Capítulo 47

745 56 30
                                    


-Buenas noches -concluyó Agustín caminando de vuelta a la habitación en donde se encontraba pero Carolina lo sostuvo del brazo antes de que pudiera marcharse.

-Si tienes problemas y necesitas ayuda acuérdate de mí -el chico hizo su mayor esfuerzo por no derretirse ante las palabras de ella, controló las ganas que tenía de besarla ahí mismo y solo asintió con la cabeza retirándose completamente de la cocina.

-Ya nos vamos -anunció el otro. Carolina no protestó, de todas formas ya no podía preguntarle a Agustín y averiguar con exactitud lo que había pasado.

#
-Mis padres quieren que vayamos a desayunar con ellos juntos mañana -comunicó Samuel mientras estacionaba el auto en el edificio de Carolina -lo mejor sería que me quedara aquí y antes de llegar allá pasemos por mi departamento.

-No quiero que te quedes -dijo sin titubear.

-¿Qué? ¿Pretendes que te deje aquí ahora mismo que son las tres de la madrugada y que vuelva a recogerte a las ocho? Es doble trabajo y es absurdo.

-Entonces no vuelvas por la mañana y listo. Eres tú quien quiere llevarme a ese desayuno.

-Después dices que no eres inmadura -dijo molesto.

-Mira Samuel es eso o no voy y punto, tómalo o déjalo -abrió la puerta del auto y se apresuró a entrar al edificio.

-¡Estaré aquí a las 7:30! -gritó para asegurarse que lo escuchaba y ella solo hizo una seña con la mano como respuesta.

#
Agustín estaba en su hogar, había abandonado el apartamento de Julián cerca de las ocho de mañana sin que nadie se diera cuenta y en el tiempo que estuvo en su casa sin la presencia de Maxi se había encargado de destrozar todo lo que estuviera por su paso. Había llamado a Esteban para que le explicara lo que había pasado y éste le dijo que los encargados le comunicaron que ya no los querían en el evento porque buscaban un artista con más nivel y todo eso lo había vuelto una furia.
No podía controlarse, prácticamente ya no había ningún mueble completo en la sala y los vidrios de la vajilla estaban esparcidos por todo el suelo, ya tenía varios cortes en las manos que se hizo mientras recogía los trozos de vidrio más grandes para volverlos a tirar, además de tener los nudillos con sangre después de pegarle incontables veces a la pared. El departamento tenía paredes especializadas para que el sonido no se extendiera, era algo necesario para ellos que se la pasaban en constante escándalo componiendo.
En un impulso estampó su puño contra un espejo que se encontraba en la sala haciendo que su reflejo se dividiera en infinitos fragmentos. Estaba fuera de si mismo, todo se le había acumulado. Sus problemas emocionales y ese enorme peso que sentía cada vez que no le encontraba un sentido a su vida, las dificultades que se le habían presentado con su carrera, la nostalgia que tenía por no ver a su familia hace mucho, la culpa que lo consumía por ocultarle cosas a sus amigos y a Carolina, la sensación de considerarse un malagradecido con todas las personas que lo apoyaban y que él sabía que estaban allí pero aún así no se sentía completo, no era feliz, seguía estando vacío y agregado a todo eso tenía que sumarle el hecho de que no podía controlar a su propio organismo, había caído en malas prácticas y eso lo hacía odiarse todavía más.

Estaba ansioso y temblaba de la furia, su autocontrol se había esfumado, estaba dejando salir todo lo que llevaba tiempo consumiéndolo sin importarle si podía hacerse daño o no. Acababa con lo primero que veía, tomó la primera guitarra y la estrelló contra el piso. El sudor corría por su frente y ya no había nada más que romper. Necesitaba las Benzodiacepinas, su sistema lo pedía y no podía negarse, ansioso corrió a su habitación tirando un par de cosas más y abrió bruscamente el cajón de un mueble, tomando entre sus manos a su más grande error y alivio. Tragó, una, dos, tres y cuatro pastillas, volvió a la sala todavía más intranquilo que antes y arremetió a puños contra la pared.

#
-¿Crees que podrías ser un poco más amable? Mi familia notó que algo no está bien entre nosotros.

-Entonces son observadores porque esa es la verdad, fui amable con ellos.

-Con ellos, pero a mi ni me miras a la cara.

-Tengo más cosas que hacer Samuel así que creo que nos vamos despidiendo -dijo la chica mientras abría la puerta del departamento para que su novio saliera.

-¿Me estás echando?

-Tal vez.

-Mira Caro, no quiero que sigamos así, es imposible soportar este comportamiento constantemente.

-Te recuerdo que si sigo contigo es porque John y los otros me dijeron que te disculpara y que no era tu intención ser así, pero no veo que tú te muestres distinto, sigues comportándote igual, no te interesa mejorar y si tú no aportas yo tampoco lo haré porque siempre soy yo quien tiene que dar su brazo a torcer y no dejaré que siga siendo así -sentenció.

-¿Qué quieres que haga entonces?

-Que te vayas y me des mi espacio.

-Está bien -dijo volteando los ojos y dándole un beso para irse.

Apenas observó que el chico tomó el ascensor fue por sus llaves y cerró la puerta tras ella bajando rápidamente hasta los estacionamientos en el sótano.
Encendió su auto y se colocó el cinturón.
Condució por unos veinticinco minutos hasta que llegó a su objetivo, el departamento de Agustín.
Un mal presentimiento se había instalado en ella desde que se levantó por la mañana. Cuando llegó al cuarto piso se aventuró por el pasillo, mientras caminaba solo se encontró con una señora que salía de su departamento vestida para correr.
Al llegar a la puerta correcta oyó un quejido y tocó la puerta mas no recibió respuesta, rogando por tener suerte giró la cerradura y agradeció que se encontrara sin llave, un grito de espanto fue lo que abandonó su garganta al ver a Agustín con sangre corriendo por su frente, manos y muy agitado, la mirada perdida del monstruo que tenía delante se posó en ella y sin aviso el cuerpo del joven colapsó en el suelo.


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Empezó el drama :)

Desde el alma [Aguslina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora