4. ¿Quién es Jungkook?

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La idea de usar dos veces el gimnasio al día sabiendo que debía volver a la escuela por las tardes tres veces a la semana, comenzaba a cobrarme factura. 

     Mis músculos dolían por las pesas y los ejercicios de pierna; de mi cabeza ni hablar, punzaba como el demonio. ¿Por qué al entrenador Soobin se le había ocurrido sugerir en el congreso escolar que el curso de natación tuviera seis horas en lugar de tres a la semana? Nunca lo sabría con certeza. De seguro era porque ese año quería llegar realmente a las semi-finales en los concursos de la provincia, pero todos en el equipo sabíamos que esa era una ambición demasiado grande, incluso para él. Había escuchado que, año con año, el profesor preparaba a su mejor cuadrilla para representar a la escuela en las competencias de nado, pero nunca llegaban a calificar. Las otras instituciones los hacían pedazos.

     Yo acababa de unirme. Tenía poco tiempo de haber cumplido 18 años y me esperaba el último semestre —del último año— por delante. La idea surgió después de haberme mudado y de haber estado al borde de la expulsión en mi antigua escuela —acto del cual no me enorgullecía—, pues meterme al equipo de natación me había parecido la vía perfecta para aclarar el torbellino de mi mente, justo como el cloro hacía al purificar el agua de la alberca. Nunca se me habían dificultado los deportes, así que no había tenido excusa para evitar apuntarme a las actividades extracurriculares desde la primera semana del curso. Al principio me había costado socializar con los otros chicos del equipo, pero después de cumplir un mes conviviendo ya podía incluso cambiarme con ellos en el vestidor; mi timidez no tenía límites.

     Justo ese pensamiento me recordó a Yunah. Mientras apoyaba mi cabeza contra la fría ventana del autobús, su rostro vino a mi mente. Podía fácilmente repasar sus facciones en mi memoria e imaginar la posible curva de su sonrisa. Era más seria en persona de lo que había previsto, pero su voz era incluso más suave de cerca.

     La primera vez que la vi fue una mañana a finales de septiembre. Yo acababa de encontrar un gimnasio decente que abría desde la temprana aparición del alba, por lo que no había dudado en sacar membresía y hacerme cliente. Semanas después, el sitio al que tanto me fastidiaba ir se había convertido en un templo. Yunah —con sus mezquinos "buenos días" en recepción y su cabello largo recogido en una coleta— me alejaba de mi pozo personal cada que nos cruzábamos al terminar mis entrenamientos matutinos. Solo podía observarla alrededor de tres minutos al día, pero eso bastaba para que mi cabeza imaginara todas las posibles formas en que podíamos coincidir e intercambiar números. 

     Aunque ninguna de esas fantasías se comparaba con la escena de hacía escasos minutos. Ni siquiera me había recuperado de nuestro encuentro cara a cara el día anterior en los vestidores cuando ya la había golpeado con una puerta. ¿Así jugaba el destino? No podía saberlo ya que no creía en él, pero si alguien realmente movía los hilos desde arriba, me había hecho pasar la peor vergüenza de mi vida. 

     Extrañamente, lo que más me había impresionado de nuestro accidente había sido notar el uniforme que Yunah vestía: su escudo era el mismo que el de mi escuela. Me había preguntado entonces cómo pude haber pasado tanto tiempo pensando en dirigirle la palabra si ella siempre había estudiado en la preparatoria a la que yo asistía. Sabía que, de ese momento en adelante, me vería obligado a buscarla con la mirada por los pasillos.

     Así de soñador y ligero me sentía cuando, de repente, noté un borrón —parecido al plantel— pasar frente a mi mirada, la que mantenía pegada en la ventana.

     "¡Demonios, esa es mi parada!", pensé alarmado. 

     No dudé en salir de mi asiento y esperar impacientemente a que el autobús llegara a su siguiente parada. Cuando por fin bajé del vehículo y toqué el suelo, corrí como poseído para llegar al gimnasio de basketball y entrar por la puerta lateral hacia la alberca.

Dysmorphic Charm [jjk] [jhs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora