Capitulo doce | Encuentro.
—Oh no cariño, no me mires con esos ojitos—pidió Matt antes de adentrarse a la habitación pasando por mi lado.
¿Qué hacía Matt aquí?
Cerré la puerta no sin antes mirar por ambos lados del pasillo, estos estaban vacíos, él seguramente habría venido solo, cerré la puerta con traba antes de adentrarme a la habitación del hotel y encontrarme al hombre parado de brazos cruzados mirándome de pies a cabeza.
—Ese bebe sí que ha crecido—me intento dar una pequeña sonrisa.
—Ya me han encontrado—afirme, a lo que él asintió—. ¿Quién fue a la tienda a retirar mi encargo? —lleve mis manos a mi cintra.
—Dalton—soltó mirando la habitación.
—Así que él está aquí—suspire antes de sentarme en uno de los pequeños sofás de la habitación.
—Él fue quien te encontró de hecho—comento imitando mi acción, sentándose en la pequeña mesa ratonera—. Se irrito mes a mes, cuando ni Jeff ni yo le llevábamos buenas noticias, por lo que decidió encargarse el del tema.
¿Eso sería un alago? Después de todo espero cuatro meses pasa buscarme el mismo.
—Eres buena en eso de esconderte—dijo mirándome—. Has hecho que le salgan canas a mi hermano—sonreí—. Aunque también eras un constante pensamiento. Después de todo creo que aún no sabes los peligros que corres, Dulce.
—Se cuidarme, Matt—suspire antes de recostarme en el sillón.
—Créeme—me miro fijo—. A partir de hoy no dejare que esa carita de "no rompo un plato" me confunda, Dalton tenía razón, eres una pequeña caja de peligro.
— ¿Dónde está? —pregunte cuando no dijo nada más.
—Buscándote, de hecho hay muchas personas buscándote en esta ciudad ahora mismo—moje mis labios—. Yo fui quien tuvo suerte, ahora te aconsejaría que reúnas toda la paciencia que tengas, cariño, porque mi jefe no está en su mejor momento ahora.
Como si yo lo estuviera.
— ¿Lo llamaras? —pregunte cuando lo vi sacar su móvil, asintió—. ¿Puedo hacer algunas maletas? He comprado unas cositas para él bebe y quisiera llevarlas—lo vi dudar antes de asentir.
Pude sentir su mirad apuesta en mi hasta que saque la maleta vacía de debajo de la cama, escuche perfectamente le sonido del celular desbloqueándose, mientras escuchaba cosas sin sentido dentro de la maleta, miraba de reojo a Matt, se sintió el sonido de siempre antes de esperar a que le atiendan y cuando vi cómo se dirigió a la ventana, no puedo no resistirme.