3:45pm
El castaño se sentó sobre el sofá abrazando sus piernas mientras qué de manera silenciosa observaba por el enorme ventanal la lluvia caer, empapando el vidrio haciendo de la vista algo poco visible en el momento, la temperatura había descendido un poco, para no sentir frío, Jin, llevaba puesto su suerte rosa favorito que solía guardar para usarlo durante esas fechas del año o en invierno.
El pronóstico del clima había asegurado desde el día anterior que habrían lluvias leves a intensas durante toda la semana, las fechas de lluvia se acercaban, a pesar de qué era algo que le gustaba al castaño, en ese momento Jin se sentía algo triste, la lluvia le estaba arruinando sus planes de viajar a Busan junto a su pareja.
El día anterior, después de la comida, Seokjin y Namjoon habían aprovechado el resto de la tarde para ir de nuevo a su casa por las maletas y algo de ropa para el viaje, tenían planeado irse por cinco días así que se prepararon bien para luego volver a casa de su madre y poder pasar ahí la noche junto a su hijo, hasta el siguiente día.
Se mantuvo mirando las pequeñas gotas golpear contra el vidrio por unos minutos más, hasta sentir cómo era tomado por el hombro llamando su atención. Apartó la mirada de la ventana para encontrarse con su esposo quién llevaba dos tazas de café.
—Toma, ésto hará que no tengas frío, es tu café favorito.—Sonrió el moreno entregándole la taza con cuidado para luego tomar asiento a su lado.
—Gracias Joonie—Agradeció dándole un trago a su taza cuidando de no quemarse los labios.
—No hay de qué amor...—Le imitó tomando de su café mientras observaba la lluvia.
Seokjin observó detenidamente a su esposo por un momento antes de decir lo siguiente.
—Lo siento...—
—¿Que cosa?—Preguntó confundido.
—Estaba tan emocionado porqué hoy llegáramos a la casa en Busan, pero debido a la lluvia creo que hoy no podrá ser.—
—No tienes que disculparte Jinnie, podemos ir hoy mismo en cuánto se calme un poco la lluvia, sí no entonces será mañana, buscaremos el momento oportuno para salir.—Namjoon le regaló una sonrisa marcando de manera encantadora sus característicos hoyuelos.
Seokjin no pudo evitar mirar aquellos pequeños hoyuelos examinandolo con curiosidad, al momento que extendió una de sus manos hundiendo su dedo índice en uno de ellos, ganándose la mirada perpleja de su esposo.
—Tus hoyuelos son lindos...—
—Muchas veces los haz visto, ¿porqué hasta ahora te dió curiosidad por tocar uno?—soltó una pequeña risa al ver el leve sonrojo del castaño qué apartaba su dedo.
—Siempre me ha llamado la atención...sólo que nunca me había atrevido hacerlo, me gustan...—Sonrió.
—¿Sabías que son un defecto genético?, incluso se le considera una enfermedad, mal deformidad para ser exactos..—Hablaba sin dejar de sonreírle.
—¿Eh?...pues entonces qué defecto más precioso tienes.—
—Puedo sonreír para ti las veces que quieras para que puedas ver estos defectos que te encantan.—El más alto se acercó hasta su esposo rozando sus narices de forma cariñosa.
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LA FAMA QUÉ NOS UNIÓ.
Roman d'amour¿Qué pasa cuándo te involucras en el mundo del entretenimiento, la fama, paparazzis, la prensa, noticias falsas, miles de fans, concierto, miles de autógrafos, tu rostro en miles de posters y carteles?... ¿Que podría pasar, sí te enamoras justo cuán...