La fiesta por fin había terminado. Era tarde y se quedaría en la casa de sus padres. Aún recuerda el día en que se mudó. Estaba feliz pero a la vez triste de dejar la casa que la había visto crecer y desarrollar cada uno de sus talentos.
Se cambió, tomó su celular y vio rápidamente sus redes sociales. Nada interesante dijo pasando las publicaciones rápido, los ojos se le cerraban solos prácticamente. Siguió bajando y vio una publicación de Agustín. Recordó el regalo. Con pereza se acercó al escritorio de su habitación y tomó la cajita azul. La observó detenidamente y finalmente desató el lazo y levantó la tapa.
Creyó que perdería la vista por tanto brillo. Tomó el objeto entre sus manos. Era una hermosa pulsera totalmente de oro blanco que tenía tres dijes en ella, uno era una silueta de una bailarina, después seguía una nota musical y finalmente unas máscaras de teatro. Él tenía razón obviamente le gustaría.La admiro un buen rato. Le encantaba. La pulsera la definía, eran sus tres pasiones, las tres cosas que la hacían sentir plenamente feliz. Era como tener su vida entre sus manos.
Claramente tenía que agradecerle pero era demasiado tarde, esperaría mejor al día siguiente. Volvió a colocar la pulsera en la caja y se fue a dormir con una sonrisa.Durmió hasta las 10:00am, aunque le hubiese gustado continuar tenía que levantarse porque desayunaría junto a su familia que se había quedado a dormir allí.
Se duchó rápido, cepilló sus dientes y antes de salir no pudo evitar ponerse la pulsera. Se sentía totalmente eclipsada por ella, la cuidaría muy bien.Bajó al comedor y ya estaba la mayor parte de su familia en la mesa, sus padres encabezaban la mesa, decidió sentarse frente a su hermana y a un lado de ésta se encontraban sus abuelos.
El desayuno empezó y compartían anécdotas mientras comían.
-Oye Caro me pasas la mermelada por favor-. Pidió su prima. Ella la tomó y se dispuso a pasársela pero algo llamó la atención de su prima.-¿Y esa pulsera?-. Preguntó Nicky.
-Ahh...me la regalaron-. Respondió sin darle mucha importancia al tema, no quería profundizar mucho sobre ella. Aunque era obvio que sería difícil no notarla, brillaba como el sol.
-Está hermosa!-. Exclamó emocionada Nicky y Natalia se acercó a verla para acompañarla también en su emoción. Tanta efusividad llamó la atención del resto de la familia.
Carolina iba a bajar su muñeca para que no siguieran llamando la atención pero su abuela la tomó antes.
-Es oro puro. Definitivamente carísima, pero esos dijes le quitan prestigio-. Señaló la señora.
-Claro que no abuela. Los dijes la hacen más linda aún. Además que la hacen única, está hecha solo para Carolina-. Dijo Natalia.
-¿Quién te la regaló hija?-. Preguntó su madre.
-Es evidente la respuesta Patricia, claramente se la regaló el novio-. Dijo su tío seguro.
-¿Fue Samuel, Carito?-. Empezaba a creer que su familia era bastante chismosa sobre todo su abuela quien preguntó.
-Oh no mamá, Carolina ya no es novia de Samuel-. Le respondió su papá esta vez a la señora.
-¿En serio? No lo puedo creer pero si eran la pareja perfecta, ¿qué pasó Caro?
Natalia la miraba atenta, era hasta ahora la única de su familia que sabía que había vuelto con Samuel, pensó que Carolina ya se lo habría dicho a sus padres pero ahora se daba cuenta de que no, sabía que a ese punto ya no lo podría seguir ocultando pero en ese asunto tendría que defenderse sola. Para ella Carolina se estaba equivocando y ella no la apoyaría esta vez.
-Mamá, papá, Samuel y yo hemos regresado. Decidí darle una segunda oportunidad había olvidado contarles-. Explicó nerviosa a sus padres.
Su papá soltó un suspiro y su mamá negó con la cabeza, ya sabía que no les agradaría la noticia pero también sabía que no se interpondrían.
