Capítulo 50

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Natalia estacionó el auto en la acera y ambas se bajaron, tenían llaves así que simplemente se dirigieron a la puerta y la abrieron directamente.

-Buscaré helado en la cocina ¿te parece? -Carolina se sentía un poco más calmada y solo asintió pero su atención se enfocó en la puerta del despacho de la casa de donde captó unas voces, se acercó sigilosamente y pegó la oreja tratando de captar la mayor parte de la conversación.

-Hay que aprovechar ahora que él está débil, lo amenazaremos directamente mañana así que te quiero puntual para ir al hospital.

-¿Quieres que vaya también? No creo que sea conveniente, de seguro se lo cuenta a Carolina y le dirá que yo estoy colaborando a que se aleje de ella.

-No ha abierto la boca para decir nada hasta el momento, es un cobarde, con unas fuertes palabras como las de hace un tiempo querrá salir corriendo nuevamente.

-¿Qué fue lo que le dijiste para que terminara con ella y se alejara? Debió ser algo bastante serio para que en verdad se haya apartado -el chico sonrió y el señor soltó una carcajada.

-Fui claro con él, sin tacto, le aseguré que si no dejaba a mi nieta de una buena vez, haría que ella perdiera toda su "carrera" como actriz. Él no me creía pero a Caro le había llegado una propuesta de una película, su abuela y yo nos encargamos de romper cualquier posibilidad de que ella obtuviera el papel y lo hicimos con Agustín presente. Tenías que ver su cara estaba a punto de llorar cuando rompí el contrato en su cara -Carolina del otro lado de la puerta no podía creerlo, ahogó un gritó mientras las lágrimas empezaban a caer, Agustín nunca quiso dejarla y hasta ahora se daba cuenta, aún llorando siguió escuchando -. Después de ahí comprendió de que hablaba en serio y terminó haciendo lo que le venia diciendo hace tiempo. Se alejó y dejó de influir en la vida de Carolina con sus estúpidas ideas soñadoras, pero tenías que venir a cagarla tú, ¿no podías portarte bien, Samuel? Si tú no hubieses lastimado a Carolina él no habría vuelto. Eres un imbécil.

-En ese momento no pensaba bien, Carolina me tenía agobiado y harto, solo quería espacio.

-Mira Samuel, me vale un pepinillo si amas a mi nieta o no, pero no le vas a seguir siendo infiel. Eso ya es abusar de mi confianza, en el fondo le tengo cariño a Carolina y sé que pronto sentará cabeza y dejará ese mundo.

-No creo que eso se...

Samuel no termino de hablar porque la puerta se sacudió fuertemente dejando entrar a una Carolina furiosa hablando a los gritos.

-¡Son unos malditos egoístas! ¡¿Cómo se atreven?! ¡Me han visto la cara todo este tiempo! ¡Tú, mi propia familia! -el rostro del chico palideció sin embargo el del señor estaba neutral. Carolina se acercó con furia a Samuel y lo abofeteó.

-¡Nunca me amaste!

-Claro que lo hice, te amo Caro.

-¡No! Si lo hicieras no serías parte de esto, además ¡me engañabas! ¿Qué tiene eso de amor? ¡Nada! Y tú -dijo señalando a su abuelo -. Tú y mi abuela son la basura más grande de la tierra, ¡Agustín me amaba y yo a él también! Nos separaron, nos robaron todo este tiempo ¡destruyeron lo que habíamos construido con cariño y paciencia! Ustedes no son parte de mi familia -Natalia al oír los gritos corrió al lugar.

-¿Qué está pasando? -no venía sola, para empeorar la situación la acompañaba la señora Berta, su abuela.

-Pasa que estas personas que dicen ser nuestra familia son unos falsos, ¡Son unos ladrones!

-Tranquilízate cariño no...-se acercó la señora.

-¡No te atrevas a decirme cariño ni a tocarme! Tú también me robaste, robaron mi historia, cortaron una importante parte de mi vida solo por su loca idea de que dejé la actuación ¡están locos! Este es mi trabajo y dedicaré todas mis horas a el.

-No es un trabajo, Carolina- habló su abuelo -es solo una ilusión que con el paso del tiempo se termina, nada es permanente en ese mundo, todo es como si fuera una burbuja ¡como si no tuvieras un oficio! Solo puedes dedicarle un par de horas, no una vida.

-No tienes ni idea de lo que dices, están enfermos por odiar el arte y por meterse en la vida de los demás. ¿Una propuesta a una película? Ese siempre fue uno de mis sueños en mis principios y ustedes me lo quitaron. Separarme de Agustín... ¿Solo porque él lleva arte en sus venas? Hasta ahora son las peores personas que la vida ha puesto en mi camino...
Y encima sabían que Samuel me engañaba. Debiste ser hombre y terminar conmigo, pero preferiste formar parte de esto, ¿a cambio de qué, Samuel? Sé sincero.

-Yo...ehh...tu abuelo, él invertiría en una firma de abogados para mí cuando terminara la carrera... si yo lo ayudaba a convencerte de que estudiarás negocios -explicó nervioso.

-Lárgate de aquí, no quiero volver a verte.

-Caro, yo quiero...

-¡Vete! -el chico salió en contra de su voluntad.

-¿Qué pasa aquí? -llegaron los padres de las dos jovencitas.

-Pregúntales a mis abuelos, papá. Ellos son los protagonistas de todo, o mejor dicho los villanos...

-Carolina respeta a tus abuelos cariño, no te expreses...-interrumpió su madre.

-¡Ellos no merecen nada de mi!

-Caro, ya cálmate ¿si? Vamos afuera y yo les explicaré qué pasa a nuestros padres -Carolina estaba por hacerle caso a su hermana, ya no quería seguir gritando, dijera lo que dijera ya nada cambiaría el pasado, pero su abuelo habló y eso la detuvo.

-Que te quede claro, querida nieta, siempre hemos visto por tu futuro y lo mejor para ti y es obvio que ese chico no se acerca a lo que necesitas -la chica los encaró y finalizó diciendo:
-Ninguno de los dos sabe que es lo que necesito.


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-Se lo dije y la verdad me preocupa porque no salió nada bien de aquí -mencionó un Agustín preocupado a su amigo.

-Y ¿ya intentaste llamarla?

-Es lo que llevo haciendo desde que se fue de aquí, Maxi, pero no contesta, no sé nada de ella. Soy un tonto, debí decirle en otro momento ahora no sé cómo se encuentra y no puedo hacer nada para ayudarle -habló sintiéndose impotente.

-Tranquilo, si le hubiese sucedido algo ya lo sabríamos, debe estar triste claramente pero a salvo, seguro está en su departamento llorando con un montón de chocolates mientras ve películas dramáticas -el cordobés lo miro mal desde la camilla.

-Que bien me hace sentir eso, Maxi -suspiró.

-Lo siento...si quieres ahora me paso por su departamento y listo ¿te parece?

-¿Harías eso?

-Si te deja más tranquilo pues tocará -bromeó.

-Gracias hermano, de verdad.

-No es nada, ahora lo importante es que te recuperes rápido, el doctor dijo qué tal vez te dejarían unos cuatro días aquí solo para estar totalmente seguro de que ya te hayas estabilizado tanto física como mentalmente.

-Entiendo...también sé que después de aquí tendré que hacer algunas terapias por lo de ya sabes las...

-Benzodiacepinas -terminó su amigo por él.

-Sí eso.

-Todos nos equivocamos, Agus, solo nos queda ser fuertes y saber salir adelante y eso es lo que harás -el chico solo asintió.

-Bueno, te dejo, pasaré por el departamento de Carolina y te notificaré cualquier cosa.

-Está bien -el joven se despidió y salió por la puerta.

Desde el alma [Aguslina] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora