Capítulo 60: Frió

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Félix daba vueltas de un lado al otro de la habitación, la única forma de detener todo era matando a los magos oscuros pero ¿Serian capases de hacerlo?

-¿Y si yo me encargo? - se ofreció Claude, la perspectiva de matar a ese culto no le agradaba, pero él ya lo había hecho antes.

-Déjame pensar en todas las opciones - dijo Félix.

-Hay otra - confeso Claude.

-¡¿Por qué no lo dijiste desde el principio?!

-Es que no sé qué tal resulte... además es muy arriesgado, cuando estecen haciendo el conjuro que creo están pensando hacer, debe de ser algo grande para que quieran causar tanto malestar, se puede interrumpir, si se rompe el circulo la fuerza se volcara contra ellos... y puede o no que terminen muertos, eso depende de qué clase de conjuro estén usando.

-¿Cómo se rompería el círculo?

-Quitando a uno de los que lo estecen haciendo... es imposible terminar esto sin sangre de por medio.

Félix gruño con frustración y Claude guardo silencio ¿Cómo hubiera sido todo si Félix no hubiera ido tras la quimera? El pasado ya estaba escrito y era inútil seguir dándole más vueltas.

El recuerdo de su amigo alguna vez le salvo la vida y por eso cuando regreso a casa de Justine, derrotado al no haber encontrado nunca el maldito prodigio, se sentó en el escritorio y para desahogarse le escribió una carta a Félix, una carta en que le explicaba todo lo que había pasado desde que no estaba, una carta que aunque se la había escrito con intenciones de enviársela... si eso hubiera sido posible y se pudieran enviar cartas al más allá, no se atrevía a entregársela ahora, ni esa ni todas las demás que le había escrito como desahogo al sentirse solo en un mundo tan injusto como el que vivían.

Sentado en ese escritorio pequeño y modesto de la casa de su vieja amiga, Claude había dejado toda su frustración esas letras que nunca volvió a releer por temor a que la crudeza de todo fuera peor de lo que sus recuerdos le narraban.

-No te esfuerces demasiado - le había dicho Justine cuando entro a la habitación para comprobar si estaba más calmado y permitía que lo revisaran.

-No sé qué debería hacer - dijo Claude con expresión pérdida mientras se sentaba en la cama.

-Podrías comenzar por quitarse esa ropa sucia y dejar que mi esposo revise tus heridas - sugirió la joven, Claude asintió y Justine corrió a decirle a su marido que revisara al muchacho.

-Estas muy maltratado - observo el médico, Claude simplemente aparto la mirada, el medico se encogió de hombros y continuo haciendo su examen -. Es compresible, ese incendio debío ser muy traumático... ¿De qué son estas heridas? No parecen ser a causa de lo de ayer...

Claude no contesto y siguió mirando hacia la nada, el medico se rindió con eso de intentar hablar con su paciente y trabajo en silencio, el estado de Claude era realmente preocupante, su cuerpo estaba lleno de moretones, cortes y quemaduras, para sorpresa del médico las quemaduras eran sus heridas menos graves.

Luego del examen tomo un largo baño para deshacerse de la suciedad, el olor a quemado y la ceniza.

-¿Qué crees que hubiera pasado si nos hubiéramos congelado cuando regresamos del Tibet? - pregunto Claude tomando desprendido a Félix, el chico lo miro arqueando una ceja.

-Ni tu ni yo estaríamos aquí, dudo que hubiera cambiado la historia de manera importante.

Claude desvió la mirada, él si creía que de haber muerto congelados la historia habría cambiado; Allegra hubiera tenido una vida larga, la hermandad no hubiera sido destruida aunque muy probablemente se habría ido a la quiebra, Félix no habría impedido que Bridgette se subiera a ese caballo... tantas cosas que hubieran seguido un curso diferente de haber muerto congelados en el Tibet, una realidad que por poco fue cierta.

Secretos y omisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora