James Miller.
Ayer no pude conseguir más información relacionada con el sujeto que busco y eso me tiene estresado, por ello salí a correr desde las seis a.m.
-Hola amor - saludo una voz chillona desde el auto a mi lado.
-Qué quieres - cuestione frívolo.
-A ti - respondió cínica - Vamos, deja de correr un momento y sube al auto hacer cardio conmigo.
-No April y ya te había dicho que dejes de molestar - espeté deteniéndome - Es la última vez que te lo voy a decir. Además, mi mujer ya te lo había aclarado, ¿no?
-Oh por favor, ella no tiene por qué enterarse - apago el auto y se bajó - Jame dale, no te vas arrepentir sino al contrario, lo vas a disfrutar - puso una de sus manos sobre mi pecho, pegando sus labios a mi oído - Vamos amor - susurró.
Sé lo que intenta hacer y no conseguirá nada.
-Te dije que no - la avente alejándola de mi cuando intentó besarme - Mantente alejada April, no me hagas enojar.
-¿Qué le vez a esa perra?, Yo soy mejor que ella y estoy segura que no te dará lo mismo que yo - se cruzó de brazos furiosa - Regresaras a mi cuando ella te traicione, o crees que teniendo a un chico detrás de ella, muy guapo por cierto, ¿te será fiel? - Veía la burla en su mirada - No seas iluso.
-Cállate - corté frívolo - Ella es mucho mejor que tú en todo y por eso la envidias, así que deja de decir calumnias en su contra porque ella jamás me engañaría - afirme seguro, confiando en mi mujer.
Me marche antes de perder el control por completo, no alcancé a escuchar lo último que ladró porque ya estaba lejos. En cinco minutos estaba de regreso; cruce la reja y Alex venía saliendo con Nicolás.
-Amor, te estaba... - La pase de largo - ¿Qué tienes?, ¿Todo está bien? - preocupada analizo mi rostro serio.
-Todo está bien, vete con cuidado - sin más entre a la casa. No deje que respondiera y ni siquiera le di un beso, solo la deje ahí, confundida.
-Mi niño - Sofí me llamo.
-Ahorita no - musite tajante.
-¡Hey! - El grito de Lizeth no se hizo esperar - Pero qué te pasa a ti, grosero - no respondí, continúe mi camino hacia mi cuarto de entrenamiento.
Necesito descargar este enojo.
Escuche la puerta cerrarse - Llevas una hora y media encerrado, "entrenando" - ironizó - ¿Qué sucede?
-Nada Evan, NO ME SUCEDE NADA - grite dando otro golpe al costal de box.
-¡JAMES, PARA! - Gritó preocupado - ¿Qué o quién, te hizo enojar?
-April - gire a verlo sobándome el puente de la nariz.
Le narre lo ocurrido, mi hermano tenía el ceño fruncido no dando crédito a las palabras de la rubia.
-James, la conoces. Sabes que hará hasta lo imposible por separarte de Alexandra, por eso te dijo esa sarta de mentiras.
-Pero es que...
-Pero nada, James - me hizo callar - Alexandra no te engañaría y deberías estar seguro de eso.
-Evan...
-Sal de aquí, ve a ducharte, te arreglas para tu esposa y vas por ella al instituto - me levanto, llevándome a empujones hacia la puerta - Después puedes llevarla a dar una vuelta o yo que sé.
-Gracias hermano - gire dándole un abrazo.
Una hora más tarde estaba totalmente listo para ir en busca de mi chica.
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El rey
RomanceJames Miller o mejor conocido como el Rey, es uno de los más grandes, poderosos, respetados y temidos mafiosos, a decir verdad es el peor. Es muy frívolo con todos y no se tienta el corazón para nada, pues es un bloque de hielo; no conoce el amor po...