrió orgullosa - Serás la mejor cuñada de todas, ya te amo - se abalanzo a abrazarme - Bueno ya, entra ahí y pruébate estos vestidos - puso en mis manos toda la ropa que estaba mirando y me empujó dentro de los probadores.
-Gracias Liz.
James quería acercárseme, pero fue detenido por su hermana. Ignorando su presencia me adentre en el probador, en este momento lo único que necesitaba era estar lejos de él.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.