Capítulo 4: Luz de vela

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Por ser el primer día de clases Gabriel había permitido a sus hijos librarse de sus actividades. Cuando llegaron de la escuela Félix saludo amablemente con todo el mundo, dejando aún más confundido a Adrien.

Luego su hermano desapareció y Adrien decidió encerrarse en su habitación a meditar que era lo que estaba pasando.

-¿Recuerdas a Félix? – pregunto Adrien a su Kwami una vez que estuvieron solos.

-No puedo pensar en nada hasta que no haya comido mi queso – dijo dramáticamente Plagg antes de ir a buscar comida en uno de los múltiples escondites que tenía repartidos en el cuarto de Adrien.

-¿Ya terminaste de comer?

-¿Acaso crees eso posible? – dijo el Kwami llevándose otra porción enorme a la boca.

-Responde ¿Recuerdas haber visto antes a Félix?

-No, no realmente aunque ahora que lo dices quizá... déjalo no lo he visto en lo absoluto.

-Bien, no estoy loco, ese chico no estaba aquí ayer.

-Definitivamente la mejor forma de comprobar tu salud mental es peguntarle a un gato volador que habla si el día anterior tenías un hermano mayor, no es propio de mí dar consejos, pero creo que no deberías contárselo a la gente.

Adrien suspiro, tenía que descubrir de donde había aparecido Félix, era de suma importancia. Salió de su cuarto para buscarlo, quizá algo de tiempo con la familia le ayude a entender mejor que era lo que estaba pasando. Pero por más que busco, Félix no estaba por ningún lado, resignado se sentó que ver fotos de Ladybug.

-Ya está lista la cena – anuncio Nathalie -. ¿Sabe dónde está su hermano?

-No tengo idea pero lo buscare – se ofreció Adrien.

Por lógica debería comenzar su investigación en la habitación de Félix, que era la continua a la suya. Entro sin tocar, Félix por supuesto no estaba en el cuarto, examino el lugar con detenimiento, el día anterior de casualidad había entrado en ese cuarto y era solamente una habitación vacía bien arreglada en caso que deba albergar algún huésped, que nunca recibían porque Gabriel no recibía visitas.

Ahora esa habitación estaba arreglada de diferente forma, todo perfectamente arreglado, muchos libros por todas partes y todos los objetos de la habitación colocados de forma simétrica. O Félix tenía un trastorno obsesivo compulsivo con el orden o en esa habitación no había vivido nadie.

Adrien abrió el armario, todo estaba en perfecto orden, la ropa pese a que no tenía ninguna etiqueta se veía nueva y parecía que no la hubieran usado nunca, los zapatos estaban colocados en fila, bien lustrados y sin ninguna huella de uso, reviso la suela de algunos de ellos, por más cuidadoso que sea Félix con las cosas, la suela se gasta cada vez que se usan, pero esos zapatos estaban completamente nuevos.

En la mesa de noche estaba aún conectado el celular, Adrien se preguntó si lo había dejado cargándose hace poco o estaba allí desde la noche anterior, se acercó y lo desconecto, hace tiempo que se había cargado por completo.

El dispositivo no tenía patrón de bloqueo, solo contenía los números telefónicos que venían por defecto, pero no había fotos, notas o incluso alguna aplicación que delatara que había sido usado con anterioridad, incluso reviso el historial de todas las aplicaciones... pero nada.

Dejo todo como estaba y salió a buscar a su hermano, él había mencionado algo sobre leer así que le pareció que debía buscarlo en la biblioteca.

Cuando abrió a la puerta de la biblioteca encontró las luces apagadas. Félix tampoco estaba allí ¿Dónde se había metido su hermano?

-Esta aquí – susurro bajito Plagg pretendiendo que nadie lo escuchara.

-Aquí no hay nadie – le respondió Adrien en el mismo tono.

-Mira en el fondo de la biblioteca – le replico el Kwami.

Adrien ascendió a seguir las instrucciones de su Kwami y encendió la luz. Aún tenía los dedos en el interruptor de la luz cuando el sonido de unos libros cayendo llamo su atención, se acercó rápidamente al lugar donde provenía el ruido.

Encontró a Félix apagando una vela, había cera sobre algunos libros que estaban esparcidos por el piso, probablemente se le hubiera caído cuando Adrien encendió la luz.

-¿Por qué estabas leyendo con una vela? – le pregunto.

-Porque así se me hace más fácil concentrarme – dijo Félix colocando la vela en una mesa y agachándose a recoger los libros -. ¿Me buscabas para algo?

-La cena esta lista, Nathalie no sabía dónde estabas.

Ambos chicos aminaron hacia el comedor, a Adrien le pareció notar que su supuesto hermano le observaba con viva curiosidad cuando apago la luz de la biblioteca.

-¿Hoy no llevaste el celular a clases? – pregunto Adrien.

-¿Celular?... no, me olvide de él.

-Sabes perfectamente lo que pasa cuando le dejas conectado demasiado tiempo ¿Verdad?

-Por supuesto.

-¿Qué era lo que sucedia? No me acuerdo

-¿Acaso mi hermano me está tomando un examen? Dudo que te olvides de algo tan obvio – le dijo Félix antes de abrir la puerta del comedor -. Buenas noches padre ¿Cómo se encuentra?

Secretos y omisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora