Capítulo 11: Félix... el chico perfecto

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El tiempo pasaba y Adrien seguía sintiendo a Félix como un impostor, Adrien lo seguía de cerca esperando cualquier error, por consejo de Marinette decidió que tal vez seguirlo a todas partes con una libreta de apuntes hiciera que su hermano sospechara un poco.

Hace dos días tuvieron clase de chino juntos, Adrien era un buen estudiante, a estas alturas entendía todo lo que le decían aunque tardaba un poco en responder y su pronunciación no era perfecta, pero cuando Félix comenzó a hablar dejo tanto a él como a su padre (Que observaba la clase para ver el avance de ambos) con la boca abierta, hablaba tan fluidamente que incluso su profesor dijo que podrían enviarlo a estudiar a China y la gente solamente notaria que es extranjero por su apariencia.

Gabriel felicito a Félix y le concedió el resto de la tarde libre... por otra parte a Adrien le dijo que necesitaba estudiar más y que repasara con ayuda de su hermano.

- ¿Cómo aprendiste a hablar chino tan bien? – le pregunto Adrien después de la clase.

- No hay mejor manera de aprender un idioma que necesitarlo – dijo Félix -. Así que comencé a leer libros en chino, hay algunos que no tienen traducción al francés y quería leerlos.

Pero Adrien observo después que aunque Félix leía bastante bien el Chino sus habilidades con eso no podían compararse a como las hablaba.

Un mes después Félix cumplió su promesa; toco "Toccata y Fuga" de Bach con una habilidad sorprendente, Gabriel estaba por encantado con su hijo más aún cuando la profesora de violín le dijo que pese a que no creía que fuera la primera vez que Félix tocaba el violín ese chico debía ser un prodigio.

- ¡Prodigio! – Soltó Adrien cuando regreso a su habitación -. ¡Claro que no! Con el Oboe es un completo desastre y le he visto practicarlo mucho más de lo que le he visto con el violín.

- Admítelo Adrien, estas celoso – dijo Plagg mientras revoloteaba hacia su cajón lleno de quesos.

- ¡Claro que no!

- Claro que sí, Félix apareció de la nada y ya te ha superado en todo... si te sirve de algo, le superas ampliamente en el uso del celular, el otro día lo vi conectar su celular con un interés tan grande que parecía que estaba haciendo un experimento científico.

- ¿Solo viste eso?

- Si... Seguro que le ganas en los videojuegos.

- ¡Eso es! Invitare a Félix a jugar videojuegos – Dijo Adrien con una sonrisa maliciosa -. Plagg eres un genio.

- No me lo agradezcas con palabras, puedes darme queso, me gustaría m... - Adrien se marchó a buscar a Félix antes de que Plagg terminase de hablar.

- ¡Hermano!

- ¿Sucede algo? – pregunto Félix que estaba recostado en uno de los sillones de su habitación leyendo quien sabe qué cosa.

- Desde hace días que no hemos jugado videojuegos, antes lo hacíamos seguido – dijo Adrien fingiendo su expresión más dulce.

- ¿Videojuegos? – pregunto Félix levantando una ceja.

- Si... ¿Jugamos? Han sacado ya una nueva versión – dijo Adrien -. ¿Si?

- Bueno – excedió Félix un tanto dudoso.

- ¡Genial!

Félix se arrepentía muchísimo de haber cedido, cuando fue a la habitación de Adrien tardo bastante comenzar a entender los extraños controles de la consola y aun peor descubrir como ganar alguna partida. Por primera vez desde hace mucho tiempo se sentía completamente impotente, por suerte Gabriel llego a salvarle de la humillación a la que Adrien le estaba sometiendo.

Secretos y omisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora