私のそばに| jimin (MAZE II)

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Guardaba la carta en sus bolsillos, Taehyung limpió sus lágrimas rudamente, al mismo tiempo movía su cabeza en forma de afirmación, dejando en claro que haría de todo para cuidar a Jimin.
“Se fue... Él... Se fue” mensajeo a su mejor amigo, puso en marcha su auto, dirigiéndose al lugar de agonía.

Vio una camioneta funeraria que salía justo después de que él llegó, vio al pelirosa con su nariz roja, sus labios y mejillas del mismo color, lo escucho suspirar.
Puso el primer pie fuera del auto, eso bastó para que Jimin corriera a sus brazos volviendo a llorar.

—T-Taehyung... —— restregaba su rostro en el pecho amplio de él.

—Shhhhh. No hables, estoy aquí.

—Él... Yo...

—Estaremos bien, estarás bien, aquí estoy Jimin.

Cuestionó lo que haría ahora. Le visitaría el abogado de su padre, para hablar de la herencia y sus deseos al morir.
Decidió esperar con él, para que no se sintiera solo, al contrario de lo que pensaba Jimin no mantuvo una conversación, seguía en shook, parecía asustado, de repente quedaba de pie en algún lugar y comenzaba  a llorar en silencio.

—Así que nuestro gran Jihoon se ha marchado, dejando 4 restaurantes y 2 hoteles. ¿En algún momento te habló de eso?

—No...

—A mi sí, dijo que aunque él había dejado de ser dueño del restaurante era la segunda cabeza al mando, por lo que seguía recibiendo ganancias de ellos, los hoteles estaban bajo el cargo de él y su amigo de confianza el Sr. Soohyun por lo que los ingresos los dividían a la mitad. ——Adam el hijo de la empleada más cercana a Jihoon habló.

—Correcto. Es algo esencial que usted debe de saber, jóven Park. Ya que por lo que leo, será quien se quedé con todas las ganancias que le correspondían  a su padre.

—¿¡Qué!? ——el otro chico se exaltó algo molesto. ——Es imposible, recién se conocían, ¿Cómo puede...?

—Hace dos días el Sr. Jihoon me llamó diciendo que quería agregar ciertas cosas a su testamento, y veo porqué lo hizo. Usted como su hijo único será beneficiado con toda la fortuna de su padre, a excepción de las 3 casas en Seúl con las que contaba, las ha dividido para las familias de sus empleados y uno de los restaurantes quedó en nombre de Adam.

Jimin quedó sin palabras en su asiento, solo trago saliva duramente cuando escucho a Adam quejarse de nuevo.

—¿Quedó claro el asunto de las reliquias? en otro momento le pediré me acompañe a firmar los contratos necesarios. Vayamos con sus deseos de funeral... Los arreglos... Deseaba ser incinerado y colocado en el mismo cementerio que sus Padres. ——terminaba de leer.

—¿En.. En dónde se encuentra ese cementerio? ——preguntó curioso.

—¿Es enserio? Queda en Busan, justo en el centro de ese mismo, ¿Es que acaso no sabes nada?

—Yo...

—No necesitas responder, eres muy obvio.

Taehyung realizó un gesto con su lengua, la actitud de aquel era fastidiosa.

—¿Cuando desea que se haga todo los preparativos, jóven Park?

—Yo... No creo que mi padre quisiera una gran ceremonia, solo lo más cercanos estarán presentes, hágalo cuanto antes.

—¿Desea que se le informe a su madre sobre esto?

—¡No! El no querría que ella se enterase, nunca estuvo para él. ——Adam intervino.

—No, no lo haga.

—Siendo así, le llamaré cuando termine de proceder sobre los cambios en contratos, mi más sentido pésame, trabaje para él durante años, puedo decir que comprendo su dolor. Me iré ahora para no alargar más esto.

Saliendo por la puerta hizo una última reverencia, dejando ahí a los chicos.

