56. Perdonar

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"Respira, Yunah, respira", repetía en mi interior como un mantra, tratando de recordar cómo se suponía que mis pulmones funcionaban. "Solo es la madre de Jungkook, a quien ya conoces, y su abuela, la que probablemente te odie por lo miserable que volviste a su nieto...".

     —Perdón, no tenía ni idea de que ellas vendrían —balbuceaba Jungkook como un cachorro asustado a mi alrededor, viendo con detenimiento cómo poco a poco el color abandonaba mi rostro—. Hoseok-hyung no me dio mucho tiempo de anticipación para cambiar los planes, pero debí haberlas llamado durante el trayecto para siquiera avisarles...

     Ni siquiera el hecho de que Jungkook trajera a la luz al chico de mis ojos se me hizo relevante en ese momento, pues me sentía más presionada por lo que estaba a punto de vivir.

     Obviamente sabía que mi reacción estaba siendo exagerada, que lo más seguro era que solo tendría que platicar con las mujeres un rato y, si las preguntas que decidieran hacerme fueran muy personales, me zafaría con alguna excusa inteligente, pero no podía evitar pensar que había pasado demasiado tiempo desde la última vez que había tratado con algo así de complicado —con algo así de enredado y contradictorio—, por ende, tenía que manejar la situación con la mayor delicadeza posible.

     Tenía miedo de ver una versión completamente disminuida y distinta de la mamá de Jungkook —una mujer que en su momento me había parecido dulce y comprensiva—, además estaba aterrada por conocer a la famosa abuela que había acogido a su nieto y a su hija en casa después de volver a Busan. Seguramente era una señora sabía y conocedora, por lo que captaría a la primera el distanciamiento que entre Jungkook y yo todavía manteníamos; sí, ambos nos habíamos sincerado sobre aspectos importantes de nuestras vidas durante el trayecto de Seúl hasta allí, y sí, por fin nos habíamos enterado de la versión del otro en situaciones dolorosas del pasado y habíamos terminado por ser comprensivos, sin embargo, aún existía un límite, ese que nos mantenía al margen simplemente por haber sido pareja y ya no serlo más.

     No estaba emocionalmente preparada para un interrogatorio de ese calibre y menos cuando era completamente ignorante ante la cantidad de información que Jungkook le había proporcionado a la mujer sobre nosotros y sobre lo que fuimos.

     —Si quieres puedo persuadirlas de regresar a casa y de esperarnos allá para que no te sientas presionada...

     Las ideas de poca cordura que Jungkook seguía sugiriendo no estaban ayudando con el mini-colapso que estaba atravesando, por lo que me obligué a tomar una respiración profunda, salir de mi estado de oh-por-Dios-no-quiero-hacerlo y volver de nuevo a la realidad, todo con tal de interrumpir al chico y frenar su retahíla de palabras sin sentido de la manera más valiente que conocía. 

     —No les digas nada, Jungkook. Estoy dispuesta a conocerlas aquí mismo —hablé decidida, comenzando a caminar hacia lo que parecía ser la salida. Esperaba no verme ridícula dirigiéndome al lugar incorrecto.

     —¿Qué? —apenas alcanzó a preguntar Jungkook antes de correr tras de mí, su cabello largo se le arremolinaba frente a los ojos—. ¿Estás completamente segura?

     —Sí —respondí con mirada al frente, sonriendo por fin al ver la palabra "salida" en grande.

     Apresuré mis pasos, esperando terminar con aquel percance antes de lo esperado para deshacerme de una vez del miedo que hacía retorcer mi estómago. A mi espalda oí a Jungkook decir:

     —¡No me hago responsable por los posibles interrogatorios!

     Antes de que pudiera voltearme para responderle alguna tontería —sí, por alguna extraña razón sentía la necesidad de dedicarle un comentario sarcástico—, choqué accidentalmente con alguien, lo que me hizo sonrojar de inmediato y doblarme en una reverencia para pedir perdón una y otra vez.

Dysmorphic Charm [jjk] [jhs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora