Secretos y omisiones

Capítulo 78: Primera carta

Gabriel le regaño por haber salido tan temprano de casa a recoger un mueble y un violín que no le había avisado que iba a comprar, pero solo fue un regaño corto, Adrien había llegado poco antes del amanecer y por ello se salvó de ser descubierto.

Pero aunque no lo castigaron, Félix le dijo a Marinette que si lo habían hecho, que no podría salir de su casa en un tiempo, Adrien se enteró de esto pero no lo desmintió frente a la novia de su hermano, quizá ahora comenzaba a ver a Félix como alguien que estaba tan desconcertado por su llegada al futuro como lo estuvo Adrien cuando apareció.

Félix se pasaba los días sentado frente al antiguo mueble que Adrien no recordaba el nombre, un par de veces se acercó a invitarle a jugar videojuegos o a dar una vuelta pero Félix no acepto, Adrien se pregunto cuales serían los entretenimientos de la gente del tiempo de Félix.

La confesión de Claude le había afectado pero no era lo único, también se sentía abrumado por la culpa de haber continuado su vida luego de la muerte de Bridgette, se sentía culpable de haberse enamorado, de haberse divertido en algunas ocasiones, de haber pensado en continuar con su vida, se sentía culpable poder seguir con vida cuando ella ya no estaba.

Una semana después, se armó de valor y decidió quitarse al menos una angustia de su mente, intentar disipar su pensamiento un poco, abrió el bargueño y saco el primer cajón que en apariencia solo contenía unos cuantos bolígrafos que Claude debió haber puesto allí porque se inventaron en 1938, debajo del doble fondo de este encontró amontonadas unas cuantas cartas.

Examino las fechas y tomo la que era más vieja, estaba fechada el 05 de Marzo de 1840, el papel se había vuelto amarillo, rompió el sello y desenvolvió la carta. Lo primero que le llamo la atención fue la horrible, mal trazada y apenas entendible letra con la que estaba escrita esa carta.

Félix se sentó en su cama y mirando la letra tan poco parecida a la de Claude, se preguntó si en serio la había escrito él o si de casualidad esa carta era de alguien más ¿quiza algun amigo de Claudr? y se había colado entre las demás por equivocación.

Entonces comenzó a descifrar una por una las atropelladas frases que se tejían con esa letra mal trazada, esa letra que parecía haber sido escrita con desesperación.

Félix.

No sé para qué te escribo... no sé si quisiera contarte todo lo que acabo de hacer... pero sé que nunca leerás esto y quiero contárselo a alguien... en estos momentos me siento tan solo, tan abatido.

Mi vida se ha desvanecido en unos instantes, yo... todo ha sido culpa mía, yo con mis manos...

Discúlpame, estoy muy alterado, creo que debería contarte todo con más calma.

Yo los mate.... (tachado)

Destruí nuestro hogar... (tachado)

¿Cómo se puede encontrar palabras para decir la terrible monstruosidad que he cometido?

Intente repararlo te lo juro pero... busque ese reloj que hace tiempo encargaste al relojero que hiciera con el prodigio del conejo, conozco las consecuencias que puede acarrear cambiar el pasado pero quería solucionarlo todo, recuerdo la extraña enfermedad que cayó sobre Bridgette cuando todo tuvo que volver a su cauce... me pregunto si esa decisión cambio también mi destino, no importa si tenía que pasar hubiera pasado hiciéramos lo que hiciéramos ¿Es que realmente existe el libre albedrío? ¿Realmente podemos escapar de lo que nos depara la vida?

Interrogue al relojero que conocías porque fuimos una vez allí para conseguir un reloj por encargo del duque Charles Archambault pero... me dijo que no tenía tu reloj, lo busque... pero en realidad no estaba ¿O es que lo habría escondido en algún otro lugar?