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En esta semana habían pasado tantas cosas que no sabría por donde empezar.

Primero, mi nueva canción se había publicado, teniendo grandes resultados. "If I can't have you" fue una de las muchas canciones que escribí en el tiempo que Kelsey y yo estuvimos alejados.
Sentía que todo lo que había logrado, incluso musicalmente, no servía de nada, no sin ella a mi lado. No había premios que celebrar, canciones que cantar e incluso pensaba que algunos significados de mis propias canciones eran muy estupidos. Claro que fue solo un momento, en donde me sentía tan hundido por no saber lo que había ocurrido.

Sin embargo, ahora estábamos mejor que nunca y no sentía la necesidad de hacer esa canción a un ritmo triste. Si no, un poco más movida, incluso aunque muchos sepan que en ese momento la canción era un puro hundimiento a la tristeza.

En la semana, dos días después de que la canción haya sido publicada, había tenido la suerte de poder actuar con Adam Sandler en el programa de Saturday Night Live.

Había pasado un gran momento, Adam era increíble en todo los sentidos y fue una nueva experiencia para mi parte actoral.

Y siguiendo con las experiencias, asistí a mi segunda Met Gala, junto con mi prometida, Kelsey Gutierrez.

Aunque suene sorprendente, había sido la primera vez que nos presentábamos a los medios como pareja, los entrevistadores estaban como locos y mi chica había estado tan nerviosa que casi se pone a llorar.

Por suerte la noche había salido más que perfecta, sin ningún percance o mal entendido y habíamos podido pasar un gran momento.

Y en este momento, todas estas cosas quedaban a un lado al momento de concentrarme en armar mi valija.

Estábamos a horas de viajar a Boston y yo no tenía todo armado. Kels estaba como loca, tan emocionada y asustada por conocer lo que tanto anhelaba que me hacía sentir un chico que también estaba pasando por lo mismo.

Lo gracioso era que solo iba a conocer el campus, las clases y a sus compañeras de cuarto. Lo verdadero emocionante iba a empezar en la segunda mitad de agosto, en donde iba a comenzar con esta nueva experiencia.

Suspire con pesadez al darme cuenta que de todo lo que había traído, solo tenía la mitad de mi ropa puesta en la valija.
Dirigi mi mirada hacia mi compañera y vi como sonreía hacia su celular, frunci mis cejas y carraspee, saco su mirada de su celular y me miró

—¿Que te tiene tan sonriente?

No quería sonar celoso porque la verdad es que no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Una sonrisa se volvió a colocar en la cara de Kels

— Los comentarios de la Met. Son realmente positivos y nunca pensé que iban a decir que me veía bien en ese vestido.

Ella se río y yo solo asenti, junté mis labios en una sola linea tratando de pensar que decirle.

— Siempre te ves bien. No se que cosas dices.

Volví a mi intento de doblar toda mi ropa y que entre cuando la escuché suspirar

— Ojalá pudiese verme de la misma forma en la que tu me ves, pero no es así. Y es por eso que me pongo tan contenta al observar estos comentarios tan positivos cuando hace unos días me estaban insultando.

Fue lo único que dijo para levantarse de la cama y entrar al baño.
Suspire y pase mis manos por mi cara.

No quería pelear por una estupidez, no cuando estamos bien.

Minutos después la puerta se abrió y Kels volvió a acostarse en la cama. Su emoción había provocado que ella ya tuviese todo listo, siendo yo el desorganizado.

❝Kelsey❞ S.M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora