Dysmorphic Charm [jjk] [jhs]

46. El silencio mata

De: paeyunah@naver.com
Para: jeongguk.97@naver.com
12 de febrero

Jungkook, Jungkook, Jungkook. No sé ni cómo ni por dónde empezar este correo. Quizá con un... ¿QUÉ DEMONIOS ESTABAS PENSANDO AL IRTE DE UN DÍA PARA OTRO?

     ¿Tienes una idea de lo horrible que es enterarse que huiste a Busan sin decirme absolutamente nada? ¿Sabes cómo se siente que te lo diga tu amigo cuando pudo habértelo dicho tu novio, a quien le correspondía? No, claro que no, no puedes imaginártelo. Seguro que ni preocupado estás allá en la costa luego de haberte escabullido con la mudanza así.

     No tengo manera de expresarte lo mucho que me duele el pecho, como si un peso invisible se hubiera posado sobre él y no me dejara respirar, lo mucho que me arden los ojos por haber llorado como fuente desde que me enteré, lo vacía y sola que me siento ahora que ya no estás. No solamente me ocultaste los problemas por los que estabas pasando —los que hasta este momento desconozco pues de lo único que me hablaste cuando nos fugamos a Incheon fue sobre tu miedo de no ser suficiente en casa—, me ocultaste tus planes para el futuro, el cambio radical a tu mundo que pensabas dar, me ocultaste algo en lo que yo sentía que tenía una opinión: el destino de tu vida y nuestra relación.

     ¿Todavía tenemos una? ¿Todavía puedo llamarte mi novio cuando lo único que siento en mi corazón en un hoyo enorme y sangrante? No lo sé, ya no estoy segura de nada, ni siquiera de mis propios sentimientos.

     Tengo tantas ganas de perseguirte, de encontrarte y gritarte lo mucho que en este momento te odio. ¿Si ibas a dejarme desde un principio, si no ibas a ser lo suficientemente valiente como para contarme que te ibas a mudar y me ibas a abandonar, por qué seguiste conmigo y no te alejaste desde la primera indecisión que sentiste? ¿No estabas seguro de que te iba a apoyar, de que iba a ayudarte a aclarar tu mente?

     Jungkook, por favor.

     Pensé que habíamos acordado contarnos todo, pensé que esa noche que pasamos en la cabaña haría mella en ti no solamente para confesarme sobre tus problemas alimenticios —de los que yo estaba al tanto desde que fuimos al cine—, sino para hablarme sobre tus miedos del futuro. Pensé que éramos un equipo.

     ¿Sabes qué? Es demasiado tarde en la noche como para que todavía esté ahogándome con mis mocos y limpiándome la nariz de por sí ya enrojecida. Trataré de dormir algunas horas y de olvidarme de este dolor insoportable que siento.

     Espero que siquiera tu conciencia tampoco te deje dormir.

De: paeyunah@naver.com
Para: jeongguk.97@naver.com
13 de febrero

Okay, no han pasado ni 12 horas desde mi último mensaje, pero necesito disculparme por mi agresividad anterior. O tal vez no, te mereces eso y más.

     Perdón, me siento muy volátil desde que me desperté y recordé todo lo que pasó ayer. Es un sentimiento horrible, no sé si tú lo has experimentado. Si tienes suerte, el sueño puede llevarse todos tus pesares —sin hacerte soñar, solo descansar—, pero si no la tienes, entones fantaseas exactamente con las cosas de las que quieres escapar, con las personas de las que quieres escapar. Entonces, al abrir los ojos al siguiente día, tienes solo unos segundos, solo unos instantes de paz, los mismos que te vacían la mente y no te dejan rememorar ningún pesar, como si nada hubiera pasado. Al final, cuando más empiezas a estabilizarte, a saber en qué cama estás despertando y qué hora del día es, la verdad vuelve a caer sobre tus hombros y te derrumba.

     No sé si agradezco que esos segundos me consolaran cuando desperté esta mañana, ya que después recordé la forma terrible en la que te extraño y el dolor aplastante en mi pecho que no me deja desde ayer.