19. Mejorando recuerdos

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"Mi primer beso. Mi primer beso. Mi primer beso".

     Tres palabras, repetidas mil veces, eran las que cruzaban mi mente en aquel momento. En mi memoria sentía aún los tibios labios de mi "amigo", al igual que la fuerza con la que me sostuvo por los hombros para que no me alejara de él.

     Ni siquiera pude pararme a meditar qué carajo había realmente pasado cuando Hoseok se separó de mí y se volteó para empezar a vomitar sobre el pasto de la jardinera de al lado.

     "Mi primer beso. Mi primer beso. Mi primer beso", seguía repitiendo como disco rayado.

     —¿Pero qué demo...? —comencé a decir, todavía en estado de shock—. ¡Hoseok!

     El sonido de las arcadas de mi amigo y las convulsiones que se hacían presentes en su cuerpo debido al estímulo, me obligaron a priorizar mis opciones y, antes de poder pensármelo más, me incliné junto con él y le sobé la espalda, tratando de respirar por la boca para no devolver —también— por el simple olor que ya me era tan conocido, pero no por ello menos desagradable.

     Ni siquiera quise voltear a observar cómo se le juntaban las lágrimas por el esfuerzo, ni su expresión de asco puro, porque mientras le susurraba palabras tranquilizantes para que dejara de escupir mierda, un sentimiento más que devastador se incrustó en mi cabeza y me impulsó a ponerme de pie y alejarme:

     "Perdí mi primer beso con el idiota de Hoseok".

     —Ya, ya... ya pasó. Ahora límpiate con esto —dije y le tendí un pañuelo que cargaba en el bolsillo escondido de mi saco del uniforme— y vamos a la enfermería para que alguien te revise. Tú nunca te pones así.

     Traté de caminar en dirección a la escuela nuevamente, pero su mano me tomó del brazo y me mantuvo en el mismo sitio.

     —Me siento muy mareado —explicó con mirada moribunda y aquello, aunque no disminuyera lo furiosa que estaba, me preocupó—. ¿Podrías ayudarme?

     Sin saber muy bien cómo responderle —si soltarle un insulto por no haber actuado en sus cinco sentidos hacía unos instantes o gritar de frustración—, me acerqué a su cuerpo y le pasé uno de sus brazos por mi cuello, tratando así de apoyar su peso en mí, y retomé el camino de regreso al plantel.

     —Perdón, Yunah-ah. Perdóname por favor —decía Hoseok mientras atravesábamos con dificultad el gentío de estudiantes que parecía indiferente ante el estado en el que se encontraba el chico a mi lado—. Esta vez sí me pasé, perdóname.

     —Por una vez en la vida solo cállate, Hoseok —le respondí con frialdad y seguí empujando su cuerpo para terminar con aquel viaje lo más rápido posible. Simplemente no quería pararme a analizar lo que acababa de pasar.

     "Mi primer beso. Mi primer beso. Mi primer beso".

     Sentí que por una fracción de segundo mi alma se desprendió de mi cuerpo y voló sobre mí para observarme desde arriba con una sonrisa burlona. Una parte de mí quería soltar a aquel chico y dejarlo a su suerte por el simple hecho de haber actuado como un idiota impulsivo, y otra quería fervientemente dejarle el otro ojo magullado.

     Desde que entré al salón aquella misma mañana y lo vi con un golpe en su rostro, tuve un mal presentimiento del día. Cuánto me arrepentía de no haberle hecho caso a mi intuición desde un principio y de permitir que las circunstancias corrieran por sí solas, sin rumbo. Tal vez, solo tal vez, si no hubiera insistido con el tema de su mejor amigo siendo gay nada de esto hubiera pasado.

     "Pero ¿qué dices, Yunah? El único culpable aquí es él por besarte sin permiso y sin avisar", me recriminó mi voz interna y, por una vez en la vida, estuve de acuerdo con ella.

Dysmorphic Charm [jjk] [jhs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora