Capitulo. 20

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Tal como Alexander le aseguro, en unas horas la dejaron ir pues no lograron encontrar nada en su contra, ambos hermanos estaban enormemente aliviados y partieron a casa tan pronto pudieron. Ya en la seguridad de su hogar lograron respirar con tranquilidad aliviando la enorme tensión que se instauro sobre sus hombros desde el momento en salieron de casa.

— ¡Por fin! — Grito la rubia al entrar. — Muero de sueño — Se quejo tirándose al sofá.

Ruth no tardó en salir de una de las habitaciones en cuanto los escucho, la pobre estaba tan angustiada que se ofreció a volver a silenciar a los policías; obviamente su hermano lo rechazó enseguida pues se negaba a arriesgar a la morena. Para su fortuna todo resultó bien por lo que aliviada se lanzó sobre ella abrazándola con todas sus fuerzas. La chica había llegado hace poco al apartamento para dejar a Eva en su cama.

— Sabía que no encontrarían nada... Liam es muy bueno en estas cosas. — Chillo feliz la morena.

— Eso, o tuvimos mucha suerte. — Comento el chico sentándose en uno de los sillones. Lucia agotado. — Como sea, intenta no meterte en más problemas. — Pidió seriamente señalando a la rubia.

— ¡Que no fue culpa mía! — Se quejo ella. Por una vez que no hacía nada.

Pero entonces algo paso por su mente, le resto importancia en su momento debido a la situación... Pero entre más los pensaba más crecía ese mal presentimiento en su pecho.

— Liam... — Llamo ella sin saber si realmente era buena idea contarle o no.

Su mente maquinaba miles de posibilidades mientras se forzaba a recordar hasta los detalles más mínimos. Su expresión no debió ser la mejor pues Ruth y Liam no tardaron en acercarse preocupados.

— ¿Qué pasa? — Pregunto asustado y mirando a todas partes paranoico.

— El hombre que intento usarme de rehén, se me hace conocido... No puedo recordar de donde pero sé que lo conozco. — Murmuro.

— ¿Estás segura? Pudo haber sido tu imaginación. — Hablo Ruth preocupada.

— Imaginación o no, si te pareció conocido fue por algo. — Comento Liam igual de preocupado.

— ¿No están siendo un poco paranoicos? — Se burló la morena, sin embargo su risa nerviosa delato su temor.

Ambos hermanos compartieron una mirada seria, cuando se trataba de su pasado nunca se podía ser lo suficientemente cuidadoso.

— No — Zanjaron ambos con una seriedad aplastante.

[...]

Llevaba una semana encerrada en el apartamento, sin embargo está vez Liam no fue quien le prohibió salir, sino ella misma. A pesar de que detestaba estar encerrada había decidido mantenerse adentro por seguridad. Eva por fin estaba de vacaciones así que eso le facilitaba las cosas y para completar su fortuna Liam saldría ese mismo día. Incluso tenían planeado unas largas vacaciones en New York, querían alejarse por unos meses de la realidad... Y de cualquier problema.

Irina pasaba sus días mirando apartamentos desde su computador, con suerte encontraría uno que se ajustará a lo que necesitaban. Sin embargo su labor fue interrumpida por los gritos agitados de su pequeña sobrina.

— ¡Tita mira! — La pequeña Eva entro corriendo a la habitación de Irina con un enorme peluche de Minions en sus brazos.

Irina no pudo hacer más que observarla totalmente confundida. Hasta donde ella sabía nunca le compraron un peluche así.

Irina. Bienvenidos al infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora