Capitulo. 47

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— ¿Están listas? — Liam entro a la habitación y sonrió al verlas.

Irina y Ruth estaban vestidas con hermosos vestidos que las hacían relucir como verdaderas gemas, y a pesar de lo reveladores que eran, le gustaba ver a su hermana vestida de forma tan elegante, como si fuera una chica normal.

— ¿Qué tal nos vemos? — Pregunto Ruth con una gran sonrisa.

— Bellísimas. — Susurro Liam, parecía un pavorreal orgulloso. Cómo si todo aquello se debiese a una graduación de colegio. — ¿Tienen los micrófonos y las cámaras?

— Tranquilo Liam, estamos listas. —Aseguro Irina.

Para Liam aquello resultó en un sentimiento amargo, por una vez esperaba que su hermana se despistara. Por supuesto sabía lo peligroso que sería un error a esas alturas, pero allí estaba él para ayudarla... Tan solo deseaba ver en su rostro una versión diferentede la inexpresiva y calculadora Irina

Nunca se atrevió a decirlo, por miedo a que sus palabras lo volvieran más real, pero temía que su hermana nunca pudiera hacer una vida normal por culpa de los traumas que habían vivido.

— Tengan cuidado. — Pidió.

— Tranquilo Liam. No vamos a la guerra.

Y dicho eso ambas salieron del lugar. Irina parecía más segura que nunca, mientras que Ruth jugaba con sus manos nerviosa de que las descubrieran. Una vez dentro del banco actuaron lo más normal posible y como si fueran las típicas niñas ricas, pidieron abrir una cuenta por la cantidad máxima de dinero que permitía el banco, mientras el hombre les explicaba sobre los beneficios del banco ambas se movían por el lugar localizando las cámaras de seguridad. Su trabajo sería sumamente sencillo, pero no debía olvidar que aquello era tan solo el primer paso de su plan.

— Chicas ya hemos localizado la mayoría de las cámaras, pero no sabemos si son las únicas. En su bolso tienen un USB, si logran conectarlo a las computadoras podre entrar a su sistema. — Explico Axel a través de un pequeño audífono que ambas tenían.

Ruth e Irina se observaron de reojo; si eran rápidas y astutas, saldrían de allí para el almuerzo.

— Si nos disculpa, necesito refrescarme un momento, ¿Vamos? — Anuncio Irina al hombre que las veía embobado.

— ¡Por supuesto! Las esperare entonces.

Y se quedaría esperando... Irina camino seguida de Ruth hasta el baño, donde estaba segura no abrían cámaras.

— Bien, tú tienes uno y yo tengo otro, si los conectamos al mismo tiempo tendrán problemas para neutralizar los a ambos. — Explico Irina a una nerviosa Ruth. — Iré a seguridad y lo conectare a una de sus computadoras, tu encárgate de conectar el tuyo a la computadora de ese tonto.

— Buen plan señoritas, las computadoras de los bancos suelen estar conectadas por un mismo sistema, con una me basta para hacer mío el banco entero. — Se burlo Axel al otro lado. Sin duda amaba estar detrás de un computador.

— Y con el sistema de vigilancia corrupto podremos deshacernos de las cámaras. — Anuncio Alexander.

Ambas asintieron y al salir del baño siguieron direcciones diferentes. Irina era guiada entre los pasillos con la ayuda de Alexander, quien de un modo u otro, termino por conseguir el mapa interno del banco.

— Ultima puerta a la derecha.

— Entendido. — Sin duda el tenerlo de su lado resultaba sumamente útil.

Irina giró la perilla y asomo su cabeza descuidadamente, rápidamente se percato de la presencia de dos hombres que mantenían la vista fija en las imágenes de vigilancia. El lugar era increíblemente tecnológico, sin embargo la presencia de incontables tazas de café y bolsas vacías de frituras, le indicaban que aquellos hombres prácticamente vivían allí.

Irina. Bienvenidos al infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora