El rey

Capitulo 77

James Miller.

Ayer pase un día maravilloso con mi reina y tal como dije, disfrute la noche al máximo haciéndole el amor en cada rincón de la casa, hasta el amanecer. Ni pudimos dormir, pues a primera hora de la mañana regresamos porque yo tenía una junta de mafiosos al medio día, me costó mucho separarme de ella.

Por dentro estaba que no podía con tanta felicidad, pensé que nada lo iba a arruinar, hasta que una llamada, una maldita llamada lo cambio todo. Deje botada la reunión saliendo del hotel donde se llevaba a cabo, con el alma destrozada.

Conduje al hospital y ni siquiera sé cómo lo hice, estaba fuera de mí. Ella no podía estar muerta, no lo estaba y todo esto es una maldita broma de pésimo gusto.

-Díganme que es una broma - me acerqué a Evan, quién se encontraba con Steve en sala de espera.

Me miró afligido - James... - Steve tenía los ojos llorosos.

-¡Debe ser una maldita broma! - Steve negó tapándose la cara. Di vuelta sosteniendo mi cabeza, intentando mantener la postura para no caer de rodillas y ponerme a llorar - ¿Cómo está y qué pasó?

-Está en cirugía - se calló un momento antes de continuar - En la mañana salió con Palmer, le dijo a sus escoltas que iría sola y no quería que la siguieran, que era una orden. Los chicos obviamente no le hicieron caso, la siguieron y siempre estuvieron en la camioneta al pendiente de ella.

Una camioneta se paró delante de ellos impidiéndoles ver, bajaron para seguir haciendo su trabajo cuando escucharon unos disparos. La camioneta aceleró y más adelante vieron que recogió a un tipo, Erick y Tony no siguieron la camioneta porque fueron hasta Alexandra, lamentablemente la encontraron con un disparo en el pecho y a Palmer... - paso saliva pesadamente, demostrando tristeza en su mirada. Sabía lo que iba a decir y no quería escucharlo, me había encariñado con ese Señor al igual que él al punto de considerarlo un padre - Palmer está muerto - una lágrima bajo por su mejilla.

Siento tristeza por perder a Palmer, pero no sé compara a lo que siento por no saber nada de mi mujer, solo el hecho de que están operándola para extraerle esa bala y es grave, tan grave que lo más probable es que no sobreviva.

Si Alexandra muere, me muero. No puedo imaginarme un mundo sin ella.

Pasaron varias horas sin tener noticias de mi reina, Evan se había ido a organizar el entierro de Francisco. Me quede solo con Steve, ambos estábamos igual, él sufría por su hermana y yo por mi mujer.

Llame a mi hermana para saber cómo están Valerio y Giorgio, dijeron que estaban muy lloroncitos. Pero que no me preocupara, ellos se hacían cargo.

-Al parecer también sienten lo que pasó con su madre - pensé tapando mi cara con ambas manos.

-James, Steve - Steve y yo nos levantamos enseguida esperando alguna noticia - La cirugía fue un éxito - sentí el alma regresarme al cuerpo.

-¿Ella está bien?

-Entro en coma - me miro con pena - No sé sabe cuánto tiempo estará así, podrían ser horas, una semana o meses.

-Dime la verdad Carlos, ¿qué tan grave es?

-Como doctor no te voy a mentir, James. A pesar de que la cirugía fue un éxito, su estado es crítico y en cualquier momento puede...

-Ni siquiera lo digas - interrumpió Steve.

-Lo lamento mucho chicos, estaré al pendiente de ella.

-¿Podemos pasar a verla?

-Aún no. En un rato mando a una enfermera venir por ustedes.