-Que bueno escuchar eso cariño, ya me estaba dando un infarto al pensar que habías dejado a ese muchacho tan inteligente y amable-. Dijo su abuela aliviada, en verdad se había asustado y más cuando recordó a Agustín ayer en la reunión. Ya había ideado un plan con su esposo para alejarlo. Aunque probablemente tendrían que ejecutarlo de todas formas porque a Agustín Bernasconi ni como novio ni como amigo ni siquiera como conocido estaría cerca de Carolina. No lo soportaban y lo alejarían como sea-. Igual no creo que Samuel te haya regalado eso, digo conociéndolo tal vez pondría algo más significante en los colgantes.
-Esos dijes significan mucho para mi abuela, son mis pasiones y no, Samuel no me la regaló-. Contestó Carolina un poco molesta por la forma en la que su abuela se dirigía a los dijes de la pulsera, para ella y su abuelo todo lo que tenía que ver con arte era insignificante.
-Ya lo sé mi niña pero hay cosas más importantes.
-Nada es más importante que mi profesión ahora mismo. Por algo decidí dedicarle mi vida.
-Lo sabemos Carolina pero si algún día te aburres y te arrepientes sabes que podemos conseguirte un cupo en la universidad en la carrera que quieras, medicina, ingeniería, arquitectura...-. Decía su abuelo pero Carolina lo interrumpió.
-Nunca me arrepentiré-. Dijo segura.
-Pero entonces, no nos has dicho quién te regaló la pulsera-. Recordó su prima. Carolina la quería pero en ese momento pensó que sería mejor que no estuviera allí-. Digo no es que sea metiche pero me gustaría saber para preguntarle donde la consiguió, trabajan bien el oro en ese lugar.
-Fue una amiga que no conoces Nicky-. Si decía que fue Agustín se armaría el súper interrogatorio con sus abuelos y no le gustaba para nada la forma en la que ellos se expresaban de Agustín, nunca la gustó.
-¿Le preguntarías por mi?
-No-. Dijo agotada de tantas preguntas.
-Caro, a una de tus amigas se le quedó una cartera en el jardín-. Le dijo su tía cambiando de tema.
-Debe ser de Grace, siempre olvida todo, se la llevaré más tarde.
Hasta que el desayuno terminó finalmente.
Volvió a su habitación a terminar de guardar todo lo que tenía para volver a su departamento. Después de la tensión de ayer del encuentro de Agustín con sus abuelos y lo del desayuno quería volver lo antes posible y relajarse.
Tomó su celular que estaba cargando. Ni una sola llamada de Samuel ni siquiera un mensaje, eso la deprimió pero no quería ser ella la primera en llamar. Durante su primera separación con Samuel la mayoría del tiempo empezaba a enumerar las razones por las que él se quiso separar de ella. Pensaba que era muy sobre protectora, cariñosa, correcta y muchas otras cualidades, se dijo a sí misma el día que Samuel volvió que cambiaría para que él no se sintiera agobiado, pensó qué tal vez ya lo había aburrido con su actitud y si tenía que cambiarla para que él se quedara lo haría. Los demás podrían decir que era una tonta masoquista por volver con él que la hizo sufrir solo con un par de palabras que llegaron a herirle profundamente el corazón, pero ¿qué podía pensar o decir la gente si no son ellos quienes viven la situación? Lo que para algunos puede ser humillación para otros puede ser inmenso cariño, lo que puede ser tóxico, para quien lo vive es viajar al cielo y volver. No siempre las personas perciben lo mismo de las acciones del mundo que los rodea, la mayor parte del tiempo depende de nuestro humor, de nuestros sentimientos incluso de nuestras creencias. Todos miramos desde diferentes ángulos y es por eso que debemos tratar de entender a los demás antes de sacar una conclusión. Después de intentar entenderlos podemos ser libres de elegir entre estar de acuerdo o no.
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Desde el alma [Aguslina]
FanfictionCarolina nunca entendió las razones de Agustín. ¿Por qué terminar una relación que estaba en su mejor momento? El tiempo pasó y conoció al "verdadero amor de su vida", Samuel. Para ella su relación con Samuel era perfecta, había estabilidad y eso er...