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Salimos del hotel y entramos directamente a la camioneta que nos estaba esperando.

Como dije, mis dos amigos me estaban acompañando a buscar el anillo perfecto.

Kelsey me había respondido unos minutos después de que terminé de hablar con Andrew y me perdono. También me insultó por ser un imbécil pero eso no me afectó, estábamos bien y yo solo quería eso.

A medida que la camioneta avanzaba al primer lugar, mis nervios aumentaban. Al ser un hotel en el centro de Londres, estaban todas las joyerías cerca.

Brian se rió de como movia mi pierna y yo volví a girar mis ojos como horas atras.

— Tranquilo Mendes — se volvió a reír y esta vez fue apoyado por Andrew.

Habíamos ido sin Jake, le tuve que rogar para que se quede en el hotel. Sabía que era su trabajo el tener que cuidarme pero confiaba en que me iba a quedar poco tiempo en cada tienda y que no iba a ser visto.

— Shawn — Andrew se giró de su asiento y volvió a hablar — ¿cómo harás con la prensa? — Me escogí de hombros

— Diré que compre collares o alguna cosa así. O simplemente los ignorare — termine de hablar.

Ninguno dijo más nada en todo el camino que quedaba hasta la primera tienda.

La camioneta se paró y Andrew fue el primero en hablar

— ¿Listo? — yo asenti.

Bajamos de la camioneta y nos dimos cuenta que estábamos al frente del lugar. Mirando para los dos lados y evitando algún posible accidente, cruzamos la calle.

No voy a mentir y decir que no estaba nervioso y que tenía miedo de que me descubrieran, pero trate de ocultarlo. Rapidamente y sin dejar que nos vean, entramos a la primera joyería.

Cuando Brian abrió la puerta, un sonido sonó. Levanté mi mirada y había una campana que sonaba cada vez que alguien entraba. El lugar era un poco chico pero era cómodo, las paredes eran blancas y estaba decorado de varios cuadros.

Una señora de unos 75 años salió por la puerta trasera, recibiendonos con una sonrisa

— Hola jovenes — su voz era delicada, suave y dulce
— Hola— fui el primero en hablar y me acerqué al mostrador donde había varios anillos y relojes
— ¿Qué los trae por aquí? — Me miró curiosa tratando de ver de donde me conocía.
— Estoy buscando un anillo de compromiso — termine de hablar y ella asintió, fue hasta otro mostrador y sacó varios anillos de abajo.

Me tendió uno dorado con un diamante en el medio, era lindo pero no sentía que era el indicado. Lo dejé en el mostrador de vidrio y ella me puso otros tres encima.

Volví a hacer lo mismo, eran lindos pero no sentían que fuesen los indicados.

— ¿Por qué no me muestras una foto de ella? En mis años de experiencia, eso siempre ayuda. También vienen hombres diciendo como es ella o el, sus gustos y demás.

Terminó de hablar y asenti. Saque mi teléfono y le mostré una foto donde Kelsey estaba viendo su computadora mientras realizaba la tarea. La señora asintió y escuche la voz de Brian atras mio

— Por si le interesa, ella también es super dulce, es argentina por si eso sirve de algo. Y es muy sensible — acotó mi amigo.

La señora volvió a asentir y se fue hacia la puerta en la que salió, nos dejó solos por un momento y yo pase mi mano por mi cabello. No pensé que iba a ser tan difícil esto

— Tranquilo Shawn, si no lo encuentras aquí, en otro lugar será. — Andrew trato de tranquilizante y yo asenti.

La misma señora volvió a salir, esta vez con una especie de tabla negra, en donde había muchos otros anillos. Me acerque hasta el mostrador donde ella lo dejo, viendo todos los anillos.

Mirando todos, mi mirada quedo captado por uno solo. Era sencillamente perfecto. El anillo tenía una piedra en el medio, con diamantes que según el ángulo y la luz lo hacían ver rosado, aunque estaba lejos de ser rosado. No podía quitar mi vista de ese anillo y dentro de mi mente veía como se lo ponía a Kelsey en su dedo y le quedaba perfecto.

— Ese es. Es el indicado — lo señale y Brian y Andrew se acercaron hacia mi. Ambos asintieron

—Tenes razón, es perfecto — mi mejor amigo palmeo mi espalda y yo sonreí.

—Entonces ¿este joven? — Yo asenti. No había dudas.

Luego de varios minutos, hicimos las cosas finales y la señora guardo el anillo en su pequeña caja de porcelana negra.
Tenia los sentimientos todos mezclados y sentía que en cualquier momento iba a vomitar de la alegría que sentía.

Salimos del lugar y yo guarde rapidamente la bolsa donde tenia el anillo dentro de mi campera. La camioneta seguía al frente, por lo que volvimos a mirar a ambos lados y cruzamos. Abrimos las puertas y nos adentramos.

—No puedo creer que mi mejor amigo se este por comprometer — apenas Brian entró a la camioneta fue lo único que dijo

—Tengo suerte de que la señora sabe mantener en secreto la identidad de sus clientes — mencionó Andrew.

Cuando estaba firmando el papel confidencial para luego finalizar la compra nos habíamos dado cuenta que algunas personas estaban tomando fotos, en ese momento entre en pánico y la adorable señora me calmo, diciendo que ella guardaba la identidad de sus clientes y que sabía mantener la discreción. Acordamos que si le preguntaban, yo sólo fui a comprar un collar para mi novia. Espero que eso ayude a no arruinar todo.

Volvimos al hotel, yo más feliz que nunca. Quería gritarlo a los cuatro vientos pero eso sólo arruinaria la sorpresa. Estaba tan ansioso que era capaz de pedirle que se case conmigo por facetime.

Subimos los tres al ascensor, esperando que las puertas se abran asi poder ir a descansar y que mañana no tenga problemas a la hora de los ensayos.

Las puertas se abrieron y Andrew palmeo mi espalda, se fue dándome un guiño y Brian y yo fuimos hasta nuestra habitación, mi amigo fue el primero en entrar, se acostó en su cama y yo repetí su acción, no sin antes guardar cuidadosamente bien el anillo.

Me acosté quedando boca abajo y me reí, tenía un anillo escondido en mi valija. ¿Qué tan loco es esto?

❝Kelsey❞ S.M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora