15. Arrepentimiento

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"Uno, dos, uno, dos. Brazo derecho arriba, brazo izquierdo emerge. Saca la cabeza y respira, mete la cabeza y aguanta".

     Esos eran los únicos pensamientos que ocupaban mi mente, la cual solo necesitaba estar con el equipo de natación en ese momento, el del entrenamiento.

     Sin embargo, había alguien a dos carriles de mí que no conseguía separar su mente de la realidad del momento, y ese era Hoseok-hyung.

     —¿Dónde demonios está tu cabeza, Jung? ¡Te necesito bien para los preliminares! —gritaba el entrenador Soobin a todo pulmón. Los demás chicos y yo nos limitábamos a continuar con el entrenamiento rutinario, que consistía en dar varias vueltas a la alberca en diferentes estilos de nado, con el único propósito de no ser el blanco fácil de la furia del profesor—. Habías estado avanzando muy bien, y no creo que al director le guste mi reporte sobre ti de esta semana.

     Hoseok solo mantenía la mirada baja, con la mitad del cuerpo chorreando y la otra sumergida bajo el agua. Aunque no nos separaba un trecho muy largo, no pude diferenciar si las gotas que resbalaban desde su gorra hasta la superficie eran simples gotas de agua o eran lágrimas.

     —Lo siento, entrenador —musitaba en voz baja, más como una plegaria para que el viejo malhumorado se callara que como una lamentación.

     —¡No quiero disculpas! —seguía vociferando el señor Soobin—. Quiero que te concentres y hagas las cosas bien.

     De repente, dejé de ser el único que observaba el percance a lo lejos. Una cabeza enfundada en su gorra, emergió a mi lado y, tras darme una mirada de comprensión, se pasó por debajo de las boyas y se posicionó a un lado de Hoseok.

     —Creo que está siendo demasiado duro con él, entrenador —comenzó a decir Jimin-hyung mientras se pasaba la mano por la cara y quitaba la capa de agua que ésta cubría—. Apenas tiene un mes aquí, no puede exigirle tanto.

     En lugar de seguir soltando su sarta de quejas, el entrenador miró a su nadador estrella y cambió el semblante a uno más calmado pero cansado.

     —Es que estaba haciéndolo muy bien, demasiado bien —dijo, sin importarle que Hoseok estuviera a dos metros de él y estuviera escuchándolo todo. Se concentró en mirar solo a Jimin, como si se tratara de una conversación entre padres de familia que discutían el comportamiento de sus hijos, no el regaño de un compañero entre profesor-alumno—. Tenía la esperanza de integrarlo al equipo en las competencias, pero si sigue así, tan desmotivado y distraído, no solo logrará su baja en las preliminares, sino también en el equipo.

     En cuanto oyó lo último, Hoseok levantó la cabeza y puso cara de desesperación.

     —No, señor Soobin, por favor. Sabe lo que eso significa —comentó con ojos vidriosos.

     No tenía ni idea de la situación en la que ambos estaban involucrados —pues parecía que tenían un trato en privado—, pero decidí intervenir también.

     —Hablaré con él —ofrecí. Los tres hombres dirigieron su mirada hacia mí—. Lo ayudaré a integrarse de nuevo.

     El entrenador regresó sus orbes hacia su reciente nuevo pupilo.

     —¿Estás de acuerdo, Jung? —preguntó escéptico.

     —Sí, entrenador. Haré lo que sea —respondió, aunque me dirigió una mirada confusa, y lo comprendía, pues casi nunca me dignaba a hablar con él.

     —Entonces ya está —exclamó y se irguió decentemente para después dirigirse a todos en general y gritar más fuerte—. ¡El entrenamiento de hoy terminó! ¡Quiero verlos en las regaderas ya! Y Jung, no olvides que estás advertido. Si para el siguiente entrenamiento no estás concentrado en el "ahora", estás fuera del equipo.

Dysmorphic Charm [jjk] [jhs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora