Capítulo 17

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-Buenos días -Natalia estaba entrando en el departamento de Carolina para prepararla para una nueva sesión de fotos.


-¡Hola! -la saludo Carolina quien ya estaba lista para ser maquillada.


-¿Y ese milagro?


-¿Cuál milagro?


-Tú, de buen humor, ya lista y no durmiendo como generalmente te la pasas, además hasta pareces estar contenta, ¿Te golpeaste la cabeza? ¿Dónde se llevaron a mi hermana?


-Estoy como siempre no entiendo que tanto dramatizas -ni ella misma se creía, sabía que en el último tiempo había cambiado mucho y casi siempre estaba callada y pensativa, pero ahora no podía ocultar su felicidad, se sentía completa nuevamente. Esa sensación de totalidad que se vive cuando todo está en su perfecto orden, la calma que se respira, la tranquilidad mental, la perfecta sensación de ir cayendo pero estar seguro de que alguien estará ahí para atraparte. Felicidad natural.


-Está bien ya dijiste eso, ahora quiero la verdad -Natalia la conocía demasiado y sabía que algo había influido en el cambio de su hermana.


-Esa es la verdad, simplemente me siento bien. Ahora tienes que maquillarme porque se nos va a hacer tarde -Carolina confiaba en su hermana, pero sabía que no estaría de acuerdo con ella esta vez y estaba segura que se enojaría y tampoco tenía ganas de dar explicaciones ya se enteraría tarde o temprano.


-Solo por eso no te seguiré insistiendo, pero me enteraré tarde o temprano.


Sentado en su piano pensando en cómo ajustar la nueva melodía que llevaba creando desde la madrugada, en eso se encontraba Agustín. Estaba cansado pero no quería detenerse hasta conseguir la melodía perfecta, sus composiciones iban antes que el cansancio y el sueño, siempre decía que ratos para dormir habrían siempre, pero horas de inspiración solo en ocasiones. Cuando la inspiración tocaba su puerta todos tendrían que esperar. Y aunque se encontrara inspirado, llevaba ya muchas horas frente al piano y no encontraba forma de terminar y eso ya lo estaba frustrando, había aprendido que la música es como el amor y no puede forzarse, tenía que darse naturalmente, pero veía necesario terminar con aquella composición.


Se dio por vencido treinta minutos después y apagó las luces y se fue a acostar, pero antes tomó su celular, había llamado a Carolina varias veces, no quería parecer intenso, pero sabía que a esas alturas ya lo era. Ocho llamadas la noche anterior y tres en lo que llevaba la mañana, ningún mensaje por suerte, ya que su objetivo principal no era precisamente  que le diera explicaciones, escuchar su voz le bastaba pero no contestaba, de hecho las tres últimas llamadas de la noche anterior lo mandaron directo al buzón y eso lo hacía sentir ahogado, encerrado en su propio corazón como si no existiera manera de dejar salir todo lo que llevaba guardado. Había pasado tanto tiempo lejos de ella, que no había notado que estuvo reprimiendo muchas emociones que ahora querían salir a flote. Se estaba ahogando con sus propios sentimientos y no habría forma de evitarlo.
Todo lo que sentía por Carolina permanecería bajo llave, encerrado en su alma, tenía que ser justo, ella merecía todo y él constantemente vivía al borde de la nada o eso era lo que él percibía de sí mismo...

Porque a veces creemos ser algo que no somos. Perdemos nuestro propio valor por los obstáculos que nos pone la vida, pero debemos ser capaces de dejarlos atrás y pensar siempre que cualquier piedra es una prueba que podemos superar o fracasar en el intento, pero nada debe quitarnos nuestro amor propio.
Somos un tesoro, con defectos y virtudes.

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Agustín necesita autoestima xD

Desde el alma [Aguslina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora