— Elige el lugar que más te guste ¿Si? Iremos a donde tú quieras. — Aseguro Irina entregándole un libro con imágenes de países a la pequeña. Por supuesto había arrancado las páginas de los países a los que no podrían volver y algunos en los que estaba segura no habría una buena vida para una "Madre joven y su pequeña hija"
— Este es lindo. — Murmuro Eva, el brillante espíritu de la pequeña permanecía apagado desde aquel día...
Realmente esperaba que un cambio de aires le ayudara, haría todo en sus manos para que Eva volviera a sonreír. La pequeña le enseño entonces una foto de un bellísimo paisaje. Italia, Irina la tomo en sus manos con nostalgia y sin dudarlo asintió.
"Tal vez sea bueno regresar. Después de todo, mientras viví allí fui feliz; a pesar de que ya casi no lo recuerde"
— ¡Tita mira este! ¡Hay montañas muy grandes! ¿De verdad podremos ir allí? — Pregunto la pequeña demostrando algo de entusiasmo mientras revisaba el resto de fotos — ¿Y este? ¡Quiero ir a la playa! — Grito con otra foto en las manos. — Tita ¿Tengo que elegir solo uno? — Pregunto entonces. Era irónico como la inocencia de la pequeña siempre le daba nuevas ideas.
Su propuesta sin duda era la mejor opción para desaparecer, mantenerse viajando, pues quedarse mucho tiempo en un solo lugar podría traerles problemas. Y si a Eva le gustaba la idea de viajar ¿Por qué no?
— No, elige todos los que quieras. Los visitaremos todos. — Anuncio haciendo que la niña le enseñase una verdadera sonrisa.
Irina salió de la habitación con una sonrisa. Seria todo un reto sin duda, pero estaba segura de que Eva podría superar la muerte de Liam, incluso más rápido que ella; era una niña después de todo y a pesar de que se entristecía cuando lo recordaba o lloraba de vez en cuando, tenía fe en que el tiempo la hiciera olvidar todo. Sarah ya no estaba y Liam tampoco, pero no los defraudaría. Eva tendría un verdadero hogar, aun si para ello debía destruir su propia mente y adaptarse a una vida completamente diferente.
Pero debía esperar, necesitaba los genes Ferrer un poco más pues existía otro asunto que ocupaba su mente tanto como Eva. Cerró la puerta disimuladamente y se acerco al sillón donde ya se encontraba Alexander. Se dejo caer a su lado y observo la laptop frente a ellos, había decidido estar presente durante el asalto a la casa... Necesitaba asegurarse que ni Axel, ni Ruth, estaban allí.
— ¿Me ves niña?... — Pregunto Michael moviendo su mano tontamente frente a la pequeña cámara. — Sigo sin entender por qué queres ver esto. — Se quejo.
— Te veo y te escucho Michael. Y necesito estar presente, al menos así... — Explico ella por enésima vez. — Bien, ponme al tanto.
— Muy bien rubia. Lucas y Ruth no se involucraran, ambos dirigirán todo esto desde una ubicación completamente segura. Nos ayudaran a entrar y verán todo lo que suceda al igual que tú. Solo yo podre oírte y en cuanto encontremos el dinero mis hombres se encargaran de enviarte tu parte en veinticuatro horas.
Irina asintió mientras veía a Michael prepararse, y luego de un movimiento brusco supo que se había colocado la cámara en el pecho. Desde su posición podía ver todo el armamento que llevaban, autos equipados con torretas, armamento pesado, equipo de protección, granadas... Sin duda el dinero del banco les iba muy bien.
— Parece que se prepara para una guerra. — Apunto Alexander sorprendido. Michael era un líder muy diferente a Lionell.
— Oh créeme. Si es contra los hombres de Sebastián, entonces será una guerra.
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Irina. Bienvenidos al infierno
ActionIrina era tan solo una niña cuando debió enfrentar la muerte de su madre... Sin nadie que la protegiese no tuvo más opción que convertirse en uno más de los peones de su padre, un hombre sin escrúpulos que no dudara en dañarla para su beneficio. Atr...