私のそばに| jimin (MAZE II)

𖦧꒰⿻45꒱

“—¿Podría ser más específica?

—¿De qué otra manera podría serlo?  Todos y cada uno de mis empleados son como mis hijos, y ese lazo maternal solo logra sacarlo a flote mi lindo Jesse. ”

Atareada Chae Eun caminaba para conseguir la firma de Junjin, y cerrar el contrato que le había conseguido a Taemin con una diseñadora extranjera.

“—Jesse es... Como el hijo que soñe toda mi vida, esa persona que creía era irreal de tener en mis brazos, me siento tan afortunada de tenerlo conmigo”.

Subía por el cubo del ascensor, suspirando. Una vez más revisó su móvil, no había señales de Jimin.

Nadie sabía de él desde la noche de la fiesta luego de que al encender la televisión se toparán con aquella entrevista a su madre, la Señora Hyesung.

“—Es gratificante, que un chico como él tenga todo lo que una chica sueña, y mejor aún ¡Lo que una madre añora! ”

«Estoy bien», Jimin texteo a la chica luego de marcharse. Todos sabían que no lo estaba, y preocupaba que no se comunicará con sus amigos desde hace una semana.
Consigueron el número de su padre. El señor Jihoon decía que solo llegaba por las noches a abrazarlo, y dormir en el sofá.

Jimin no estaba bien.

“–Desearía tanto que hubiese sido mi verdadero hijo, él no me decepcionaria”.

—Chae, ¿Puedes decirle a Sungwoon que baje?  Esta en la Oficina de nuestra reportera.

Sus tacones altos resonaban en todo el edificio, tocó  la Oficina.

—¿Sungwoon?

Una.
Dos.
Tres.

No contestaba nadie, pero lograba escuchar música que provenía de aquel lugar.

—Señorita McGrady, ¿Está ahí Sung-? ——quedó avergonzada en cuanto abrió la puerta, que solo pudo cerrarla de golpe y quedarse estática dando la espalda.

Sus mejillas estaban rojas, con la mirada en el piso lamentándose.

Reconoció el calzado de la persona frente a ella.

—¿Te pasó algo?

Negó moviendo su cabeza a los lados frenéticamente.

—¿Segura? 

Asintió de la misma manera.

—¿Entonces porque...?

Jimin quedó paralizado al escuchar aquellos gimoteos de la Oficina.

—¡AH~~!  SUNGWOON, SÍ.

Carraspeo su garganta, igual de incómodo que ella.
—Parece que él.. Está ocupado.

Asintió cubriéndose el rostro.

—No me digas que los viste...

—Bueno... Al menos ahora sé cómo se vería Sungwoon desnudo. ——encogió de hombros tratando de ser cómica.

—¿Planeas quedarte ahí hasta que terminen?

—¡No, no, no, no! 

—Olvide decirte que Sungwoon tiene mucho amor para las reporteras.

—Sí, todos olvidaron decírmelo.

Quedaron en silencio, aún ahí parados. Chae miro a Jimin de reojo, el chico tenía ojeras.
¿No decía su padre que llegaba a dormir?