—No es justo que te haya dejado la mejor parte a ti cuando apenas y lo conocías.

—¿Tienes algo que decir? ——molestó Tae reclamó.

—Déjalo así, no es nada. ——el otro contestó.

—Tengo mucho que decir, ¡No mereces nada de lo que te dejó! ¡Yo fui más hijo de lo que tú fuiste en un mes!

—Tu idiota, debes aprender a cuando cerrar la boca o yo mismo te enseñare a hacerlo.

—No... Él... Tiene razón, no merezco tanto.

—¿¡De qué hablas Jimin!? ¡¡ERES SU HIJO!! SU SANGRE, CLARO QUE LO MERECES.

—Taehyung, déjalo así.

—¿Ya llamaste a Chaeeun?

Negó. ——Aún no, debe estar trabajando.

—Jimin, llamala, te hará bien estar con ella ahora.

—Lo haré más tarde, por ahora quiero estar solo, no quiero que nadie más lloré por mi.

A pesar de lo que dijo, su mejor amigo no se movió ni un poco del lugar. Adam y su madre ya se habían ido, solo quedaban ellos dos. Anunciaron que al día siguiente se llamarían las cenizas de su padre a Busan de manera privada.
Pidió que Taehyung fuera a descansar pero no lo hizo.
En su lugar fingió irse de la casa. Sin embargo se quedó en su auto durmiendo.

Jimin pasó  la habitación donde él y su padre solían estar, ahí donde compartieron su última plática.
Sus ojos llenos de lágrimas le impidieron ver, se sentó encima de las cobijas, abrazando sus piernas.
Arrugaba la tela de su suéter sollozando.
—La única persona que me amaba por ser su hijo se fue... ——susurró.——¿Merezco estar así de solo?
Admiró el cielo oscuro, con unas cuantas estrellas antes de dormir.

Solo Taehyung le acompaño, no se dirigían palabra alguna, él no decía nada y el otro no insistía en molestar.
Le llevó a casa, prometió que dormiría un poco.
El peliazul fue a descansar también,  creyendo que su mejor amigo lo haría.
Salió a toda prisa aún con la lluvia fuerte que azotaba a Seúl.

No tenía idea de a dónde ir, quería desahogarse, gritar, llorar hasta que sus ojos no dieran más.
Cruzaba las avenidas sin tener cuidado, solo limpiaba su nariz con la manga mojada de su traje negro.
Arrastraba los pies, hasta llegar a esa característica puerta rosa.

Tocó dos veces, nadie atendía. Vio la hora, eran pasadas de las 10 pm.

Desganado, agachó el rostro, pensando en que ya debían estar dormidos.

—¿Quién es..? —— la voz de aquel le hizo tener esperanza.
No respondió, así que el chico no tuvo de otra que abrir la puerta, topándose con un Jimin empapado de la cabeza hasta los pies, y con el rostro más decaído que jamás había visto.
Dos personas más bajaron las escaleras, intrigados por saber de quién se trataba, al ver la reacción de su hermano de asustaron.

—Park... ¿Qué...?

—Min... Min... ——arrastró sus pies como un niño torpe hasta tirarse en los brazos cálidos de la jóven. Ambos cayeron al piso de rodillas.
No dejaba de abrazarlo, acunandolo en su cuerpo. ——Estoy solo, se fue, lo único que tenía se fue... Papá... Mi papá... ——gimoteaba.

Estupefactos el trío de hermanos se miro mutuamente. Chaeeun comprendiendo, le abrazo más fuerte, sin importar que se empapara tanto como él.

—Mi madre me odia, me desprecia y la única persona que me quería se fue. Me quedé dormido y al despertar él ya se había ido, ni siquiera sirvo para eso, ¡Soy un estúpido! El último día con él y me quedé dormido, soy un imbécil, un imbécil. Si me hubiera quedado despierto... Al menos me habría podido despedir de él, ¡PERO NO PUDE! No pude... me odio, Min... Soy un puto inútil.