Secretos y omisiones

Capítulo 25: Espíritus familiares.

- Esas golondrinas no me gustan nada – dijo Claude mirando la ventana.

- ¿Tienes algo contra las golondrinas? – pregunto Félix sin levantar la vista de su libro.

- Nada... pero esos ojos rojos ¡No se ven naturales! – dijo Claude y luego se acercó a Félix con paso firme y le tomo del brazo para jalarlo hacia la ventana -. Míralas fijamente ¿No sientes que hay algo extraño en ellas?

- Esos ojos rojos – dijo Félix echándose hacia atrás -. Algo nos han dicho en clases... ¿Recuerdas que era?

- Pues... creo que aún no me han dado esa clase.

- O estabas distraído... ¿Qué significaba ese tono de rojo?... ¡Son espíritus familiares!

- ¿Seguro? – pregunto Claude, Félix asintió con la mirada fija en aquellas criaturas -. ¿Qué quieren?

- ¿Cómo voy a saberlo?... nuestra llegada debe haber alarmado a algún brujo de magia negra – Félix se retiró de la ventana y busco algo en su equipaje -. Tenemos que atrapar una de esas aves, luego hacemos un hechizo que nos lleve hasta el brujo que las conjuro.

- ¿Por qué querríamos hacer algo así? – Félix le puso los ojos en blanco -. Solo digo... es magia negra, solo pensar en eso me pone los pelos de punta ¿Y tú quieres que busquemos al mago responsable de esas criaturas? ¿No sería mejor llamar a alguien que sepa más del tema?

Ahora en el presente Félix llevo su mano a la daga que tenía escondida y la agarro con fuerza, los espíritus familiares parecían tener más intenciones de asustar a los invitados que de atacarlos, Félix sabía el daño que podían causar esas criaturas, hace tiempo habían sido simples pájaros pero de milagro Claude y él lograron escapar de ser picoteados hasta la muerte... el tamaño de estos lobos era muy superior al de aquellas aves y por lo tanto más letal.

Un grito llamo su atención, uno de esos lobos rompió había acorralado a una señora, Félix se acercó y clavo su daga en los cerca posible del corazón de lobo y este se desvaneció... esa no era la forma de matar a un espíritu familiar, ni siquiera de auyentarlo ¿entones porque ese lobo se había marchado?

- Tiene que irse de aquí – le dijo a la mujer y ella salió corriendo buscando la salida más cercana.

Cat Noir apareció en la escena, Félix prefirió no llamar su atención y se escondió detrás de un muro para que el héroe no lo viera, lo último que necesitaba era que Adrien tuviera aún más sospechas sobre él.

Se supone que no debería pensar en el miraculous de la mariposa en un momento como este, pero todo este caos sería perfecto para conseguir ese miraculous sin que Gabriel sospechara. ¿Dónde estaba su supuesto padre?

Félix dejo la batalla a Cat Noir y se centró en la búsqueda del señor Agreste ¿El diseñador habría conseguido salir del edificio? Un sonido llamo su atención ¡Allí estaba Gabriel! Dos espíritus familiares le obligaban a retroceder.

- ¡Padre! – llamo Félix corriendo hacia el diseñador y con su daga se libró de uno de los lobos, el segundo espíritu lejos de intentar atacar a Félix se echó encima del señor Agreste.

El bastón de Cat Noir se golpeó con fuerza al espíritu y lo hiso desaparecer. Félix corrió para "ayudar" a su padre.

- ¿Se encuentra bien señor Agreste? – pregunto Cat Noir mientras Félix ayudaba al diseñador a ponerse de pie.

- Si, gracias Chat Noir.

- De nada... tienen que salir de este lugar.

Félix y Gabriel asintieron, el muchacho se apresuró a buscar la salida más cercana y llevar a su padre fuera... para cuando pisaron el exterior Gabriel Agreste ya no tenía su miraculous.

Marinette estaba haciendo su tarea cuando una alarma sonó en su celular.

- Tikki motas – dijo cuándo bajo el teléfono, si no se equivocaba ese lugar que estaba ahora bajo ataque era donde estaba Félix en este momento.

Cuando la heroína llego todo era un caos, alguna gente había conseguido salir del edificio, Ladybug se sintió más tranquila cuando vio a Félix junto a su padre fuera del establecimiento... ¿Dónde estaba Adrien? ¿Seguirá atrapado dentro?

Ladybug entro rápidamente y se unió a Cat Noir que ya estaba peleando. Desde la llegada de la heroína el superhéroe comenzó a notar un comportamiento extraño en las criaturas que los atacaban, parecían más débiles y era fácil terminar con ellos.

- ¿Has encontrado algún akumatizado? – pregunto Ladybug cuando terminaron con todos los monstruos.

- Ninguna my Lady – contesto Cat Noir.

Los héroes esperaron a que alguien más los atacara pero no pasó nada, luego de un rato llego la policía y los héroes aun un tanto desconfiados se marcharon.

Luego de que los paramedicos revisaran a los asistentes a la fiesta y constataran que nadie tenía más que unos ligeros golpes les permitieron retirarse.

En el viaje de regreso nadie hablo, era la primera vez que Gabriel se veía involucrado en un atentado de esas características sin que lo hubiera planeado, definitivamente estar del otro lado no era nada agradable, estaba golpeado y sentía todo su cuerpo adolorido.

Félix había escondido el pequeño broche en el compartimiento hueco de su reloj y ahora miraba nerviosamente por la ventana ¿Tendría algo que ver el último atentado con aquella presencia que sentía que lo perseguía?

El timbre del teléfono de Adrien lo saco de sus pensamientos.

- Hola... si estamos bien, apenas unos cuantos golpes... claro... – dijo Adrien y se volteó para entregarle el teléfono a Félix -. Es Marinette, quiere hablar contigo.

- ¿Mari? – pregunto Félix cuando tomo el teléfono.

- Félix – dijo con un suspiro de alivio la voz de la chica -. ¿Estas bien?

- Si, solo fue la sorpresa por aquellas criaturas... ¿Serian akumas? No vi a Ladybug purificar nada.

- Quizá fueran akumas... esperemos que no sea una nueva especie de monstruo que ya tenemos suficientes problemas con los que lidiar.

- Tienes razón.

- Por cierto... Tenemos una tarea sobre arte y vamos a ir al Petit Palais la proxima semana para investigar más ¿Quieres venir?

- Claro, me encantaría – acepto Félix.

- Bueno... te veo mañana.

- Hasta mañana Mari.

_____________________

Curiosidades:

El Petit Palais en su interior alberga el Museo de Bellas Artes de la Ciudad de París.​ Se encuentra en el VIII distrito de la ciudad. La colección que se exhibe en este museo se divide en secciones:

La colección Dutuit de pinturas, dibujos y objets d'art de la Edad Media y el Renacimiento.

La colección Tuck de mobiliario del siglo XVIII

La colección de la ciudad de París de obras realizadas por artistas franceses como Jean Ingres, Eugène Delacroix y Gustave Courbet.