Capítulo 47: Fonógrafo

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Félix examino el consultorio de Fu con detenimiento mientras esperaba que el anciano terminara con uno de sus clientes. Presto atención a todos los detalles que la última vez que estuvo allí se le pasaron por alto, incluso distinguió una extraña la caja en un extremo de la habitación, Félix se acercó a la caja y la examino, tenía el tamaño necesario para contener la caja de los miraculous ¿Por qué el maestro le había puesto una campana similar a la de una trompeta? Le daba una apariencia extraña.

La primera vez que vio la caja de los miraculous fue de lejos, al día siguiente de llegar al templo de los miraculous, Félix se paseaba vestido con el uniforme de los guardianes que resultaba mucho más cómodo a su parecer que la ropa de los monjes tibetanos. Entre la puerta semi abierta alcanzo a divisar esa caja.

- ¿Aquí guardan los miraculous? – pregunto a uno de los guardianes, que se lo tomo a la defensiva.

- Sí, pero solo pocos pueden entrar.

Luego de esas hostiles palabras Félix no volvió a hacer preguntas al respecto pero durante los cuatro meses que se quedaron en el templo se dedicó a investigar a fondo todo, aprender ciertas cosas más rápido incluso de lo que tuvo que aprender sus primeras palabras en Chino para que nadie notara que eran extranjeros, y lo consiguió, gracias a una estratagema que los guardianes no se imaginaron pudo conseguir la traducción al Chino de los símbolos del libro de los guardianes, ellos ni siquiera sospecharon, quizá el vivir tan alejados del mundo los hacia más inocentes.

- Es un fonógrafo – explico el maestro Fu cuando su cliente se marchó.

- ¿Fonógrafo? ¿Para qué sirve?

- Para reproducir música – Félix lo miro sorprendido, el anciano se rió ante esa reacción -. Pareciera que nunca has visto una televisión, una radio o un celular.

- Los he visto... bueno, todo menos una radio ¿Qué es? – pregunto Félix, el nombre lo había leído, pero lo paso por alto. La primera vez que vio un televisor, lo desarmo intentando entender como tenía dentro todas esas cosas y personas, luego tuvo que inventar que lo había rompido por accidente, Nathalie pareció aceptar esa respuesta y cuando regreso de sus clases extracurriculares se encontró un nuevo televisor en su cuarto, Adrien jamás se enteró de ese detalle.

- Parecido al fonógrafo, sirve para escuchar música y las noticias – explico el maestro -. Más o menos como un celular.

- ¿Hace llamadas?

- No – era la primera vez que el maestro tenía que explicar esas cosas tan básicas a alguien, le resultaba tan extraño, aún más porque la apariencia de Félix era la de un adolescente -. No sirve para hacer llamadas, solo para reproducir música y programas.

Félix asintió, deduciendo que el celular debía tener más funciones que las de llamadas.

- ¿Está allí la caja de los miraculous? – pregunto sorprendiendo al maestro y distrayendo la atención de lo que desconocía, había hecho ya demasiadas preguntas, y lo obvio que parecía ser para todo el mundo hacía que se sintiera algo avergonzado.

- Si – contesto el maestro, luego de unos minutos de incómodo silencio volvió a hablar -. ¿Sabes que clases de criaturas son las que han atacado últimamente a Ladybug y Cat Noir?

- ¿Los espíritus familiares?

- ¡lo sabes! ¿Qué son? ¿Cómo podíamos derrotarlos?

- Son espíritus que sirven a los magos oscuros – explico Félix -. Son animales que han sido sacrificados en un ritual... desconozco el ritual, por más que los destruyamos el verdadero problema es los magos oscuros que los manipulan.

- ¿Cómo podemos descubrir al mago que los manipula? – Pregunto el maestro y Félix hizo una mueca, si le contaba que sabía que los magos oscuros se reunían en las catacumbas, el maestro enviaría a Ladybug y Cat Noir a investigar y no quería que Marinette se pusiera en peligro, era su novia, la quería en el lugar más seguro posible.

- No tengo idea maestro – mintió, el mismo se encargaría de hacer algo con esa secta de magos oscuros-. Intentare averiguar algo, Claude debe de saber un poco más de esto que yo, es un mago oscuro después de todo, de momento solo podemos resistir los ataques de esas criaturas.

Secretos y omisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora