Desde el alma [Aguslina]

Capítulo 29

-Y aún no me dices a quién estás esperando-. Le dijo levantando una ceja.

-¿De qué hablas?-. Respondió confundida.

-¿A quién esperas? Noto como miras de reojo cierto tiempo hacia la entrada y puedo percibir tu ansiedad.

-No espero a nadie-. Le mintió,
Samuel le había dicho que llegaría "pronto" pero ese pronto ya se había convertido en una hora exactamente.

-Supongamos que no esperas a nadie porque en realidad estás esperando a alguien-. Dijo él mirándola con suspicacia.

-Estás muy paranoico Agustín. Ya tómate un descanso en serio.

-Aún no sé cómo se llama tu nuevo proyecto-. Cambiando de tema nuevamente.

-Difícil de amar, creo que Cris Morena está involucrada en producción-. Le respondió ella.

-Y ¿de qué trata? ¿Cuál es tu papel? ¿Eres buena o villana? Quiero saber-. Dijo interesado.

-Es una familia rica que prácticamente va cayendo en la ruina hasta dónde sé y soy la hija de la protagonista, caprichosa y egocéntrica, tal vez cambie después.

-¿Tal vez?-. Sonreía levantando una ceja.

-No te la voy a contar toda. Después no la verás-. Bromeó ella.

-La vería aunque me sepa los diálogos-. Respondió sonriente. Ella se sonrojó. Volvía a poder sentirse libre, en calma con él.

La noche avanzó y Samuel nunca llegó eso a Carolina le molestó y a la vez la decepcionó, pero no le reclamaría hasta que se terminara la pequeña fiesta.
Agustín había ido a hablar con Julián y Malena y ella siguió con sus amigos que inmediatamente empezaron a interrogarla.

-¿Invitaste a Bernasconi? ¿Me estás jodiendo Carolina?-. Dijo John, él siempre tuvo problemas con Agus porque le parecía muy egocéntrico. Además que Agustín también acaparaba mucho espacio en el tiempo de Carolina y ella era su mejor amiga.

-¿Que tiene de malo?-. No les iba a contar la historia, para ella sería perder el tiempo y que él estuviera allí y haber conversado sin discusiones ni recuerdos de lo pasado la había hecho sentir muy bien-. Sigue siendo amigo de mis padres y mi hermana.

-Y tuyo también parece. ¿Samuel sabe de esto?-. Preguntó esta vez Jazmín.

-¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?-. Respondió con otra pregunta.

-Mucho tiene que ver. A nadie le gusta que su novia sea amiga de su ex-. Dijo ahora Mauricio.

-No es mi amigo y si lo fuera tampoco le veo mucho problema. Ya sé que no debo confiar en él, así que tengo todo claro.

-Eso esperamos Caro, no queremos que ese idiota quiera jugar contigo de nuevo...

-Él no jugó con ella-. Interrumpió Malena-. No digan cosas que no saben.

-¿Y tú si? Malena sabemos que estás de su lado. Una lástima por Caro que corre riesgo si te escuchará. Porque volvería con él, porque al final tú también te quedaste con uno de ellos y sabemos que si son amigos es porque están cortados con la misma tijera.

-Alto ahí John-. Dijo Jazmín-. Agustín es una mierda pero conocí a Julián y es muy diferente. Es muy inteligente y no es para nada ignorante como el otro.

-Totalmente de acuerdo-. Concordó Paulina.

-Jazmín no digas nada mejor-. Respondió Malena a lo anterior.

-Te estoy defendiendo! No te entiendo Malena!

-¡Me estás defendiendo y al mismo tiempo estás ofendiendo a otra persona! No tiene sentido. Agustín no es un ignorante y él y Julián son diferentes, que sean amigos no tiene nada que ver.

-Que necia Malena, siempre quieres ganar-. Se quejó John.

-A ver John si las cosas fueran como dices tú, entonces ¿cómo Carolina no es una pelotuda siendo amiga tuya?
Ves como no tienes sentido lo que dices.

-Bueno ya-. Se interpuso Carolina-. John mejor ya no opines de la situación.

-Claro es mejor que John cierre la boca porque después lo escucha el perfecto Agustín y se enoja, que mal-. Era Jazmín esta vez.

-Jazmín por favor. Ya olvidemos el tema-. Pidió Carolina.

-Ok, lo dejamos aquí, pero ya sabes Carolina, no confíes en él-. Finalizó la joven.

La reunión siguió normal. Agustín por un lado con Malena y Julián, Carolina tratando de conversar con ambos grupos iba y venía, su familia compartiendo anécdotas en otra mesa y Samuel; bueno nadie sabía de él en ese momento.
Después de un banquete los invitados se animaron y bailaron un poco. Ese momento Carolina lo aprovechó para salir a la parte delantera de la casa a la orilla de la calle y así contemplar mejor la Luna, mientras por su mente pasaban un millón de causas por las que él no haya ido.
Ella le había repetido muchas veces lo importante que era para ella ese proyecto y que le encantaría celebrarlo junto a él, pero ahí se encontraba sin respuestas por su ausencia. Le dijo que llegaría en una hora, esa hora pasó y se convirtieron en dos, tres y cuatro. Nunca llegó.

Un beso en la mejilla la sobresaltó.
-Lo siento, solo quería decirte que ya me voy. Espero que te guste el regalo, aunque estoy seguro que así será. Buenas noches-. Era Agustín despidiéndose.
Carolina le hubiese reclamado por el abuso de confianza con el beso, pero en ese momento no podía. Por su mente solo pasaba la idea de que la oscuridad de la noche y la luz de la Luna lo hacían ver angelical. Definitivamente si volvía a verlo tendría que ser de día porque las características de la noche en él la iban a terminar derritiendo.
-Buenas noches-. Contestó mirándolo a los ojos, él le dio una sonrisa y se dirigió a su auto.