Desde el alma [Aguslina]

Capítulo 38

Habían pasado diez días desde el día de la presentación a los medios y una semana desde que habían empezado las grabaciones, hasta ahora estaba disfrutando mucho ir a grabar todos los días.

-Ves como todo va bien cuando él no está -Samuel había roto el silencio en el que se encontraban en la sala de su departamento. Ante su comentario ella rodó los ojos.

-No empieces con eso por favor -fue lo único que dijo y tomó el control de la televisión para encenderla.
Agustín había salido hace una semana de  gira por España. Estaba muy lejos y aún faltaban ocho días más para que regresara. Después de lo que le dijo antes de cantar ese día, solo lo había visto una vez cuando bajó de la tarima y lo felicitó. Intentó que eso que él le había dicho no influyera en ella, pero era imposible, todo lo que dijera Agustín generaría eco en su interior y para agregarle más peso a esas palabras, no podía dejar de pensar en el beso que prácticamente ella le robó mientras dormía, ese simple roce aún la tenía caminando entre nubes y se esforzaba porque no fuera así, pero estaba fuera de control emocionalmente, Agustín la tenía fuera de control y lo peor era que esa no era su intención.
Él era consciente de que ella tenía pareja, él lo sabía y hasta ahora no había hecho nada con una mala intención, seguro él no esperaba que lo que le había dicho ese día fuera a impactarla tanto, o tal vez sí, de igual forma no podía saberlo. Él siempre la hizo sentir especial incluso antes de que empezaran con su relación, porque antes de ser novios fueron buenos amigos de eso no tenía dudas. Pero ahora que trataba de volver a verlo como un amigo más, se le está haciendo difícil. Al principio pensaba que no volverían a tener una amistad nunca después de como él la había dejado sin razón alguna para ella y ahora que parece dispuesta a ser amigos nuevamente, regresan esas emociones que la estaban ahogando en confusión, ella amaba a Samuel, pero ahora que había logrado ver algunas cosas desde otro punto de vista y que Agustín ahora formará un laberinto en su cabeza, sentía que ese amor que tenía por Samuel no era lo suficientemente fuerte para prevalecer en medio de todos los sube y baja que podrían presentarse en cualquier relación.

-Es la verdad, no puedes negarla Carolina, acéptalo.

-Así que, ¿tu punto de vista es que Agustín es el culpable de nuestras diferencias? Bastante inmaduro echarle el peso de esto a alguien que no pinta nada.

-Eso es lo que tú piensas, ese tipo de quiere meter con nuestra relación, digo, ese tipo se ha metido en nuestra relación -dijo totalmente seguro.

-Agustín está metido en su trabajo, no lo involucres en esto. Está pendiente de su música déjalo allá.

-Como digas, pero cuando él quiera separarnos no digas que no te lo advertí -Carolina volvió a cambiar el canal ignorándole.

-Aún no me creo que haya lleno completo para el show de mañana, me sorprende estando en Europa, pero sin duda me pone muy contento -comentó el cordobés mientras cenaba junto a su compañero y su manager.

-Sí, es increíble sin duda tenemos que volver pronto -pronunció Maxi.

-Ya estarán de vuelta por acá, pero primero deben seguir llenando estadios en América -les dijo Esteban.

-Y los llenaremos, este año hemos empezado a componer unas canciones que llevan de título la palabra éxito -sonreían mientras hablaban del trabajo que venían realizando esos últimos meses.

-Cambiando de tema -interrumpió Esteban -. ¿Cómo has dormido estos días Agustín? -ya su equipo sabía de sus problemas para dormir y le sugerían ciertos remedios para evitar ese insomnio. Algunos de ellos, no eran realmente buenos, ponían en riesgo su vida al utilizarlos.

-Más o menos, a veces me duermo y despierto por las madrugadas y no vuelvo a dormirme después.

-Hay que evitar eso, trabajas bastante durante el día y deberías dormir bien para así recuperar la energía.

-Intentó despejar la mente antes de dormir, pero igual no logró nada.

-Ya veremos qué hacemos. No volviste a usar lo que te dieron los de montaje ¿verdad?- justo cuando iba a responder, agradeció que su teléfono sonara.

-Número desconocido -dijo mientras se ponía de pie para contestar.

-¿Hola?

-¿Agustín Bernasconi? -preguntaron del otro lado de la línea.

-Sí, habla con él, ¿Quién es?

-Lucas Kopelioff, el abuelo de Carolina -. Eso bastó para congelarle todo el cuerpo y poner un sistema de alerta en su mente.