Capítulo 29: Silencio

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Félix tenía la mirada clavada en uno de sus libros, parecía que el mundo a su alrededor le resultaba indiferente, Marinette en ocasiones pensaba que su concentración era tan grande que un akumatizado podría estar causando alboroto a su lado y el chico no se daría cuenta.

La lectura era uno de sus hobbies favoritos o quizá el único que tenía. Marinette lo observaba en silencio, el carácter taciturno de su novio comenzaba a contagiársele, pero la personalidad de Félix lejos de comenzar a aburrirle aumentaba su interés en él, hacía que se preguntara que estaba pensando o si ocultaba algo, el silencio lo convertía en un misterio... en ocasiones parecía tan lejano a todo como si no terminara de encajar por completo en el mundo.

Ese aura misteriosa he incluso en ocasiones inalcanzable era algo que Félix hubiera tenido aún si lo conociera de toda la vida, pero que haya aparecido de la nada aumentaba más la intriga que el muchacho le provocaba... le quería, pero no podía ignorar que quizá ese chico tuviera secretos más grandes que los suyos.

Estaban sentados frente a la torre Eiffel, ese era uno de los lugares favoritos de Marinette para inspirarse, ahora ella intentaba crear un nuevo vestido, Félix la acompañaba en silencio, sin interrumpir el trabajo de la chica con quejas de aburrimiento, esa era otra de las cosas que le gustaban de él, hacía que se sintiera acompañada aun sí apenas hablaban, el silencio muy raramente les resultaba incomodo.

Pero Marinette desde que vio el cuadro de Félix en el museo no había podido quitárselo de la cabeza. Sin poder resistirse saco su celular y busco en internet el cuadro, lo observo intentando percatarse de cada uno de los detalles, luego puso su vista en Félix para compararlo con el chico del retrato... se parecían demasiado, la misma nariz, la misma curvatura de la boca, los mismos ojos fríos de mirada penetrante, ese cabello rubio largo y esa postura esbelta... ¡Incluso el muchacho de la pintura llevaba un libro en una de sus manos!

Coincidencia o no el parecido resultaba demasiado para pasarlo por alto, aunque el joven del cuadro tenía los ojos más azules y el cabello menos pálido... esas diferencias podrían deberse a los casi dos siglos que tenía la pintura.

Félix se percató de que Marinette tenía sus ojos fijos en él, levanto su cabeza para verla y le dio una de esas sonrisas apenas perceptibles que le eran tan características, ese pequeño gesto hizo que el corazón de la chica latiera como loco.

- ¿Ya has terminado? – le pregunto.

- Si... no, no puedo inspirarme – dijo Marinette algo nerviosa ¿Por qué Félix la hacía sentir nerviosa cuando ya eran novios? Ahora que lo pensaba antes no se sentía tan alterada por la presencia del chico ¿Sus sentimientos estarían creciendo? -. Supongo que será mejor terminar el dibujo otro día.

- Bien... ¿Quieres ir a tomar un café?

- Claro.

- Por cierto, el celular... - dijo Félix señalando al teléfono de la chica que descansaba sobre el cuaderno, Marinette se puso nerviosa y cerro rápidamente su blog de dibujo atrapando el teléfono dentro de este ¿Habría visto Félix la foto del retrato en su celular?

- ¿Pasa algo con el celular? – pregunto nerviosa Marinett.

- Me he acordado que hace tiempo me pediste que te diera mi número.

- ¿Ya te sabes tú número? ¿Cuál es?...

Era extraño que un chico de la edad de Félix casi nunca llevase consigo su celular... ¿Podría ser Félix el muchacho de la pintura? ¿Qué significaría si lo era? Mientras Marinette rescataba su celular de entre las páginas del cuaderno de dibujo y anotaba el número en los contactos, comenzaba a imaginarse todo tipo de suposiciones sobre la verdadera identidad de su novio, desde la más simple, como que el cuadro perteneciera algún antepasado de los Ageste hasta que su novio era un vampiro... o simplemente un inmortal que tenía miles de años, quizá al estilo de Dorian Gray tuviera una pintura que envejeciera por él.

- ¿Marinette?

- ¿Si? – pregunto la chica saliendo de su ensoñación.

- Me parece que deberías darme tú número también – dijo Félix.

- Si...

Luego Félix le ofreció la mano para que se pusiera de pie, Marinette la tomo sintiendo de nuevo su corazón desbocarse y no quiso soltar la mano de su novio una vez estuvo de pie, por lo general el muchacho era muy poco cariñoso en público... o incluso cuando estaban a solas, rara vez le daba la mano... y no recordaba que la hubiera abrazado nunca, la besaba claro... pero siempre que estuvieran solos, al principio Marinette creyó que Félix se avergonzaba de que estuvieran saliendo, en parte los continuos comentarios en contra de su relación por parte de Lila y Chloé motivaron esta idea... pero descarto ese pensamiento cuando luego de pasar algún tiempo juntos se percató de que Félix mencionaba sin ninguna timidez que eran novios, incluso cuando no era estrictamente necesario... a veces hasta parecía que alardeaba de que fueran novios.

Marinette se había propuesto cambiar un poco esa parte tan discreta, fría y reservada del carácter de su novio, así que no soltó su mano, Félix pareció algo sorprendido pero no dijo nada y caminaron juntos hacia una de sus cafeterías favoritas. Al principio él pareció algo incómodo, incluso le pareció que se ruborizo, pero cuando llegaron al local parecía haberse acostumbrado a sujetar la mano de Marinette.

Secretos y omisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora