LA FAMA QUÉ NOS UNIÓ.

Capítulo. 128 -El Novio Perfecto.

[Calidez de un corazón]

Jimin recargaba su cabeza en el hombro de su novio, con los ojos cerrados escuchaba las dulces y perfectas notas de aquél piano, para él eran cómo una canción de cuna, una canción qué de alguna manera relabaja tranquilizaba su alma y le hacía sentir feliz, olvidando cualquier tipo de problemas, amaba que Yoongi tocara el piano para él.

Se había vuelto algo inevitable de hacer para los dos después de aquél terrible día por el que pasó y qué el pelinegro le había visto tan asustado, no se le ocurrió mejor idea que hacerle sentir seguro y a partir de ahí había decidido tocarle una melodia que él mismo compuso y qué nadie más sabía de la existencia de ésta más que Jimin, era especial y sólo para él, al menor le parecía gustar mucho y disfrutar de ella.

Yoongi aunque no lo dijera tan abiertamente, le gustaba ver feliz a Jimin, no solía ser romántico y muchas veces las caricias y besos sólo salían de la nada, aunque con un poco de timidez, su novio lo entendía, no necesitaban hablar mucho para entender perfectamente lo que ambos sentían, bastaba su compañía, ese silencio nada incomodo y las notas de un piano tocando una melodia qué fácil podía interpretar cómo una canción pura de amor para el corazón cálido de Jimin.

-Adoro esa melodia...-

-Es hecha para ti, la tocaré cuantas veces me lo pidas.-

-Me gustaría que fuéramos inmortales, para qué sea nuestra canción siempre...-

-A mí también...-

-Yoongi...-

-¿Sí?-

-Me encanta estar así contigo, muchas veces pienso qué estoy en un sueño, siempre siento miedo de despertar y que todo esto no esté pasando realmente.-

Yoongi dejó de tocar el piano y miró a Jimin de reojo por un par de segundos.

-Pero es la realidad, tú y yo estamos aquí, no tienes porqué sentir miedo, soy real y el sentimiento de amor ti, también.-

Jimin apartó su cabeza del hombro de su novio y le regaló una sonrisa. Yoongi siempre sabía cómo tranquilizarlo y hacerle saber que nada malo pasaría mientras estuviera a su lado. Con delicadeza, Jimin, tomó a Yoongi de las mejillas y lentamente acercó sus labios dándole un beso inocente.

El mayor cerró los ojos sintiendo cómo los gruesos labios del chico se posaba sobre los suyos, luego de que Jimin se separó lentamente, le regalarló esa sonrisa qué hacía ocultar sus hermosos ojos cada vez que lo hacía, Yoongi sintió esa sensación de mariposas en el estómago, definitivamente estaba demasiado enamorado de Jimin, no había manera de negarlo, le amaba tanto qué ahora sentía miedo de qué el tiempo volara tan rápido y qué en un abrir y cerrar de ojos, aquel hermoso chico ya no estuviera más a su lado.

Instintivamente el pelinegro se levantó de la banca y pasó una pierna al otro lado quedando nuevamente sentado, hizo qué el menor tomará la misma postura que él, pegando la espalda del rubio a su pecho, tomó ambas manos de Jimin, podía sentir esa diferencia entre las suyas qué eran muy grandes, con las de su novio qué eran un poco más pequeñas y sueves, acercó la mano derecha a sus labios y besó con delicadeza la parte dorsal, para luego repartir un par de besos más sobre el hombro derecho haciendo qué Jimin riera encogiendose de hombros debido a las cosquillas que le provocó tal acción.

-Yoongi, me haces cosquillas..- Él menor cubrió su boca tratando de ocultar su risa.

-Eres demasiado cosquilludo...-