Alexandra Coleman.
Carlos había entrado hacerme el chequeo, James se quedó fuera. Al parecer fue avisarles a los demás que ya había despertado.
-Pasaste varios días en coma Alex, pensamos que te perderíamos - le di una media sonrisa por su "pensamos", era cierto que conocía a Carlos de hace muy poco, pero se convirtió en un amigo para mí a pesar de no convivir tanto con él
-Casi nunca nos vemos a excepción de reuniones de negocios y lamento que cuando nos vemos sea por una situación así.
-No pasa nada, prometo visitarlos más seguido.
-Y nosotros a ti. Ahora dime, ¿cuánto tiempo estuve en coma?
-Dos semanas.
-Eso explica su aspecto de James - hice una mueca - ¿Sabes si se encuentra bien?, te lo pregunto cómo su amigo y no profesionalmente.
-Lo paso mal, me atrevo a decir que se veía miserable sin ti. Si no hubieras despertado pronto habría hecho una locura.
-Si yo hubiera estado en su lugar creo que estaría igual o peor.
-Tal vez si Alex, pero recuerden que tienen dos pequeños y están muy bebés, no pueden dejarlos.
-Lo sé - suspire. Más tarde hablare con James.
-Bien Alex, ahora regresemos a lo principal - se puso serio - Tienes buena recuperación. Debes mantener reposo y seguir los cuidados para evitar que se abran las heridas o se infecten; estarás bajo vigilancia los próximos 2 días, luego veremos si te doy el alta.
-Gracias Carlos.
-De nada - sonrió. Al abrir la puerta estaban mi papá y mis hermanos, luego de saludarlos se fue.
-¡Princesa! - chillaron mis hermanos al unísono antes de prácticamente, abalanzarse sobre mí abrazarme.
-Chicos, tengan cuidado o lastimarán a su hermana - reprendió papá.
-Claro que no.
Kyle y Steve comenzaron a llorar, esa es su forma de mostrar amor - Yo también los amo, polluelos - se me dificultaba abrazarlos porque seguía doliéndome el cuerpo.
-Estás castigada, por el resto de tu vida - menciono papá, mis hermanos se apartaron dejándolo abrazarme.
-Papá ya soy una adulta, no puedes castigarme.
-Serás una adulta, pero yo soy tú padre y te castigare cuando lo crea necesario ¿entendiste? - aseveró.
-Si papá.
Sonrió - Muy bien princesa - rodé los ojos y mis hermanos rieron.
-¿Cómo están mis pequeños? - extrañaba mucho a mis bebés, me hacían demasiada falta.
-Han estado inquietos. Apenas dieron la noticia en la casa de que estabas bien, como por arte de magia se tranquilizaron - dijo Kyle.
-Ay mis pequeños - se me aguaron los ojos - ¿Dónde está James?
-En un rato viene, Liz lo hizo ir a cambiarse y comer algo.
-Steve, Kyle. Quiero hablar con papá, pueden dejarme a solas con él.
-No cederá a levantarte el castigo - explicó Steve - Todos estuvimos de acuerdo, hasta James.
-Ya Steve - reí.
Ambos chicos salieron de la habitación.
-¿De qué quieres hablar princesa? - preguntó papá sentándose en el sillón.
ESTÁS LEYENDO
El rey
RomansaJames Miller o mejor conocido como el Rey, es uno de los más grandes, poderosos, respetados y temidos mafiosos, a decir verdad es el peor. Es muy frívolo con todos y no se tienta el corazón para nada, pues es un bloque de hielo; no conoce el amor po...