Seokjin llegaba de una maravillosa salida de compras junto a su mejor amigo Jimin, ambos reían y bromeaba mientras entraban a la casa con varias bolsas en ambas manos de cada uno.
La idea había sido de Jimin, él quería que su mejor amigo saliera un poco a respirar aire fresco, qué el mayor despejara su mente. Obvio qué al salir cuidaron detalles cómo el usar gorra, lentes, cubre bocas, etc.
Para no ser vistos, Seokjin tenía que usar un abrigo y ropa algo más ancha para qué así no se notará mucho su vientre, aún no era tan grande su panza pero igual, a comparación de antes, él simplemente ya no tenía aquella delgadez.Aprovecharon para ir de compras, no, no era ropa, ni cosas para ellos, todo lo que había en las bolsas era para el bebé, aunque ambos sintieron que habían exagerado un poco, pero cuándo se dieron cuenta de eso, ya era demasiado tarde.
Para ellos fué imposible parar, pues todo lo qué veían les parecía demacrado lindo para el bebé, fueron a casi diez tiendas distintas qué vendian
vendían infinidades de productos para bebé, desde cosas decorativas para la habitación del bebé, hasta para la higiene del bebé.Jin estaba super fascinado con todas y cada una de las cosas, quería llevarse todo lo de las tiendas, quería consentir a su pequeño con todo, pero sabía que debía esperar, apenas estaba cumpliendo los cinco meses de embarazo.
Dentro de las cosas que habían comprado, estaban nueve mamelucos de distintos colores, unos con la imagen de Winnie pooh, otros de ositos, de tigre, de dinosaurio, de conejito entre otros más.
También habían comprado, ocho pares de calcetines de color, blanco, azul, amarillo, morado y negro, entre otras cosas qué compraron estaban cinco cobijas con diferentes estampados de patitos, gatitos, perritos, osos, conejitos. Llevaron dos mamilas, tres cupones, dos mordeduras, siete trajesitos distintos y un peluche de un conejo color rosa, aunque Jimin le insistió en que llevarán uno de otro color, Seokjin sé negó, el castaño decía qué el rosa era perfecto.
Habían llegado a casa a las 4:15 pm, están muertos de habré así que para no llegar a cocinar, simplemente habían pasado a comprar comida rápida, dejaron todas las bolsas en el piso de la sala y se sentaron a comer ahí mismo, colocaron el plato de comida italiana en la mesa de centro y simplemente comieron directo del plato con los palillos.
Hace ya una semana y media en qué Jin le había mandado una carta a su madre con las ecografias del bebé, en la carta le explicaba sobre lo triste que estaba en qué su relación con su familia acabará de esa manera, le escribió sobre su embarazo y lo feliz qué estaba al saber el sexo de su bebé, en la carta también le escribió que la extrañaba, volviéndole a pedir perdón, por último le anotó la dirección de su casa, pero con el favor de que lo mantuviera en secreto para las demás personas.
Sin embargo a pesar de qué esperaba una respuesta rápida por parte de su madre, no llegó, Seokjin sintió feo el no recibir respuesta, y aunque intentó tranquilizarse durante esos días le fué un poco imposible evitar pensar en qué su madre quizás, realmente no lo quería ver. Pero gracias a la idea de Jimin para salir de compartas, le hizo sentir mejor.
—¿Cuándo volveremos hacer compras de nuevo?. –preguntó su amigo emocionado.
—Por ahora creo que son suficientes.—comenzo
comenzó a reír el castaño.—Para la siguiente hay que comprar cosas para su futura habitación.–
—Me parece bien, la habitación frente a la mía está vacía, ese será perfecto para él, compraremos su cuna y algunos muebles para decorar, también la pintura.—
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LA FAMA QUÉ NOS UNIÓ.
Roman d'amour¿Qué pasa cuándo te involucras en el mundo del entretenimiento, la fama, paparazzis, la prensa, noticias falsas, miles de fans, concierto, miles de autógrafos, tu rostro en miles de posters y carteles?... ¿Que podría pasar, sí te enamoras justo cuán...