—¿Que haré sólo aquí?, ¿debería irme más temprano a casa de mi madre?, no, no quiero ir aun...pero tampoco quiero estar sólo.–hablaba el menor soltando un suspiro, mientras comía una cucharada más del bote de helado de vainilla que casi estaba vacío.
Jimin era de las personas qué odiaba la soledad, fácilmente se aburría, por eso años atrás, antes de que su amigo debutará cómo un Idol, Jimin solía irse casi todos los días a casa de Jin, dormía y comía ahí era casi su rutina, sus padres al igual qué los de Jin eran personas de negocios, por lo tanto eran personas adineradas, el tiempo con sus padres era muy corto, muchas veces lo dejaban solos en casa, desde los seis años. Para él había sido demasiado duro, la última nana qué tuvo murió debido a una enfermedad cuándo el menor tenía quince años, le costó mucho superarlo debido a qué la quizo tanto cómo si fuese su segunda madre. Después de ella sus padres jamás volvieron a contratar a otra mujer debido a qué Jimin ya tenía la suficiente edad para cuidarse sólo en casa, sin embargo se aburría demasiado rápido estando sólo a pesar de qué sus padres le compraban todo lo que quería, pero gracias a la escuela de música en qué lo habían inscrito, mataba el tiempo en ello, lo mismo con sus horas de colegio.
Para el fué cómo un alivio conocer a Seokjin, se volvieron grandes amigos, casi hermanos, Jin le ayudó a superar muchas de las cosas y problemas por las qué pasaba el menor, cómo las fallidas relaciones qué tuvo con chicos y chicas, al igual qué Jimin había apoyado muchas veces a Jin en sus momentos de amargura y su difícil relación con Ken.
Ahora las cosas no seguían siendo tan diferentes, pero tampoco las consideraba malas, Jimin quería mucho a su mejor amigo y ahora qué tenía una familia sabia qué algo así pasaría, Jin haría su vida a parte, era normal, es parte de crecer.
Y aunque extrañaba las veces en qué se metían en problemas, cómo la vez en qué su padre tuvo que ir a sacarlos de la comisaría por llevar su auto siendo menores de edad y haberlo chocado contra un poste de luz, o la vez qué sin querer mancharon el techo de su cocina por usar una licuadora sin tapadera, o la vez en qué Jin había tirado una maceta en la cabeza al ex del menor, y terminaron pagando la curación en el hospital o incluso cuándo fingieron ser mayores de edad para entrar a un antro y probar alcohol.
Muchas de esas cosas tontas pero que aún extrañaba, estaban presentes en el menor, deseando que se volvieran a repetir las tonterías que años atrás hicieron, aunque en su momento fueron preocupantes, eran recuerdos valiosos, sus padres estuvieron muy poco para ellos pero siempre se tuvieron el uno para el otro, el menor siempre supo qué el sueño de Jin era ser un chef, y su amigo sabía qué Jimin siempre anhelo ser un cantante, de el porqué había exigido a sus padres estrar a un escuela de música y baile, sin embargo luego desistió de su sueño más tarde...
Estaba feliz de qué su amigo pudiera hacer lo que más deseó cuándo era más joven, pero ahora estaba preocupado porque nunca pensó en su futuro,¿qué haría ahora qué Jin tenía familia?, ¿volver a vivir sólo?, ¿buscar su propio camino?, eso era lo más seguro, sabía de antemano qué no podía seguir metido entre la familia de su amigo...ya no más.
Jimin salió de sus pensamientos al oír su móvil vibrar en la encimera de la cocina, soltó la cuchara y rápidamente contestó al ver de quién se trataba, tomó el teléfono y contestó.
—Jimin...–
—Hola Yoongi.–Sonrió al escuchar la voz de su novio.
—Hoy estoy libre, ¿ tienes tiempo para vernos?.–
Y cómo por arte de magia, todo problema y pensamientos qué Jimin tenía en ése momento, se esfumaron.
*************
Jin corrió hasta la sala de juegos en dónde abrió la puerta de golpe entrando para buscar a Jungkook con la mirada, Namjoon llegó detrás de él preocupado.
—¡Jungkook no!–
Su alma casi se le sale al ver a Jungkook al fondo de la enorme habitación pegado a las máquinas de dulces, metiéndose un trozo de chocolate a la boca. El castaño corrió hasta Jungkook dónde rápidamente se agachó y jaló a su pequeño hijo metiendo dos de sus dedos en la boca del menor para sacarle el pedazo de chocolate y tirarlo al suelo.
Jin sintió alivio al ver que no lo había tragado aún, pero luego se preocupó nuevamente al ver varios dulces regados en el suelo, entre esos, varios chocolates, volteó a su hijo y le miro.
—Dime que no haz comido otro chocolate Jungkook.–
—No papá, yo sólo quería comer uno...lo siento.–Hablaba el menor algo avergonzado al ver a su padre tan asustado.
—Cariño, no vuelvas hacerlo, por favor, no me saques esos sustos, sabes que no debes comer eso.–Decía mientras abrazaba al menor acariciando su espalda y cabello.
—Papi estoy bien...–
—No vuelvas hacerlo Jungkook, si no ya no podremos venir aquí.–Habló de manera firme y se apartó del menor mirándolo serio.–
—No Papá, quiero estar con papi Namjoon, quiero quedarme aquí.–Hizo un puchero casi apunto de llorar.
Namjoon observaba desdé el umbral de la puerta todo aquello, no sabía ni siquiera qué decir, ¿de qué se estaba perdiendo?, ¿porqué Jin había hecho aquello?.
—¿Que pasó Jin?, ¿Hay algo importante qué se te olvidó explicarme?...–preguntaba el moreno adentrándose a la habitación junto a Jin y Jungkook.
Jin lo miró y trató de relajarse, el castaño se sentía molesto, molesto consigo mismo por descuidar a Jungkook de tal manera que casi sentía qué tendría que llevarlo de nuevo al hospital, por suerte no pasó y todo había quedado en un susto.
—Jungkook sufre de alergias, no puede comer chocolate, ni nueces, mucho menos coco, es una de las cosas de las qué quería hablarte, sí Jungkook come algo de ésto sus vías respiratorias de inflaman y no puede respirar, su garganta se cierra, en caso menor, sufre de manchas rojas que le salen en la piel, en dos ocacines fué al hospital por consumir alguna de estas cosas.– le respondió preocupado.
Namjoon le miró sorprendió y luego se agachó junto a Jin para revisar más de serca a su hijo, pensó en hablarle de nuevo a Seokjin sobre el problema de alergias que padecía su hijo pero se alertó al ver al menor con algunas manchas rojizas qué comenzaban a salir de los pequeños brazos de Jungkook.
—¡Jin, Jungkook está intoxicado!–
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LA FAMA QUÉ NOS UNIÓ.
Romance¿Qué pasa cuándo te involucras en el mundo del entretenimiento, la fama, paparazzis, la prensa, noticias falsas, miles de fans, concierto, miles de autógrafos, tu rostro en miles de posters y carteles?... ¿Que podría pasar, sí te enamoras justo cuán...