31. Falacias

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—¿Acaso estoy oyendo un tono de reproche en tu voz? ¿Estás regañándome? —la voz de Yunah se filtra con una ligera risa por la bocina de mi celular.

     —Sí, estás es lo correcto, porque si no te regaño yo, ¿quién lo hará? —respondí medio en broma, medio en serio, y pasé mi brazo desocupado, el que no sostenía el teléfono contra mi oreja, por detrás de mi cabeza para acomodarme mejor en la cama.

     Era ya de noche a esa hora y una tenue luz se colaba en mi habitación, gracias al alumbrado público. Yunah y yo nos habíamos despedido luego de retozar un buen rato en aquel parque, completamente perdidos en nuestros propios mundos y volando ante las sensaciones que habíamos despertado previamente en nuestros pechos. Pensé que iba a sentirme emocionado, enloquecido por las tremendas sensaciones que recorrían mi sistema nervioso; incluso pensé que iba a sentirme extraño o nervioso debido a la cantidad de valentía que había tenido que reunir para decir cada una de las palabras en mi discurso, pero lo que en realidad sentí fue una paz intrínseca, una paz que venía desde lo más profundo de mi psique y que me aseguraba que oficialmente podía llamar a Yunah "mi chica". Era como si me hubiera quitado un velo de la frente, como si se hubiera disipado mi niebla mental y, por la forma en la que Yunah sostuvo mi mano y se estrechó contra mí en todo momento, pude confirmar que ella se sentía de la misma forma.

     Después de viajar a galaxias distantes, escuchar las melodías de los pájaros que buscaban refugio en las ramas altas de los árboles para pasar la noche, y del viento cortándonos la primera capa de piel de la cara por la baja temperatura, decidimos —sin palabras— que era hora de regresar a nuestras casas y decirnos adiós. 

     No fue exactamente ese el curso que pensé que llevaría nuestra cita, nuestra primera cita oficial, pero aún a esas horas en mi cuarto, alrededor de las 8 pm, seguía sin poder imaginarme un escenario mejor para llevarla a cabo, en un parque desierto solo para nosotros dos. La sonrisa tímida que me regaló ella antes de partir y subirse al uber que le pedí para llevarla a casa, la iba a tener muy presente cuando me fuera a dormir esa noche. 

     Sin embargo, no bien Yunah me había marcado —por petición mía— en cuanto llegó sana y salva a su hogar, yo ya había empezado a soltarle mi sermón de novio preocupado por su salud, y en esas todavía andábamos mientras daba vueltas sobre mi cama, deshaciéndola cada vez más. 

     "Incluso reconocer internamente que oficialmente somos novios", pensé sonrojado, "me hace sentirme nervioso".

     —Cállate —se rio en respuesta a mi antigua broma, haciendo un poco de interferencia en la llamada; podía imaginar perfectamente el puchero que estaba haciendo en ese instante—, empiezas a sonar como mi padre.

     Aunque desde un principio traté de sonar lo más despreocupado posible, los acontecimientos de aquella tarde seguían siendo igual de graves, por lo que no me contuve al responderle a aquello.

     —Pues tu padre debería estar preocupado y al tanto de esto también.

     Un silencio turbio se instaló en la línea y deseé golpear algo cercano por ser tan estúpidamente directo, sabiendo a la perfección cómo tendía Yunah a reaccionar a ciertos temas. 

     —Oh... —comencé—, disculpa por soltarlo así, pero sabes que es verdad. Lo que pasó hoy no fue cualquier cosa, y no quiero que vuelva a pasar, no quiero que te vuelva a pasar. 

     Yunah no emitió ningún sonido parecido a una respuesta, pero tomé eso como una oportunidad para seguir hablando.

     —Nunca me he entrometido demasiado en la vida de nadie y no quisiera empezar a hacerlo de mala manera ahora, pero no puedo evitar sentirme preocupado por ti, tremendamente preocupado. No tienes idea de la angustia que sentí al no verte llegar al punto que habíamos acordado y mucho menos cuando te llamé y me contestó tu buzón de voz —hablé atropelladamente y con clara inquietud en mi voz—. Fue como si me hubieran arrancado cada uno de los nervios de mi cuerpo y me cortaran la respiración. Necesito cuidar de ti..., y sé que es una tontería, que seguramente estoy sonando como un loco cuando no llevamos ni un solo día saliendo oficialmente, pero por favor, te lo pido, prométeme que vas a cuidarte más, que no vas a castigarte más. 

Dysmorphic Charm [jjk] [jhs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora