Capitulo 74

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No pegué el ojo en toda la noche, me la pasé contemplando a mi mujer dormir y de vez en cuando iba a los cuneros, que es dónde están mis hijos. La verdad es que no tenía permiso para hacer eso, pero ser el dueño del hospital tiene ciertos beneficios.

Mi reina abrió sus ojitos azules, se ve tierna recién despierta - Buen día mi reina - la besé dulce.

-Buen día amor.

-¿Descansaste?

-Un poquito, no es lo mismo dormir sin ti a mi lado - hizo un puchero.

-Sabía que pronto reconocerías cuánto me extrañas junto a ti - sonreí arrogante ganándome un golpe en el brazo.

-Eres un jodido arrogante. Lo bueno que ahora tengo dos hombrecitos para dormir con ellos, ya no harás falta - levantó los hombros desinteresada.

-Eso sí que no - negué serio y fruncí el ceño acercando mi cara a la suya - Nadie me quitará mi lugar - sonrió burlonamente, besando la comisura de mis labios.

-Da risa que seas celoso hasta de tus hijos.

-Cállate - reí atrapando sus labios tiernamente. Quería transmitirle todo mi cariño, mi amor por ella; mis sentimientos por Alex son inmensos y estoy enormemente agradecido por haberme dado lo más hermoso de este mundo, nuestros hijos.

Nos separamos por unos golpes en la puerta.

-Buen día Alex, James - nos miró a ambos con una sonrisa.

-Hola Carlos - saludamos.

-Muchas felicidades, ya vi que tienen dos hermosos niños.

-Gracias - sonrió mi reina - ¿Sabes cuándo podré verlos?

-Te hago una revisión rápida y si todo está bien, te los traen.

Salí dándoles privacidad, no paso mucho tiempo cuando mi amigo me aviso que podría entrar.

-Estas en perfectas condiciones para ser mamá primeriza y de gemelos - aclaró sonriente. Solté un gruñido bajo - Calma, no lo digo con malas intenciones.

-¿Cuándo les darán el alta? - pregunté cambiando el tema.

Carlos rodó los ojos con una sonrisa divertida - La verdad, en la mañana me tocó revisar a sus hijos y están en perfecto estado al igual que Alexandra. En un momento ordeno que les manden a sus bebés, los alimentas - refiriéndose a mi mujer - Y cuando termine vas a mi consultorio, yo te doy el alta para que no demores con el papeleo.

-Está bien, gracias Carlos - hablo Alex.

-Gracias - asintió y salió.

-Amor, ¿por qué no han venido los chicos a vernos? - indagó mi reina un poco apagada.

-No es por nada malo - aclaré antes de que pensara cosas erróneas o se pusiera triste - Era muy de madrugada cuando te trajeron a la habitación, luego alimentaste a nuestros hijos y bueno; quería que te dejarán descansar, te veías agotada.

-¿Entonces se fueron a la casa? - preguntó más animada.

-Sí, a excepción de Lizeth y Kyle. Ellos se quedaron toda la madrugada en la sala de espera, ¿les llamo?

-Si - saque mi celular y en ese momento entraron dos enfermeras con los bebés.

-Buenos días Señores Miller.

-Buenos días.

-Si necesita ayuda, alguna de las dos podemos auxiliarla nuevamente.

-Alguna de las dos podría quedarse en lo que llega mi cuñada - una de las enfermeras asintió ordenándole a la otra que se fuera.

El reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora