Día lunes, inicio de semana y desde temprano estoy en el centro comercial con Lizeth viendo vestidos de novia. Resulta que mi cuñada no está de acuerdo con los vestidos que me he probado - No es digno - esa es su respuesta a todos.
-¿Este?
-No, prueba otro.
Regrese al probador y me cambie por uno en corte sirena con mangas, tenía encaje y la pedrería era discreta.
-¿Te gusta? - me miré al espejo, la verdad es que no es tan lindo.
-¡ABSOLUTAMENTE NO! - me miró horrorizada.
La chica que nos estaba atendiendo se quedó pensando unos minutos, se notaba frustrada la pobre.
-Los vestidos son lindos - admitió - Pero no es el adecuado.
-Esta mañana llego un vestido nuevo, lo considero por las referencias de lo que buscan. Si me permiten, puedo traerlo.
-Adelante, tráelo - pidió desesperada.
La chica prácticamente se convirtió en flash, no tardo nada en traer el vestido. Entre al probador - Wow, es hermoso - Es un vestido blanco con encaje ceñido al cuerpo, escote corazón con tirantes de encaje; tiene media falda, desmontable y el cinturón con el detalle plateado del que se sujeta no se identifica - Este es - salí segura de mi elección.
Liz ahogo un grito de emoción - Es el adecuado, ¡nos lo llevamos! - afirmó con una gran sonrisa.
-Nos lo llevamos - sonreí y regrese al probador a cambiarme.
-Se veía hermosa, su novio se morirá cuando la vea ese día - sonrió amable y se marchó con el vestido.
-Ella tiene razón - susurró Liz. Fuimos a la casa en medio de risas, ella pago y le entregaron el vestido en una caja larga de cartón blanca, amarrada por un moño plateado.
-Dom, llévatelo por favor - el escolta agarró la caja sin chistar - Ahora siguen los zapatos.
Yo asentía a cada cosa que preguntaba, compramos mis zapatillas - Demasiado lindas - y fuimos a comprar más ropa. Liz me ignoró cuando le dije que ya tenía mucha, solo respondió "cambio en la noche" - Parece mi madre - no podía ni rechistar porque terminaba regañada y con dos meses de castigo.
-Tenemos casi todo.
-¿Comprarás más? - miré a Dominick y a los otros dos escoltas, todos iban sobrecargados de bolsas con ropa, maquillaje, zapatos, entre otras cosas.
-Claro, todavía no compramos lo importante - me arrastro a una tienda de lencería.
Ay no - pase saliva con dificultad - No quiero pensar para qué entramos aquí. La idea de mi noche de bodas me ponía demasiado nerviosa.
-Lizeth, no crees...
-No nos iremos - advirtió señalándome con sus largas uñas azules - Necesitamos comprar la lencería adecuada para tu noche de bodas - levantó ambas cejas con picardía - Andando.
Media hora después salimos con varias bolsas, mi cuñada compró mucha lencería, demasiado hermosa y atrevida. Le dio las bolsas a Dominick y caminamos de regreso al auto.
Nosotras esperemos montadas en la camioneta mientras ellos guardaban las cosas, a los pocos minutos ya estábamos partiendo de regreso a casa.
En la mansión no había nadie más que los empleados, James y Evan seguían en la empresa, Nicolás estaba en casa de mi padre con mis hermanos, puesto que estaban enseñándole todo acerca de la mafia. Cene con Liz y al terminar cada una se fue a su habitación.
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El rey
RomanceJames Miller o mejor conocido como el Rey, es uno de los más grandes, poderosos, respetados y temidos mafiosos, a decir verdad es el peor. Es muy frívolo con todos y no se tienta el corazón para nada, pues es un bloque de hielo; no conoce el amor po...