-Eso rimó.
-Yo los dejo - Liz se fue dejándonos solo. Gire a verlo con una sonrisa.
-Perdón por lo de hace un rato.
-No tengo nada que perdonarte - lo abracé por la cintura, él me envolvió entre sus fuertes brazos - Me di cuenta de algo y ahora entiendo un poco mejor las cosas.
-Mi reina, lo que dije es verdad - puse mi dedo en sus labios. Baje mis manos a su cintura, desfaje su camisa y las metí debajo de la misma para trazar caricias en su espalda. James escondió su rostro en mi cuello, bajó sus manos a mi cintura apretándome contra él - No hagas eso - ronroneó en mi oído con voz seductora.
-¿Por qué no amor?
-Porque me dan ganas de regresar a nuestra habitación y poseerte en mil posiciones distintas - mordió el lóbulo de mi oreja - Pero no lo voy hacer - unió nuestro labios en un beso salvaje, al finalizar mordió mi labio muy fuerte, solté un quejido al sentir mi sangre en la boca - No hasta que nos casemos.
-¿Siempre si será en dos semanas?
-No, la boda será esta semana, el sábado para ser exacto.
-¡QUÉ! - Pegué el grito en el cielo - ¿Por qué?
-Debido a lo sucedido con Fabián y lo que nos contó Nicolás, las cosas cambiaron mucho. Tenemos que apresurarnos - plantó un beso en mi frente - Pronto terminaremos con esto, lo prometo.
-Y luego vendrán situaciones peores - agaché la cabeza sintiendo culpa. James levanto mi cabeza agarrándome del mentón y dejo un casto beso en la comisura de mi labio
-Y sin duda alguna yo estaré ahí para protegerte.
-Será una semana pesada, yo no sé nada de bodas. Peor aún, ¡no sé cómo vayas a querer la decoración!
-¡Mi reina! - Me zarandeo interrumpiendo mi monólogo - No importa como salga, la boda se hará a tu gusto. ¿Qué más da si es algo extravagante o no?, Deja de preocuparte por pequeñeces.
-¿Vendrán muchas personas? - negó.
-¿Recuerdas a los invitados de ayer?
-Lo bueno que no van a ser muchas - manifesté sarcástica provocando su risa.
-De esas personas solo vendrá la mitad, o menos. Serán las personas más importantes, además de tú familia y amigos.
-Esto va a ser un dolor de cabeza - hice un puchero inconscientemente
-Pareces un bebé haciendo eso - me regaño.
-Acostúmbrate porque así es está bebé y si no, me puedo ir ya mismo y no hay boda.
Me solté de su agarre y camine adentro de la casa, James corrió a cargarme igual a un bebé.
-Puedo acostumbrarme a tus pucheros - beso toda mi cara - A tu ausencia jamás, así que de aquí no sales - sentenció con una enorme sonrisa.
-¡Bájame James!
-¿Te irás? - levantó una ceja mirándome cuestionante.
-Si - mentí aguantando las ganas de reír - Me iré lejos.
-Entonces no te bajaré no te dejare sola.
-No lo creo, tienes que salir.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque andas muy arreglado - demasiado diría yo - Supongo vas a trabajar, o quizá vayas a reunirte con alguien - lo fulmine con la mirada - Por ejemplo, una tipeja - mi novio lejos de enojarse sonrió arrogante.

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El rey
RomanceJames Miller o mejor conocido como el Rey, es uno de los más grandes, poderosos, respetados y temidos mafiosos, a decir verdad es el peor. Es muy frívolo con todos y no se tienta el corazón para nada, pues es un bloque de hielo; no conoce el amor po...