Alexandra Coleman.
Tres semanas habían pasado desde esa pelea con James. Pensé que me buscaría como en reiteradas ocasiones, lo cierto es que me equivoqué, pues ni una llamada de su parte he recibido hasta ahora.
Esa misma noche que peleamos recibí una llamada de Lizeth, preguntándome si sabía algo sobre James porque no sabían nada de él. Tal parecía, esa misma tarde que salió del evento tomo sus cosas y se fue llevándose a Sofí.
Nadie sabía dónde estaba y sinceramente eso me pone mal. Admito que estaba enojada por su desconfianza, pero cómo no estarlo su a diario le demuestro cuánto lo amo, que es el hombre de mi vida y sin en cambio, él cada que se enoja se comporta como un niño inmaduro; dice estupideces sin sentido, no piensa las cosas y abre la boca soltando lo primero que se le viene en mente.
Amo que sea celoso, me gusta que me cele, pero sus celos mezclados con enojo lo hacen cegar y sobrepasa los límites.
-¡Coleman te estoy hablando! - su grito de Nico me devuelve a la realidad.
-¿Uhm?
-Te estoy hablando y no me haces caso - entrecierra los ojos pareciendo entender - Nuevamente estás pensando en él.
-La verdad es que no dejo de preguntarme en dónde está, ¿por qué se fue?, ¿por qué no me ha buscado? - gruñí frustrada sintiendo los ojos picarme.
-No llores princesa - me abrazó - Cómo no estuve ahí ese día para partirle la cara por comportarse como un jodido imbécil.
-No te recrimines Nico, no eres mi papá para cuidarme.
-Soy tu mejor amigo - objeta - Eres como mi hermana, por eso te cuido y protejo. Pero ese día tuve que salir porque ya sabes, problemas en una de mis empresas.
-Lo sé - sonrió agradecida - Y te agradezco enormemente que estés viviendo en mi apartamento desde que Steve se fue a Rusia y Kyle a Colombia.
Mis hermanitos no querían dejarme, más no podían dejar sus negocios descuidados. El primero se fue a solucionar un problema con sus negocios y el segundo a cobrar una deuda.
-No es nada, después de todo; comer contigo esos antojos tuyos no es tan malo - rio - Lo único que odié, fue me hicieras salir 2 veces en una noche para conseguirte pastel de chocolate y cheesecake de oreo, papas fritas y un bote de helado. Y por si fuera poco, tremendo susto me metiste cuando estabas dormida y te levantas como en película de terror, sales corriendo al baño y vomitas hasta el intestino.
-No seas exagerado - ruedo los ojos, divertida - Además el pastel de chocolate lo pedí para ti y te convidamos de nuestro helado. Perdón por espantarte, rara vez me dan nauseas así.
-Por cierto, hoy no podré quedarme contigo. Tengo que salir de viaje, ¿recuerdas? - Hizo una mueca fastidiado - Le pregunte a Dylan si puede quedarse contigo y aceptó.
-¡Nicolás! - Golpee su brazo fulminándolo con la mirada - NO, ¿cómo se te ocurre?
-Vamos Alex, será una sola noche y no te hará nada o le corto las bolas - junta sus manos suplicando - Trataré de llegar antes y tu hermano llega en la madrugada. Ahora, si no quieres que se quede, se irá a la hora que tú digas - levanta un dedo en advertencia - Pero luego de que llame a tus escoltas y lleguen.
-Nico...
-No quiero dejarte sola y Anna tampoco puede - mueve sus ojos tiernamente haciendo puchero - Por favor.
-¡AY!, está bien.
-Gracias, ¡gracias!, prometo que cuando regrese te llevaré a comprar todo el helado que quieras.
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El rey
RomanceJames Miller o mejor conocido como el Rey, es uno de los más grandes, poderosos, respetados y temidos mafiosos, a decir verdad es el peor. Es muy frívolo con todos y no se tienta el corazón para nada, pues es un bloque de hielo; no conoce el amor po...