LA FAMA QUÉ NOS UNIÓ.

Capítulo. 167- Libre.

Jimin era sostenido con fuerza por los brazos de Yoongi quién con su cuerpo le protegía, luego de los dos disparos, todo el lugar había quedado en un silencio total, algo que para el menor fué aterrador a demás de presenciar con sus propios ojos algo que le dejó totalmente hecho piedra, no sólo porqué Min Jae se atreviera a dispararles dos veces sin importar las consecuencias, si no por la terrible escena que vió por encima del hombro de su novio.

Sus ojos estaban ampliamente abiertos y su cuerpo temblaba de miedo, se encontraba muy asustado, lo único que podía sentir y escuchar en ese momento era el latido acelerado de su corazón.

Detrás de Yoongi un cuerpo se desplomó comenzando a llenar el suelo de sangre. Jimin salió de su trance luego de escuchar un gemido de dolor por parte del rubio. Rápidamente reaccionó y se apartó de Yoongi para mirar y revisar su cuerpo con bastante preocupación temiendo qué su novio estuviera gravemente herido.

—Yoo...Yoongi..—Le llamó asustado, sus ojos volvieron abrirse de golpe al ver que la manga del brazo izquierdo de la sudadera estaba manchada de sangre y tenía una pequeña abertura.

—Mierda...—Susurró Yoongi apretando la mandíbula por el dolor, dejándose caer sentado de rodillas sobre el suelo tomando su brazo.

—¡Yoongi!—Jimin se agachó junto a su novio tratando de revisar la herida.

—Estoy bien...no te preocupes, la policía ya no tarda en llegar, quedate atrás de mí no quiero que ese bartado te lastime...—Habló intentando incorporarse con la intención de seguir protegiendo al menor.

—No Yoongi, estas herido, quedate aquí, déjame revisar tu brazo.— Le detuvo para que se mantuviera en sentado.

—No es momento para eso Jimin, por favor mantente detrás de mí, Jae sigue frente a nosotros.—

La desconfianza en Jimin regresó al recordar qué Jae seguía aún en frente de ellos y representaba una amenaza para ambos todavía, rápidamente volteó a ver al castaño con miedo de qué volviera a disparar contra ellos, pero sólo notó a Min Jae en el mismo lugar petrificado sin dejar de observar aquél cuerpo sobre el suelo, Do Hwang había aparecido de la nada salvandolos recibiendo uno de los disparos.
Asustado, Min Jae dió dos pasos atrás con intención de darse la vuelta para salir corriendo del lugar, pero un grito fuerte tras él le detuvo.

—¡Suelte el arma y acuestese en el suelo, ahora!—

En el lugar arribaron varios policías que rápidamente sacaron sus pistolas apuntando contra el castaño impidiendo su escapatoria. Lentamente Min Jae se arrodilló en el suelo soltando la pistola para luego acostarse boca bajo con ambas manos sobre la cabeza. Dos de los seis policías corrieron hasta el chico para tomar el arma y comenzar a esposarlo, mientras otro policía pedía urgentemente una ambulancia por su radio.

Jimin se levantó velozmente y caminó hasta aquél cuerpo tendido sobre el suelo, con tristeza y preocupación miró al chico qué por fortuna seguía vivo pero gravemente herido, la bala había impactado en el tórax haciendole perder mucha sangre.

—Do Hwan...—Susurró.

—Ji...Min, llegué a tiempo.— habló débilmente regalando una ligera y poco visible sonrisa.

—No tenías que hacerlo...—

—Tenía que pagar todo lo que te hice...—

—Por favor aguanta, la ambulancia ya viene en camino, Do Hwan.—respondió tomando su mano para darle fuerza.

—Sí no salgo vivo...—